El proceso sobre la expedición de la licencia ambiental para la mina de cobre de Quebradona en Jericó, Antioquia, está prácticamente suspendido debido a que se requiere de una segunda visita a la región por parte de los inspectores de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) y el director de esta entidad, Rodrigo Suárez, quien renunció intempestivamente luego de permanecer dos años en el cargo.
En la primera visita de la ANLA, esta aceptó que es necesario verificar y profundizar técnicamente en aspectos adicionales relacionados con los medios abiótico y socioeconómico, los cuales son indispensables para continuar con el proceso de evaluación del proyecto.
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Señala la entidad que “la segunda visita también responderá a una solicitud reiterada de la comunidad del área de influencia del proyecto de llegar a lugares en los que no se pudo estar en la primera visita, solicitud que fue reiterada en varias oportunidades y que esta Autoridad considera procedente atender”.
Esta segunda visita quedó establecida a comienzos de este año, cuando se aprobó la llegada de dos nuevos terceros intervinientes. Se trata de Proantioquia y Jericoanos con visión. La primera, es una fundación privada del sector empresarial antioqueño, mientras que la segunda es un grupo ciudadano conformado por más de 120 jericoanos. De acuerdo con la ANLA, el tercer interviniente es “una persona natural o jurídica que se manifiesta por iniciativa propia para ser parte e interviniente en el procedimiento administrativo de un trámite ambiental, sin necesidad de demostrar interés jurídico alguno”.
Evaluación
Por parte de Proantioquia, informaron que tras realizar una serie de consultas a entidades del Estado conocedoras del tema minero, “se evidencia la carencia de una evaluación sistémica e integral de los impactos de la minería de metales en la región de influencia del proyecto, la ausencia de la ley de concurrencia y coordinación en torno al uso del suelo y el subsuelo a la que ha exhortado la Corte Constitucional, y la necesidad de enfatizar los preocupantes efectos sobre el ambiente y la biodiversidad”.
Asimismo, la semana pasada en un comunicado firmado por la Junta Directiva de la Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos (SAI), se dio a conocer su solicitud ante la ANLA para ser tenida en cuenta también como tercer interviniente.
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La mina
La situación actual de la mina parece que no se va a definir sino hasta el segundo trimestre del 2021, según manifestaron fuentes de la ANLA a EL NUEVO SIGLO. Esta situación no solo se da por la cantidad de reclamos que se han presentado en el municipio de Jericó; también, por la actual coyuntura que atraviesa el país lo que ha retrasado cualquier decisión que involucra tanto el tema social, como el ambiental y empresarial.
La mina de Quebradona, situada en la vereda que lleva el mismo nombre, está ubicada en Jericó pero también tiene influencia en Támesis. En su área de influencia cubre gran terreno de bosques y el nacimiento de muchas fuentes hídricas que nutren al municipio. Es por ello que cualquier decisión que se tome al respecto tiene mucha sensibilidad con la población.
Frente a las afectaciones de los cuerpos de agua por la subsidencia, la compañía explica que ha estructurado un proyecto de canalización para desviar las aguas hacia otros cauces por fuera del hundimiento de la montaña.
Por el alto potencial de cobre que al parecer tiene, fue descubierta en 2004 por las empresas AngloGold Ashanti y B2Gold, que estaban buscando oro y otros metales en la parte alta de Jericó. Los estudios arrojaron que en la zona había una alta concentración de cobre y en 2015, el proyecto fue declarado de interés nacional estratégico, entre otras razones, porque este metal ha tomado mayor importancia y se considera un producto que puede incrementar los ingresos del país.
La alta demanda en el mundo por este mineral esencial en el desarrollo tecnológico y de las energías renovables no convencionales ha vuelto muy atractiva a esta industria. En el caso colombiano, dada la dimensión del proyecto, tendría un gran impacto en las finanzas públicas del país. Se estima que generará entre US$300 y US$400 millones en exportaciones anuales y más de seis billones de pesos en impuestos, durante 21 años.
Precisamente, la Minera de Cobre Quebradona (MCQ), filial de AngloGold Ashanti (AGA), se convirtió en la primera empresa del sector en transformarse en sociedad de Beneficio e Interés Colectivo (BIC) a través de una reforma en sus estatutos.
Por peticiones de este Diario, AngloGold Ashanti, dijo que “el BIC lo tenemos incorporado de diferentes maneras en el proyecto. Para el beneficio ambiental, desarrollamos más de 150 talleres en la comunidad de Jericó denominados “Hablando se entiende la gente”, y en cuyo espacio hemos oído a los participantes sobre lo que más les interesa”.
Referente al tema del paisaje y conservación del mismo, señalaron que “el consenso ha sido el tema del paisaje y la conservación del ecosistema del bosque seco tropical que predomina en la zona. Vamos a ir un poco más allá con respecto al porcentaje de compensación en el tema ambiental, si el ecosistema se afecta, con la puesta en marcha del Parque Biodinámico”.
Referente a la situación con las comunidades, la compañía indicó que “las comunidades nos han dejado en claro que no están contentos con el viejo esquema de la responsabilidad social. Y piden que el proyecto les deje un valor agregado a futuro. Por esta razón se creó la fundación ProJericó, herramienta que garantizará un mínimo de recursos por US$2 millones durante la vida del proyecto, es decir, en los años de montaje y operación”.
Retiro de Comfama
La Caja de Compensación Familiar Comfama, que tenía previsto construir un parque recreativo y ecológico de 300 hectáreas contiguo a las 60 hectáreas don AngloGold que pretende instalar la infraestructura para la mina Quedradona, dijo que “luego de un completo estudio de los impactos que causaría el proyecto minero de la multinacional AngloGold Ashanti en Jericó y Támesis, decidió suspender la construcción del parque recreativo”.
El proyecto de Comfama significaba la generación de 1.500 empleos permanentes en la región, ingresos de industria y comercio importantes para Jericó, además de ser un espacio de actividades no solamente turísticas sino de formación ciudadana para la conservación de los ecosistemas.
Indica la Caja que “Comfama suspende el proyecto hasta que se defina por la ANLA si se concede o no, la licencia a la de explotación del primero de cinco yacimientos metálicos que integran el Proyecto Quebradona que sería parte del distrito minero”.