El mundo, ¿maniatado ante expansión territorial rusa? | El Nuevo Siglo
Miércoles, 28 de Septiembre de 2022
Redacción internacional con AFP y Europa Press

Farsa, parodia, pseudorreferendos y por lo tanto ilegítimos. Pese a que si calificó la comunidad internacional las consultas populares sobre anexión que Rusia realizó cuatro vastas regiones ucranianas, estos fulgurantes procesos se convertirán pronto en realidad, afianzando la estrategia expansionista que en aras de ‘la seguridad nacional’ implementa el presidente Vladimir Putin.

 La vasta región del Donbás -conformada por Donestk y Lungask- Jersón y Zaporiyia se aprestan a ser parte de lo que el hombre fuerte del Kremlin ha llamado la “nueva federación rusa” y aunque no tendrán el reconocimiento global, al igual que Crimea (anexada en 2014), aseguran a Rusia un gran corredor terrestre desde esa península hasta el extremo sureste de Ucrania, controlando de paso las salidas hacia los mares Negro y Azov.

Con el argumento de que “rusos y ucranianos son un pueblo, un todo único”, ya que comparten orígenes, tradiciones e idioma, Putin justifica la ‘ofensiva militar especial’ que inició hace ocho meses en el país vecino para “salvar a las poblaciones” que son ‘conscientes’ de que su verdadera Patria es Rusia.

La herencia compartida data del siglo IX cuando Kiev, la actual capital ucraniana, era el centro del primer Estado eslavo, creado por un grupo de escandinavos que se hacían llamar Rus. De allí surgieron tanto Ucrania como Rusia y en la zona fronteriza (Donbás y Crimea) se arraigaron tanto el idioma ruso como sus tradiciones, de allí que se autoproclamaran -años atrás- como repúblicas y sirvieran de ‘excusa’ a Putin para la actual invasión.

Inesperadamente se anunció la celebración de referendos de anexión en las cuatro regiones del este ucraniano, los que se surtieron entre el viernes y este martes dando como resultado, según las autoridades rusas instaladas en ellas, un contundente apoyo ciudadano a la anexión a Rusia, tras lo cual se inició el proceso parlamentario en la Duma para hacerlo realidad y no se descarta que el presidente Putin, en su intervención ante la misma a fin de semana, no sólo los proclame sino que vuelva a amenazar con recurrir a las armas nucleares para defenderlos.

Según las autoridades prorrusas regionales, en Donestk del 99.23% de sus habitantes votaron en pro de la anexión, 98.42% en Lugansk, 93,11% en Zaporiyia y 87.05% en Jersón.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, sostuvo que los votos tendrán implicaciones legales "radicales" y que "tendrán también consecuencias sobre la seguridad en estos territorios", mientras que el expresidente Dmitri Medvedev, actual vicepresidente del Consejo de Seguridad advirtió: “Quiero recordarle a los sordos que solo se escuchan a sí mismos: Rusia tiene derecho de usar armas nucleares de ser necesario".

Vale recordar que el Donbás es la cuenca industrial de Ucrania. La región de Lugansk tenía antes de la guerra una población de 2,1 millones de habitantes. Limita con Rusia por tres lados y, según Kiev, cerca de 98% de su territorio está bajo control de Moscú desde el inicio de la ofensiva rusa. Su vecina Donestk tenía 4,1 millones de habitantes antes de la guerra y su capital del mismo nombre es la tercera mayor ciudad del país. Actualmente, cerca de 67% de su territorio está en manos de Moscú y sus aliados, en especial el puerto de Mariúpol, destruido por el asedio y los bombardeos de las fuerzas rusas.

 Zaporiyia es una región que limita con el mar Negro y es clave porque alberga la mayor central nuclear del país, sobre el río Dnipró. Pese a que es la que es la que tiene menos control ruso, con el 63% de su superficie ocupada por Moscú, tiene administración militar y si bien la capital de igual nombre está en manos ucranianas, su puerto principal de Berdiansk lo tienen los rusos. 

Finalmente, el de 83% de Jersón, fronteriza con Crimea y clave en producción agrícola está bajo control del Kremlin.

Como se ve, anexar estas cuatro regiones aumentará el potencial industrial y de cultivos de pancoger para Rusia, amén de blindarse más allá de su frontera marítima.



