Aumentar el presupuesto universitario, cumplir los compromisos con Fecode, corregir el rumbo del PAE , son tres frentes de este flanco
 

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Dos meses y medio lleva Iván Duque como presidente de la República y ya tiene su primer gran pulso: con la educación.

Pasado mañana la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) cesará labores durante 24 horas en solidaridad con el estudiantado universitario que demanda mayores recursos para la enseñanza.

A través de un comunicado, la organización dijo que “coincide con los estudiantes, rectores y profesores universitarios en conformar un bloque amplio que convoque a más sectores con el objetivo de buscar soluciones de fondo para el déficit presupuestario de la educación pública”.

Pero el gremio magisterial, que agrupa a unos 350.000 docentes, ya había ‘inaugurado’ a Duque el 13 de septiembre exigiendo el cumplimiento de los acuerdos firmados con el gobierno anterior, en cuya gestión también se radicó el proyecto que modifica el Sistema de Participaciones en Educación, Salud y Saneamiento, iniciativa que los profesores piden retirar argumentando que “recorta presupuesto del PAE (…) atenta contra la carrera docente, elimina plazas de provisionales y, en general, agravará la crisis educativa”, anotando que “es tan nefasto que amenaza con acabar la gratuidad de la educación pública”.

El cartapacio reivindicativo de Fecode, que según sus directivos sigue vigente en tres ejes fundamentales (salud, educación y trabajo), ha sido respondido por la ministra de Educación, María Victoria Angulo, con un llamado a construir una agenda para la educación pública que ya se concretó en un primer encuentro. Con la renovación de la dirigencia sindical efectuada la semana pasada, la alta funcionaria espera reanudar “las mesas de trabajo para hacer seguimiento a los compromisos y construir diálogos alrededor de temas como el reconocimiento de la bonificación pedagógica, el financiamiento de la educación, formación y evaluación para ascenso docente, garantías para el ejercicio de la labor docente y realizar los juegos del magisterio”.

Pero, como ya se dijo, la jornada del martes implica que por tercera semana consecutiva los estudiantes universitarios, en particular los de los centros públicos de educación superior, volverán a manifestarse exigiéndole al Gobierno un aumento presupuestal de 3,2 billones de pesos para que los claustros no cierren y de 15 billones de pesos para que no se caigan a pedazos, según las consignas enarboladas.

Las marchas han sido convocadas por varias organizaciones estudiantiles, entre las que se destacan la Unión Nacional de Estudiantes de la Educación Superior (Unees), Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles de la Educación Superior (Acrees) y la Federación Nacional de Representantes Estudiantiles (Fenares).

Sin embargo, Duque considera que el presupuesto integral más alto que ha tenido el sector educativo, representado en 41 billones de pesos, así como la partida más grande en inversión, de 4 billones de pesos, se han logrado en estos 70 días de gobierno.

Eso lo dijo la semana pasada, días después de ordenarles al ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, y a la directora del Departamento Nacional de Planeación, Gloria Alonso, buscar "en el marco del presupuesto bienal de regalías 1 billón de pesos de recursos para la educación superior en los próximos dos años, para fortalecer la educación superior en las regiones", recursos que, dijo, se sumarían a los 500.000 millones anunciados poco antes para este sector educativo.

Pero el pulso con la educación no es solo en materia de los reclamos de Fecode y las organizaciones estudiantiles. También está la financiación y el control al PAE y de la continuidad de Ser Pilo Paga.

Duque expresó en estos días que al inicio de su mandato se encontró con que “el presupuesto de inversión total tenía una reducción de más de 7 billones de pesos; teníamos el servicio a la deuda pasando de más de 18 a 36 billones de pesos”.

Explicó que por esto el Gobierno priorizó los recursos para comenzar a atender a la población más vulnerable, en este caso a la primera infancia, con el PAE, al que “con las restricciones que tenemos, logramos aumentar en un 48% los recursos”.

Tras los escándalos que por todo el país ya tienen en líos disciplinarios y fiscales a funcionarios públicos de todo rango, así como a estos y particulares sometidos a procesos penales, varios alcaldes y gobernadores que las decisiones sobre el PAE vuelvan a centralizarse y que si no se quiere que las retome el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), que las asuma el Ministerio de Educación. Sobre esto el Gobierno no se ha pronunciado.

El Jefe de Estado también aludió a la adición de 500.000 millones de pesos destinados a los compromisos que existen con estudiantes que ya son beneficiarios de programas como Ser Pilo Paga. A ellos “no les podemos decir: váyanse para su casa, porque esos estudiantes que necesitaban que se les pagara hasta la última matrícula”, señaló.

Como se sabe, el Gobierno tomó la polémica decisión de acabar con el programa Ser Pilo Paga para destinar esos recursos a la universidad pública.

Duque indicó que el Gobierno busca “el fortalecimiento integral de la educación superior y, sobre todo, de la educación superior pública, a través de programas de gratuidad”.

“Voy a destinar todas mis energías, todas mis ganas y todo mi compromiso, a seguir fortaleciendo integralmente la educación de este país, porque ese es un deber moral”, enfatizó.