El actual gobierno de Iván Duque y los que vienen van a tener que seguir ampliando y defendiendo el principio de la libertad de cultos y de conciencia, que hasta el momento ha tenido desarrollos importantes tras ser incluido en el año 91 en la Constitución, pero que aún sufre algunas restricciones. Así lo señaló el exsenador Édgar Espíndola.

“La Constitución del 91 le abrió a los colombianos la posibilidad de que existiera la libertad de cultos y de conciencia, recordemos que en la Constitución de 1886 ese artículo no existía. De tal manera que la libertad de cultos y de conciencia en el 91 fue un gran logro de la Asamblea Nacional Constituyente, que se ha venido desarrollando por ejemplo con normatividades que la reglamentan para que los colombianos tengan realmente una libertad de cultos y de conciencia”, señaló Espíndola, quien también es copresidente del Partido Opción Ciudadana.

Añadió que en materia de libertad de cultos y de conciencia “se ha venido avanzando significativamente, obviamente que a veces en lo local se siente que un acuerdo municipal o un decreto del Alcalde está cohibiendo la aplicación de un artículo nacional de la Constitución, pero creo que el Gobierno y los gobiernos que vienen van a tener que seguir ampliando y defendiendo ese principio universal consagrado en los derechos humanos, consagrado en tratados internacionales y consagrado en la Constitución, como es la libertad de cultos y de conciencia, para que efectivamente se dé en Colombia”.

Espíndola consideró que hay aspectos que requieren ajustes, “creo que, por ejemplo, el Gobierno tiene que reglamentar el tema de las capellanías. Por ejemplo en las cárceles de Colombia, al igual que a la iglesia tradicional, el Estado colombiano puede contratar capellanes con misiones diferentes a la tradicional, que haya una verdadera igualdad en materia de capellanes para que en la Policía o en el Ejército, o en los establecimientos carcelarios, también existan pastores y ministros de otros cultos que puedan compartir principios y valores al interior de estos establecimientos en igualdad, como lo hacen con la iglesia tradicional”.

La Constitución Política contempla en el Título II, que recoge los derechos fundamentales, que: artículo 18. “Se garantiza la libertad de conciencia. Nadie será molestado por razón de sus convicciones o creencias ni compelido a revelarlas ni obligado a actuar contra su conciencia”.

En tanto que en el artículo 19 indica “se garantiza la libertad de cultos. Toda persona tiene derecho a profesar libremente su religión y a difundirla en forma individual o colectiva”.

Mientras que el artículo 13 de la Carta Política establece que “todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica”.

Participación en Congreso

De otra parte, Espíndola destacó la participación que logró el sector cristiano en el actual Congreso de la República, de acuerdo a los resultados que alcanzó en las elecciones del 11 de marzo pasado.

Al respecto señaló el exparlamentario: “Creo que es un gran logro el hecho de que Colombia Justa Libres haya avanzado significativamente y que haya aglutinado una gran mayoría del sentimiento cristiano en torno a una propuesta política, y producto de ese esfuerzo hoy tengan en el Congreso tres senadores. Me parece que es una posición muy importante para defender desde allí principios y valores cristianos. Recordemos que el pueblo cristiano se pronunció el 10 de agosto de 2016 en contra de lo que en su momento el Gobierno quería implementar, que era la ideología de género, modificar todos los manuales educativos para enseñar unos principios que únicamente los tiene que enseñar son los padres en materia de sexualidad de los niños”.

Añadió Espíndola que “me parece que la presencia de los grupos cristianos en el Congreso de la República es muy importante, ahora con la llegada por ejemplo de Colombia Justa Libres, que emerge como una expresión de defensa de la familia, los principios y valores universales que nos rigen”.