Aunque no hay cifras oficiales, se considera que la fuerza laboral joven, la de personas con alta preparación y el aporte de nuevos empresarios, podría ser positivo para la economía nacional
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La llegada de 1,4 millones de venezolanos al país, podría ser positivo para el Producto Interno Bruto (PIB) a mediano y largo plazo. Esta situación se debe a que muchos venezolanos que llegan a ingresar el mercado laboral colombiano, son jóvenes y otros están altamente formados para ejercer altos cargos en empresas. Pero también hay otros que por su capacidad de gestión, son empresarios y buscan un espacio en la actividad económica del país.
Sin embargo este aporte a la economía nacional solo se podría medir a mediano y largo plazo, de acuerdo con los expertos. De momento en el país y de acuerdo con cifras oficiales dadas a conocer por el Gobierno, el impacto de la migración venezolana desde el punto del gasto representa cerca de 0,5% del PIB, es decir US$1.350 millones ($4,6 billones).
Estas son las cifras que muestran solo un lado de la migración según los gastos que representan mayor atención en salud, educación, alimentación, vivienda y atención social. Pero desde la otra cara de este problema, existe ese aporte que hoy se ve en casi todas las ciudades del país, principalmente en Bogotá, Bucaramanga, Cali y Medellín, además de Cúcuta y capitales como Barranquilla, Santa Marta y Riohacha.
Inversión
Otro elemento que no se ha tenido en cuenta por parte de quienes critican la masiva presencia de venezolanos, es que las políticas poco amistosas con el capital privado de Venezuela, Ecuador y Bolivia se han convertido en grandes promotoras de la inversión extranjera en Colombia. Esto ha hecho que decenas de multinacionales vean en el país una oportunidad para hacer crecer sus negocios, no solo porque ven mayores oportunidades en el consumo sino también un incremento en la oferta de servicios y bienes, lo que a la postre va a beneficiar al crecimiento de la economía.
Hace poco el director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, dijo que la migración de venezolanos puede ser positiva. “Este flujo de personas podría darle al país un dividendo importante, en materia de empleo y productividad laboral, sobre todo a mediano y largo plazo”.
Sostuvo el experto que “si bien tiene costos de coberturas, la migración también tiene beneficios, como es el caso de que hay un millón de personas relativamente jóvenes que van a llegar a incorporarse al mercado laboral y van contribuir muchos a la seguridad social y las pensiones, y le aportarán a la productividad laboral, a mediano plazo. Allí hay un dividendo en la medida en que nuestra población se ha venido envejeciendo”.
Asegura que “estos migrantes jóvenes están dispuestos a trabajar, lo cual es positivo para el país. Habrá que esperar a que se restablezcan las cosas en Venezuela, porque hoy ese país no es importante en materia comercial para nosotros; ojalá a mediano plazo, cuando se normalice todo, haya libertad económica y allí se abrirán oportunidades”.
El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, explicó que el mayor déficit permitido por el comité para este año -equivalente a unos $3 billones adicionales (unos US$921 millones)- no se utilizaría hasta determinar el impacto de la permanencia de los venezolanos al país.
“Mientras nosotros no veamos los efectos fiscales derivados de la migración venezolana, que es la razón por la cual ese comité planteó que era una perturbación fiscalmente temporal, transitoria, no vamos a usarlo”, dijo Carrasquilla.
La oportunidad
Asimismo el presidente Iván Duque ha manifestado en varias ocasiones que el país debe dimensionar el fenómeno migratorio de venezolanos como una oportunidad, en medio del impacto que esto genera para la economía nacional.
“La migración no es en sí misma un fenómeno negativo. Genera, por supuesto, choques en materia social y económica, mucho más cuando el país tiene niveles de informalidad altos. Para una economía que está creciendo lentamente la migración trae retos y esos retos se convierten en oportunidades”, afirmó el Mandatario.
Precisamente, el Presidente destacó que para cumplir con esos retos es necesario jalonar el crecimiento de la economía del país a través de sectores como la agroindustria, construcción, infraestructura, servicios y otros incluidos en la Economía Naranja.
Al mismo tiempo, el Jefe del Estado calificó la crisis migratoria y humanitaria de venezolanos “como la más alta en la historia de Latinoamérica” y afirmó que al asumir la Presidencia el 7 de agosto no encontró una visión articulada para atender la problemática.
“Nosotros mostramos la dimensión de esto, más de un millón de hermanos venezolanos migraron en los últimos dos años, elevamos el tema a nivel internacional, buscamos que el BID y el Banco Mundial establecieran fondos para acceder a recursos y atender a la población migrante. Y buscamos que haya un observador principal de Naciones Unidas delegado por el Secretario General”, dijo el Presidente.
La recuperación
Asimismo para la calificadora Moody's, indica que aunque el impacto fiscal derivado de la migración de venezolanos en Colombia es de aproximadamente 0,5% del PIB, también habría que ver el lado positivo de medir esa fuerza laboral y empresarial y por eso el gobierno espera que la economía crezca un 3,6% en 2019.
Precisamente en varias oportunidades se ha rumoreado que el Ministerio de Hacienda había anunciado un ajuste a las metas, luego de que el Comité Consultivo de la Regla Fiscal permitió la ampliación del déficit para el 2019 a un 2,7% del PIB y a un 2,3% para el 2020, por el impacto en su economía de la migración de 1,3 millones de venezolanos, pero esta situación no afectado las previsiones del Gobierno.
La mirada del BM
Un informe del Banco Mundial denominado “Migración desde Venezuela a Colombia: impactos y estrategia de respuesta en el corto y mediano plazo", indica que la tasa de inmigración desde Venezuela podría estar afectando esfuerzos en reducción de pobreza en el corto plazo, con dicha tendencia moderándose progresivamente a medida que los migrantes se integran en la fuerza laboral.
Señala el organismo que en materia de empleo, “el mayor impacto de la migración desde Venezuela ha sido la pérdida de empleos formales en áreas receptoras debido a que la población migrante cuenta con un nivel mayor de educación y competencias en comparación con la población de áreas receptoras. Adicionalmente, el incremento de actividades informales por parte de los migrantes ha afectado algunas empresas comerciales que han cerrado o desistido de sus empleados”
Indica el BM que la evidencia sugiere que, tomando las decisiones adecuadas de política, la migración tiene el potencial de generar crecimiento en Colombia. Dicho crecimiento estaría explicado por aumentos en inversión y consumo derivados de la migración”.