Con hondo pesar se recibió  en todo el país la noticia del fallecimiento del general retirado Manuel José Bonnet Locarno, uno de los mandos castrenses más reconocidos de las últimas décadas. Dueño de una personalidad en donde sobresalían los rasgos y pensamientos caribes, el alto oficial jugó un papel clave tanto en la superación del conflicto armado por la vía militar como también por la negociada. Sus amigos más cercanos también destacan su formación académica y cultural, que lo hacían una persona con un alto perfil humanista y de servicio a la Patria.

Nacido en Ciénaga, Magdalena, falleció ayer en el Hospital Militar de Bogotá, víctima de un cáncer contra el que luchó en los últimos años.​

Tuvo una larga y productiva trayectoria en las filas castrenses, que inició décadas atrás y fue escalando poco a poco grados y responsabilidades cada vez más altas. Ocupó los cargos de Director de la Escuela Superior de Guerra, Inspector General de las Fuerzas Militares, Comandante del Ejército Nacional y Comandante General de las Fuerzas Militares.

También fue embajador ante el gobierno de Grecia, profesor de la Escuela Superior de Guerra en las cátedras de Planeamiento Estratégico, Operaciones y Proceso de Toma de decisiones. Igualmente fue catedrático de las universidades: Sergio Arboleda, CESA y Universidad del Magdalena. Asimismo, ejerció como profesor e investigador de las Facultad de Ciencia Política, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario.

De igual manera, ya en su condición de retirado, Bonnet Locarno fue designado en el primer mandato del presidente Santos como gobernador encargado del Magdalena.

Sin embargo, fue en su papel de integrante de la delegación gubernamental de paz con la guerrilla de las Farc en donde el general retirado ganó una mayor notoriedad. Quienes lo acompañaron en La Habana sostienen que sus aportes fueron determinantes en cuanto a las decisiones que tenían que ver con la operatividad de la Fuerza Pública, los lineamientos de la justicia transicional y que no se igualara la situación de los integrantes de la Fuerza Pública con la de los guerrilleros a desmovilizar.

La llegada de un excomandante de las Fuerzas Militares a la mesa de negociación con las Farc sorprendió a muchos, porque era claro que se sentaría frente a frente con los cabecillas de las Farc, a quienes como mando castrense combatió toda su vida y les asestó varias derrotas importantes, al tiempo que recibió también muchos golpes subversivos.

“Despedimos con honores a uno de nuestros soldados más antiguos, el señor General Manuel J. Bonett Locarno, quien a través de su labor contribuyó a la defensa de nuestra nación y desde la academia a la formación de las nuevas generaciones”, escribió ayer el Comando General de las Fuerzas Militares, al lamentar el fallecimiento de su comandante años atrás.

A su turno, la Asociación de Asociación de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares (Acore) lamentó el fallecimiento “de un gran soldado y siempre líder de nuestras FFMM”.

El Gobierno también expresó su sentimiento de solidaridad para con la familia del alto militar y la institución castrense, al tiempo que reconoció los aportes de Bonnet Locarno al país.