Las cifras pertenecen al informe de Cómo Vamos en Educación Orientada al Empleo, realizado por la Fundación Corona y la Red de Ciudades “Cómo Vamos”.
Un estudio privado señala que 24 de cada 100 jóvenes en Colombia ni trabaja ni estudia y se mantienen desempleados. El informe Cómo Vamos en Educación Orientada al Empleo realizado por la Fundación Corona y la Red de Ciudades “Cómo Vamos”, tiene como objetivo brindar información sobre este tema y plantear análisis para la toma de decisiones o creación de políticas públicas.
El documento encontró, entre otras cosas, que según los datos del estudio en 2017, 28% de las vacantes registradas en el Servicio Público de Empleo correspondieron a los niveles técnicos y tecnológicos, aún así, solo el 21% de las hojas de vida registradas tenían estos niveles.
Lea también: Desempleo juvenil llegó a 18% y sigue disparado
Señala que la educación orientada al empleo es una formación más práctica y aplicable a áreas específicas del trabajo, esta incluye también la formación técnica y tecnológica en ocasiones no formal. Sin embargo, en Colombia este tipo de formación suele ser percibida solo como una “opción” cuando no se puede acceder a la educación superior universitaria.
“En otros países, como por ejemplo Alemania, no existe una disyuntiva entre la formación universitaria y la educación orientada al empleo, ambas son opciones válidas y relevantes para desenvolverse en el mercado laboral, desarrollarse personalmente, especializarse al futuro y tener empleos de alto perfil y bien remunerados”, sostiene Germán Barragán, gerente de Educación y Empleo de la Fundación Corona.
Desarrollo
El informe Cómo Vamos en Educación Orientada al Empleo, fue realizado en 23 ciudades o municipios, agrupados en 13 áreas metropolitanas de la Red de Ciudades Cómo Vamos, es decir, cuenta con un enfoque territorial y midió 24 indicadores. Se espera que este documento sirva de insumo para la elaboración de los planes de desarrollo de las próximas administraciones para fortalecer el componente de la educación técnica y tecnológica para las ciudades.
El documento deja ver que entre 2001 y 2016 se graduaron en el país 1.009.337 personas con educación técnica y tecnológica, solo en 2016 fueron 139.517. La investigación encontró que los egresados de este tipo de formación tienen ingresos 36% superiores a los que solo cuentan con bachillerato.
“Aunque todavía hay desafíos para posicionar este tipo de formación en Colombia, en hacerla más llamativa para empleadores y ciudadanos, cualificar las competencias es un gran paso para mejorar sus ingresos y movilidad social”, indica Mónica Villegas, gerente de Participación Ciudadana de la Fundación Corona.
Diferencias
El informe muestra grandes diferencias en algunos enfoques, como en el ingreso laboral promedio entre técnicos y tecnólogos de ciudades como Quibdó y Cúcuta frente a Bogotá, Cali, Medellín. Mientras que, en Bogotá y Medellín, el ingreso laboral promedio de este tipo de formación es de $1.311.581 y $1.237.024 respectivamente, en Quibdó es de $944.644 y en el área metropolitana de Cúcuta de $881.589.
Otras áreas metropolitanas o ciudades que presentan los más altos ingresos laborales promedios son Cartagena con $1.276.564, Barranquilla, con $1.228.698, Ibagué con $1.205.085 y Cali con $1.176.755.
En la actualidad se encuentran registrados y activos 2.064 programas de formación técnica y tecnológica en Colombia y siete de cada 10 graduados corresponden a las áreas de economía, administración, contaduría y afines e ingeniería, arquitectura y urbanismo y afines, posteriormente se encuentran los de los programas de ciencias sociales y humanas, seguido por los de ciencias de las salud y bellas artes.
Para realizar este informe, se tuvo en cuenta experiencias de países como Polonia, Corea del Sur, Reino Unido, Países Bajos, Canadá, Australia, entre otros, en especial para identificar los indicadores con los que se trabajaría en Colombia, tales como tiempo promedio de búsqueda de empleo según nivel educativo, ingresos promedio laborales según sexo y nivel educativo y tasa de desempleo por sexo y nivel educativo, entre otros.