Las áreas rurales en Colombia han sido históricamente las más afectadas por el conflicto armado. Actualmente hay una diferencia de tres años en los niveles de aprendizaje entre niños y niñas del mismo grado en las zonas urbanas y rurales, indicó el Consejo Noruego para los Refugiados.
“El nuevo presidente de Colombia debería redoblar la inversión del Gobierno para garantizar la educación de las zonas rurales más afectadas por el conflicto; un Plan Marshall para educación rural es necesario”, afirmó Christian Visnes, director de país para el Consejo Noruego para Refugiados (NRC) en Colombia.
Visnes añadió que el próximo mandatario, que será elegido el domingo 17 de junio, “debe reconocer que la educación será fundamental para poner fin a la violencia”.
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Estudios indican que solo la mitad de los niños, niñas y jóvenes en áreas rurales que obtienen acceso a la educación van más allá de la escuela primaria. Esto significa solo cinco años de educación.
Las principales razones son el desplazamiento forzado, la violencia, la interrupción del año escolar, la pobreza, las largas distancias entre las escuelas y sus hogares y la falta de profesores.
La organización resaltó que la implementación de los acuerdos deberá crear una posibilidad única para que los niños, niñas y jóvenes rurales puedan finalmente superar la crisis del desplazamiento forzado y ser capaces de volver a la escuela.