¿Lo más serio de la guerra en Ucrania está por llegar? | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Domingo, 17 de Julio de 2022
Redacción internacional con AFP

ES ALTAMENTE probable que ni el cerrado entorno del presidente ruso Vladimir Putin conozcan sus verdaderos planes de guerra como tampoco su reciente frase de que “aún no empezó en serio” la campaña militar. La única certeza que allí y en el resto del mundo se tiene es que ante un hombre tan impredecible como calculador, es que la invasión a la vecina Ucrania durará tiempo.

Hace ya casi cinco meses se dijo que el objetivo de la ‘ofensiva especial’ en Ucrania, como el Kremlin determina la guerra era la toma de Kiev, la capital, forzar el cambio de gobierno e instalar uno aliado a Rusia. Cuatro semanas después, en una decisión tan inesperada como estratégica, Putin concentró las tropas en la región del Donbás, develando su plan de controlar territorialmente el este, lo que le aseguraría un corredor terrestre desde la anexada Crimea hasta las autoproclamadas repúblicas de Donestk y Lugansk, lo que de suyo implicaba el dominio de las dos salidas claves:  los mares Negro y Azov.

A hoy, ha conquistado algunas de las ciudades de la región, pero no ha podido dar un parte de victoria por la férrea resistencia de los ucranianos que se ha visto fortalecida con la entrega de potente armamento de Occidente, con Estados Unidos a la cabeza, lo que obviamente ha prolongado el conflicto y la incertidumbre global, pese al alto impacto que ha tenido en la economía.

La solidaridad mundial ha sido creciente con los ucranianos y su presidente Volodomir Zelenski, quien ha sido invitado a cuanto foro, cumbre o parlamento, entre otros sesione. Allí ha develado la crueldad de la guerra y logrado las fuertes sanciones que hoy soporta Rusia.

De la duración de la guerra, inclusive de su curso diario, así como del número de víctimas (fatales y heridos) no hay certeza alguna, aunque Kiev entrega esporádicamente algunas cifras, porque del lado ruso solo se han conocido dos partes oficiales de guerra. Las imágenes de ciudades destruidas, autos quemados, militares en trincheras y ciudadanos tanto que van al exilio como que han decidido regresar se divulgan constantemente, pero el pulso real del conflicto es incierto, como lo es el objetivo real de Putin.

Hace pocos días el mandatario ruso confirmó al mundo que la ofensiva real “no ha empezado”, al tiempo que desafió a las potencias occidentales por su apoyo militar a Ucrania. Pero también fue más allá al decir que “oímos actualmente que (los occidentales) quieren derrotarnos en un campo de batalla ¿Qué decirles? ¡Que lo intenten!", declaró.

Sobre retomar la negociación su diatriba no ha cambiado. "No rechazamos mantener negociaciones de paz, pero quienes se rehúsan deben saber que les será más difícil llegar a un acuerdo con nosotros más adelante”, afirmó.

El Donbás ¿y algo más?

Las tropas rusas prosiguen su avance en la región ucraniana del Donbás, aumentando las conjeturas sobre cuáles son los objetivos de Putin en esta guerra.

Salvo un vuelco militar, Putin tiene varias cartas en mano, aunque sigue siendo totalmente opaco sobre sus intenciones: ¿consolidar el Donbás? ¿Avanzar? ¿Negociar para registrar sus conquistas territoriales y dividir a Occidente?

"Todas las opciones están sobre la mesa" resume Pierre Razoux, director académico de la Fundación Mediterránea de Estudios Estratégicos (FMES).

"Todo es posible" confirma Alexander Grinberg, analista en el Jerusalem Institute for Security and Strategy (JISS). "¿Los rusos van a parar y proclamar una gran victoria, o tienen otros planes" en el Sur del país? se pregunta.



Nadie parece capaz de impedir que los rusos sometan totalmente al Donbás, ya en parte bajo control de los separatistas prorrusos desde 2014, aunque persistan focos de resistencia.

Más allá de las ciudades de Severodonetsk y Lysychansk, que cayeron una tras otra, hay objetivos atractivos para Moscú

"Rusia puede esperar conquistar Sloviansk y Kramatorsk y sus alrededores" opina Pierre Grasser, investigador del laboratorio Sirice de la universidad de la Sorbona de París. "En Sloviansk, las fuerzas rusas esperan hallar una población, en todo caso la que se ha quedado, bastante amistosa"

Pero las fuerzas rusas han mostrado al principio de la guerra que no podían aventurarse demasiado lejos. "Su 'apisonadora' funciona bien cerca de sus fronteras, de sus centros logísticos y de sus bases aéreas. Pero en cuanto se alejan, todo es más complicado" subraya Pierre Razoux.