Cartas a Putin

Las autoridades de dichas regiones del este ucraniano formalizaron ayer, vía cartas, la solicitud de anexión al presidente Putin, mientras que la presidenta del Consejo de la Federación de Rusia (Senado), Valentina Matviyenko, anticipó que la próxima semana se aprobaría el proyecto que contempla tales incorporaciones.

El líder de la autoproclamada República Popular de Lugansk (RPL), Leonid Pasechnik, firmó un documento en el que solicita la anexión del territorio a la Federación rusa, al igual que Vladimir Saldo, jefe de la administración cívico-militar de Jersón, mientras que el de Donestk sostuvo que “pronto estaremos de regreso a casa”.

"Querido Vladimir, le escribo en nombre del pueblo de la región de Lugansk. Teniendo en cuenta la aprobación obtenida a través del referéndum, le pido que considere la posibilidad de sumar el territorio a Rusia como parte de la Federación", escribió Pasechnik en la misiva, al tiempo que agregó que "el régimen de Kiev, instigado por Occidente, no deja a nadie fuera: están muriendo ancianos, mujeres y, lo peor de todo, niños".

Por su parte, Saldo ha resaltado que más del 87 por ciento de los votantes han abogado por la anexión "con su tierra histórica" y han destacado que la consulta se ha realizado de acuerdo con los principios y normas generales del Derecho Internacional.

"Los residentes han tomado su decisión y han decidido formar parte de Rusia, donde todos son iguales ante la ley. (...) La Carta de la ONU proclama el derecho de cada nación a decidir independientemente su forma de existencia, por lo que celebrar este referéndum es completamente legal", explicó.

El jefe de la administración militar-civil de Zaporiyia, Yevgeni Balitski, envió similar propuesta a Putin en la que reza “queremos iniciar un proceso de anexión que concluya en un acuerdo internacional entre la región en cuestión y el territorio ruso para formar un nuevo sujeto en el marco de la federación".

Anexión exprés

Occidente, que no reconocerá las anexiones de esas regiones ucranianas y advirtió a Moscú de ‘costos adicionales y severos’, no podría hacer nada para impedir ese proceso que, al igual que las consultas, se vislumbra exprés.

Aunque la secretaria general adjunta de Asuntos Políticos de la ONU, Rosemary DiCarlo, reiteró que "Naciones Unidas sigue plenamente comprometida con la soberanía, la unidad, la independencia y la integridad territorial de Ucrania, dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas" y en la misma línea se pronunció el canciller de China,  tal Organización no tiene cómo sacar avante una condena en el Consejo de Seguridad por el poder de veto que tiene Rusia y que generalmente es respaldado por su socio asiático.

Entre rechazos y condenas es factible que se presente una resolución para condenar tanto los referendos que consideran ilegítimos como la adición de los cuatro territorios a la federación rusa pero, de seguro, será otro intento fallido, como ocurrió con otros proyectos que buscaban condenar las actuaciones bélicas del Kremlin.

Pese a ello, la embajadora estadounidense Linda Thomas-Greenfield, anticipó que Washington "pondrá sobre la mesa una resolución condenando los falsos referendos, llamando a los Estados miembros a no reconocer ningún estatus modificado de Ucrania y obligando a Rusia a retirar sus tropas de Ucrania" y advirtió que estas anexiones de territorio ucraniano “amenazan con abrir una caja de Pandora imposible de cerrar". 

Entre tanto, el Parlamento ruso aprobará en tiempo récord la expansión territorial del país.

Según Matviyenko, las autoridades rusas respetarán "la voluntad" de los ciudadanos de los cuatro territorios que realizaron los referendos -todos ellos en el este de Ucrania y bajo control ruso- y el 4 de octubre estaremos listos para considerar este asunto”.

Su par de la Duma o cámara baja, Viacheslav Vololdin, había anticipado que una vez se presente el ‘tratado’ para la anexión se procederá a su rápida aprobación para que pase al Senado donde también se contempla un procedimiento expedito. Así, se contempla que el trámite no será mayor a dos días.

Descontado el mismo, hay dos grandes incógnitas: ¿Se anticipará el presidente Putin a formalizar este viernes en su discurso ante el Parlamento las anexiones sin esperar el proceso legislativo? Y ¿Cuál será la respuesta de la comunidad internacional ante este nuevo desafío del Kremlin? /Redacción internacional con agencias