EN TIEMPOS de pandemia por el Covid-19 muchos pacientes están dejando a un lado los tratamientos de diferentes enfermedades como por ejemplo el cáncer, por miedo a contraer el virus, además de las ideas equívocas que surgen alrededor del manejo y de los diferentes tratamientos.
Gracias a los avances en la investigación, los tratamientos contra el cáncer son más eficaces y presentan menos efectos secundarios, pero eso no quita que aún existan ideas erróneas sobre los mismos, por ello, Mayo Clinic detalla algunos de los mitos más frecuentes junto a sus realidades, a continuación:
1. Lo único que se necesita para combatir el cáncer es una actitud positiva: no existen pruebas científicas las cuales avalen que mantener una actitud positiva durante el tratamiento contra el cáncer, le conceda una ventaja o aumente las probabilidades de curarse.
Lo que sí es posible con una actitud positiva es mejorar su calidad de vida durante y después del tratamiento. Tendrá mayores probabilidades de permanecer activo, mantenerse en contacto con sus familiares y amigos, además de continuar con las actividades sociales. Esto le dará una mayor sensación de bienestar y fuerzas para afrontar la enfermedad.
2. “Si pudimos llegar a la luna, ya deberíamos haber encontrado la cura para el cáncer”: encontrar la cura para el cáncer resultó ser un procedimiento más complejo que dominar los principios de ingeniería y física de los vuelos espaciales. De hecho, el cáncer incluye un gran conjunto de enfermedades y puede deberse a varios motivos diferentes en cada persona.
Si bien, el diagnóstico y el tratamiento contra el cáncer han mejorado, los médicos aún no saben completamente por qué una célula se vuelve cancerosa, así como los resultados que obtienen unas u otras personas. Además, el cáncer cambia constantemente.
3. Todos los tipos de cáncer pueden detectarse a tiempo gracias a los controles médicos habituales y a la tecnología actual: recibir atención médica con regularidad puede aumentar las probabilidades de detectar el cáncer a tiempo, es imposible garantizarlo. El cáncer es una enfermedad complicada que no siempre se puede detectar.
El cumplimiento de los exámenes de detección habituales se asocia a una reducción en la cantidad de muertes por cáncer de próstata, de cuello del útero, de mama, de pulmón, de colon y de recto.
4. Si recibe tratamiento contra el cáncer, no puede vivir en su casa, trabajar ni continuar con sus actividades habituales: la mayoría de las personas con cáncer reciben el tratamiento como pacientes ambulatorios. Es posible que, en ocasiones, sea necesario viajar a un centro médico especializado.
Las personas, a veces, pueden optar por no trabajar durante un tiempo y enfocarse en su salud, pero muchas veces también es posible retomar o continuar trabajando.
5. El cáncer siempre causa dolor. Algunos tipos de cáncer nunca lo causan: en el caso de las personas con padecimientos oncológico, particularmente, aquellas que padecen un cáncer en etapa avanzada, los médicos se han dado cuenta de la necesidad de controlarlo y han encontrado mejores métodos para tratarlo. Si bien no se puede eliminar el dolor por completo, el objetivo es controlarlo para que no tenga una gran repercusión en su rutina diaria.
6. Las células cancerosas pueden verse afectadas por una biopsia con aguja y trasladarse a otras partes del cuerpo: casi todos los tipos de cáncer carecen de pruebas definitivas que indiquen que una biopsia con aguja -procedimiento utilizado para diagnosticar muchos tipos de cáncer- causa la propagación de células cancerosas.
Sin embargo, hay excepciones que los médicos y cirujanos conocen bien. No suele utilizarse una biopsia con aguja, por ejemplo, para diagnosticar el cáncer testicular. Al contrario, si un médico presume la presencia de cáncer testicular, se extirpa el testículo.
7. La cirugía causa la propagación del cáncer: aún no se ha demostrado que la cirugía cause la propagación del cáncer. No retrase ni rechace el tratamiento a raíz de este mito. El primer y más importante tratamiento contra el cáncer suele ser la extirpación quirúrgica. Debido a que algunas personas se sienten peor en la recuperación que antes de la cirugía, es posible que crean este mito.
8. Todas las personas con el mismo tipo de cáncer reciben el mismo tratamiento: el médico personaliza el tratamiento según cada caso en particular. El tipo de tratamiento que recibirá depende de dónde se ubica el cáncer, si se propagó y en qué medida lo hizo, qué efectos tiene sobre las funciones del organismo, cuál es su estado de salud en general y otros factores.
Existen cada vez más tratamientos personalizados contra el cáncer en función de una prueba genética de células cancerosas.
9. Todas las personas con cáncer deben recibir tratamiento: cualquier receta contra el cáncer depende de usted. Antes de tomar una decisión, puede consultar con el médico y analizar sus opciones.
Una persona con cáncer puede optar por no recibir un tratamiento si presenta lo siguiente:
- Cáncer de crecimiento lento: es posible que algunas personas no presenten ningún síntoma y que en las pruebas de laboratorio se observe que la enfermedad crece muy lento. Estas personas pueden optar por esperar y controlar su progreso. En caso de que el cáncer comienza a crecer rápidamente, siempre tienen la opción de iniciar el tratamiento.
- Otras afecciones médicas: si padece otras enfermedades graves que posiblemente representen una mayor amenaza para su salud, puede optar por no tratar el cáncer. Esto puede aplicarse particularmente en caso de un crecimiento lento.
- Cáncer en etapa avanzada: si el tratamiento supone más efectos secundarios que beneficios, puede optar por no recibirlo.