Los rusos conquistaron rápidamente Jersón, en el sur, en los primeros días de la guerra pero la situación en la costa del mar Negro no se ha estabilizado.

"La guerra en el sur y la liberación de los puertos ucranianos del cerco ruso es un frente de mucha mayor importancia estratégica" que el Donbás, estima Mick Ryan, un general australiano jubilado.

Entre tanto, Járkov, la segunda ciudad del país, al noreste, cerca de la frontera rusa, permanece bajo control ucraniano y podría constituir un objetivo para Putin, según Pierre Razoux.

"En caso de derrumbe ucraniano y de aislamiento completo de Járkov, los rusos podrían obligar a los ucranianos a optar por defender Járkov o por poner la presión en el sur, en dirección de Jersón".

Una batalla por el control de esta ciudad de 1,4 millones de habitantes sería muy devastadora y el asedio podría durar "un año", calcula.

Por su parte, Colin Clarke, director de investigación de Soufan Center, un think-tank de Nueva York considera que “el objetivo de Rusia es seguir destruyendo a las fuerzas ucranianas a la espera de que el apoyo político a Ucrania se debilite en Occidente".

Prioridades de Zelenski

Protagonista de una guerra que no inició, preso en un tren del que no puede bajarse, el presidente ucraniano está condenado a alimentar una dinámica fundamentalmente militar que condiciona su supervivencia.

Cuando nadie duda que el conflicto durará, ya no es pertinente para Zelenski negociar con Rusia. La realidad del frente dictará su futuro, según analistas consultados por la AFP.

"Él está convencido de que la guerra debe seguir su camino, que él tiene armas y los rusos debilidades. Al principio estaba dispuesto a negociar porque tenía miedo, pero ahora ya ha tomado el ritmo, aunque sabe que no recuperará el Donbás ", sostiene Elie Tenenbaum del Instituto francés de Relaciones Internacionales (IFRI).

"El concepto es claro", asegura William Taylor, exembajador estadounidense en Ucrania: "él detiene la dinámica (rusa), él contraataca y vuelve hacia las posiciones del 24 de febrero".

Cansar al enemigo es otra de sus estrategias. Es así como los ucranianos solo retroceden militarmente cuando no tienen más opción, como en Severodonesk y Lysyshansk. "Los ucranianos les hicieron pagar caro ese territorio", señala un responsable estadounidense de Defensa.

Exestrella de la televisión, Zelenski era muy cuestionado en Ucrania antes de la guerra. "Las reformas no se hacían (...) y había cantidad de intrigas políticas", dice Angela Stent, analista en la Brookings Institution.

Luego se convirtió en jefe de guerra convincente, "utilizando evidentemente sus calidades de actor de televisión para comunicar bien" y esta es una imagen que debe preservar.

"No tengo ningún indicio de que (la guerra) lo fatigue", dice William Taylor. "La presión debe ser enorme. Pero (...) resiste.  Todo el mundo está de acuerdo en que su fuerza reside en la relación que establece con el pueblo ucraniano", agrega.

Pero hay que conservar esa unidad pese a los muertos, las privaciones y el miedo. Por ahora nadie habla de negociaciones, subraya Taylor, quien subraya que “eso no quiere decir que no habrá”.

 "Hay un límite al sufrimiento pero (los ucranianos) no han llegado aún a ese punto".

Las divisiones podrían aparecer en la sociedad ucraniana entre las franjas opuestas a cualquier concesión territorial y las otras. Negociar solo puede ser propuesto "por fuerzas prorrusas en Ucrania y ahora están marginalizadas", indica Anatoli Oktisiuk.

Pero la fatiga de la opinión aumentará si el conflicto dura. "El costo de la guerra se volvió más evidente para la población ucraniana y los diferentes actores políticos", subraya Kliszcz, quien subraya que existen desacuerdos, pero son confidenciales.

"El campo de batalla podría amenazar esta unidad", agrega.

En otro ‘frente’, la guerra aceleró considerablemente el acercamiento entre Ucrania y los países occidentales. Ucrania adquirió el estatuto de candidato a la entrada a la Unión Europea.

Zelenski sabe lo que debe a los occidentales. Juega sobre el peso de la guerra para el futuro de Europa. "Su mensaje (...) es que lucha por nosotros (...) y estoy seguro que él lo cree", dice Taylor.

Pero ese apoyo desde Estados Unidos al Reino Unido pasando por Francia y Bélgica, solo durará si el ejército ucraniano asume su cita con la historia.

En caso de triunfar con su ofensiva, "muchos se animarán ante la perspectiva de que Ucrania recupere territorio", subraya Michael Kofman, del centro de reflexión estadounidense CNA. En caso contrario, agrega, muchos considerarían que la salida estará "en la mesa de negociaciones"./