Luego de que el presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, anunciara que Álvaro Leyva Durán será el canciller durante su Gobierno, varios comentarios a favor y en contra se han escuchado al respecto.
“Álvaro Leyva Durán será nuestro ministro de Relaciones Exteriores. Será una Cancillería de la Paz. Colombia aportará al mundo todo su esfuerzo para superar la crisis climática y del mundo esperamos todo el esfuerzo para superar nuestra violencia endémica”, escribió el Presidente electo a través de Twitter.
Sin embargo, desde el Centro Democrático se han escuchado fuertes críticas a este nombramiento. El concejal Andrés Forero escribió en sus redes: "Álvaro Leyva, el nuevo canciller de Petro, le rendía un sentido homenaje a Santrich, 15 días antes de su fuga y cuando estaba claro que siguió narcotraficando tras la firma del acuerdo. ¿Nuestras relaciones diplomáticas están en buenas manos?".
Otra de las personas que levantó su voz fue la senadora María Fernanda Cabal, quien aseguró: “Toda la información que tengo reposa en los medios. El gran problema de Colombia es la ausencia de la justicia; si no hubiera esta ausencia, Leyva estaría en la cárcel”.
“Álvaro Leyva siempre fue imperativo de las Farc. El pueblo colombiano es de estrecha memoria, me llena de más dudas este gobierno que todavía no sé de dónde sacó esa cantidad de votos”, aseguró.
El próximo canciller, quien fuera ministro de Minas y Energía durante el gobierno de Belisario Betancur, también recibió voces de respaldo como la del abogado penalista de la Universidad de los Andes y actual presidente de la Asociación Colombo China, Guillermo Puyana Ramos, quien afirmó: “La historia de compromiso de Leyva con la paz le da credenciales para entender el proyecto. Además, acumula tantos años en el trabajo desde la intimidad de los escenarios en los que la paz se discutió, fracasó, se intentó y finalmente se acordó, que debe tener las ideas suficientes para llevarlo a cabo”.
“Leyva tiene una impresionante trayectoria pública en el Ejecutivo y el Legislativo que incluye la Asamblea Constituyente de 1991. Personalmente tiene tanta heráldica encima que es inútil descalificarlo”, asintió.
“Con este nombramiento, Petro manda un mensaje: el acuerdo nacional es necesario y exige unos compromisos inamovibles con otras fuerzas políticas de respeto a la propiedad privada, al marco fiscal y el gobierno de la ley. Pero fue elegido para desarrollar un programa de gobierno, lo que implica otros inamovibles esta vez ante sus electores; una política exterior orientada al consenso internacional sobre la paz y el cambio climático es uno de ellos”, resaltó.
Agregó que “Leyva canciller no representa el consenso de Petro con fuerzas políticas, sino el compromiso de cambio con la gente que lo eligió Presidente. Los primeros gabinetes siempre son los equipos de ensueño”.