La capitalización bursátil apenas bordea el 30% del Producto Interno Bruto del país
Acciones o títulos por $2,5 billones fueron emitidos por medio del mercado de capitales durante 2018, la cifra más alta desde 2014. De acuerdo con un informe de Asobancaria, en este sector otros de los hechos positivos fue que el valor de los Fondos de Inversión Colectiva creció casi 3 puntos porcentuales por encima de la inflación y que los Fondos de Pensiones Obligatorias alcanzaron $258 billones a mayo, lo que sigue incrementando el ahorro de largo plazo. Además el Colcap ha mostrado una valorización cercana al 20% en lo corrido del año.
En un análisis del sector, el gremio financiero señala que el mercado de capitales actual adolece de poca profundidad, con una capitalización bursátil que apenas bordea el 30% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras en países como Chile supera el 80%, y que hay una baja cantidad de emisores, con la preocupación que suscita el hecho de que desde 2013 no se listan nuevas empresas, además de baja liquidez y poco apetito por riesgo y exceso de limitaciones normativas.
Sostiene el presidente de la Asobancaria, Santiago Castro, que de forma muy positiva la Misión del Mercado de Capitales ha señalado que “un país no puede crecer, ni mejorar los estándares de vida a sus ciudadanos, sin un sistema financiero profundo y eficiente”, lo cual resalta que la habilidad de transformar ahorro en inversión, así como asignar riesgos de modo eficiente, tiene un importante rédito social que el país no puede ignorar.
Recomendaciones
Asegura Castro que “Asobancaria destaca las recomendaciones de la Misión en cuanto a: (i) la clarificación de funciones entre las diferentes autoridades económicas del país, (ii) la creación de una Dirección en el Ministerio de Hacienda para dirigir la política pública que procure el desarrollo del mercado, (iii) el enfoque de la nueva regulación en actividades y no en tipo de entidades, (iv) la segmentación de los mercados de valores, con la respectiva creación del Mercado balcón, (v) la flexibilización de los regímenes de inversiones, (vi) la creación de la Agencia Nacional de Participaciones Públicas – ANAP, (vii) extender las titularizaciones a otros activos subyacentes y (viii) eliminar cargas tributarias que imprimen ineficiencias en el mercado”.
Asimismo el gremio sostiene que “se requieren, por ejemplo, reglas claras en el tratamiento de instrumentos financieros híbridos, que por sus particularidades no pueden asimilarse a otras categorías reguladas en el Estatuto Tributario. Otro tanto puede decirse de la amortización para efectos fiscales de la prima o el descuento en los títulos de renta fija, cuyo tratamiento en el impuesto de renta no pareciera estar armonizado con el tratamiento que tienen para efectos de la retención en la fuente”.
El futuro
Asegura Castro que “desde el gremio consideramos que, para lograr una verdadera armonía con el mercado internacional, el régimen local debería eliminar la autorretención, que hoy es del 2.5%, aplicable a las operaciones con derivados, mientras que en los demás países dicho anticipo no existe. Más aún, la limitación a la deducibilidad de las pérdidas en derivados celebrados con entidades del exterior, sin duda, ha hecho nula la probabilidad de que actores locales realicen estas operaciones de forma abierta con el resto del mundo, lo que afecta principalmente a importadores y exportadores. Conceptualmente compartimos las recomendaciones de la Misión en el campo tributario, pero afirmamos que se debe ir más allá en los temas puntuales para lograr un verdadero entorno estable y simétrico”.