Si bien el mundo necesita aumentar rápidamente los esfuerzos para reducir las emisiones, los países también deben acelerar con urgencia el proceso de adaptación a los impactos cada vez más severos del cambio climático. Este es el enfoque clave de la primera Cumbre Internacional de Adaptación Climática (CAS, por su sigla en inglés), que se celebra este lunes y martes en los Países Bajos, para destacar la urgencia de que los países desarrollen planes efectivos de adaptación al cambio climático.
La adaptación -reducir la vulnerabilidad de los países, las comunidades y los ecosistemas a la crisis climática mediante el aumento de su resiliencia- es un pilar del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, que requiere que los países implementen medidas de adaptación como parte de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC).
Justamente, el pasado 29 de diciembre, el gobierno de Colombia presentó ante Naciones Unidas su NDC: la hoja de ruta en acción climática que implementará de aquí a 2030, y su aporte al cumplimiento del Acuerdo de París. En ella, el país identificó a través de 113 indicadores el nivel de riesgo y vulnerabilidad de los 32 departamentos ante el cambio climático y, con base en ese diagnóstico, definió 30 metas para adaptarse efectivamente a este, las cuales involucran a estos sectores:
Vivienda, ciudad y territorio; Agua y saneamiento básico; Salud; Minas y energía; Industria, comercio y turismo; Transporte; Agricultura y desarrollo rural; y Ambiente.
Para discutir temas de adaptación, la cumbre virtual convocará a líderes mundiales como el exsecretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el actual secretario general de la ONU, Antonio Guterres. También, el primer ministro británico, Boris Johnson; el presidente francés, Emmanuel Macron; y la canciller alemana, Angela Merkel, entre otros. El evento lanzará una Agenda de Acción de Adaptación global enfocada en la acción, con el objetivo de acelerar la implementación de estrategias de adaptación climática durante la próxima década.
Manuel Pulgar-Vidal, líder global de Clima y Energía de WWF, dijo que este encuentro es bastante oportuno, teniendo en cuenta que la urgencia nunca ha sido mayor, y añadió que lamentablemente, en la medida en que comenzamos a presenciar los impactos cada vez más severos del cambio climático, los países también tienen que acelerar los esfuerzos para adaptarse y mitigar.
También apuntó que “las comunidades más vulnerables de todo el mundo están sintiendo los impactos de la crisis climática, y los ecosistemas de los que dependen están bajo la presión de inundaciones extremas, sequías, incendios forestales y mares crecientes, y estos impactos solo van a empeorar”.
Con esto estuvo de acuerdo Sandeep Chamling Rai, asesor principal de WWF para la Política de Adaptación Global, quien dijo que “este año necesitamos ver la urgencia y ambición global en la adaptación y la construcción de la resiliencia climática. La Cumbre debe abrir el camino para el viaje que tenemos por delante”.
Vanessa Perez-Cirera, subdirectora mundial de Clima y Energía de WWF, dijo: “La adaptación climática no se trata solo de tecnología e infraestructura, sino también del papel que puede desempeñar la naturaleza en la construcción de la adaptación y la resiliencia climáticas. El potencial de las Soluciones Basadas en la Naturaleza para el cambio climático, una de las herramientas de adaptación más integrales y rentables, aún no ha sido despertado. La naturaleza puede ayudar a los países a ser más resistentes al cambio climático, pero si no la protegemos y la ayudamos a adaptarse, no puede ayudarnos a nosotros”.
Invertir en soluciones de adaptación sostenibles puede ayudar al mundo a mitigar crisis globales como el cambio climático y la pérdida de la naturaleza.
WWF está trabajando en todo el mundo para construir sociedades y ecosistemas más resilientes al clima, incluso a través de Soluciones Basadas en la Naturaleza, y soluciones financieras innovadoras.
Un ejemplo de este trabajo es la ambiciosa iniciativa Resilient Asian Deltas, que busca que los deltas se mantengan por encima del nivel del mar, en lugar de que se hundan y encojan. WWF también está administrando conjuntamente el revolucionario Fondo Holandés para el Clima y el Desarrollo, que utiliza fondos públicos para aprovechar nuevas finanzas privadas en proyectos que fomentan la resiliencia climática.
Stuart Orr, líder mundial de Agua Dulce de WWF, dijo: “El rápido aumento de la inversión en ríos, lagos y humedales saludables será fundamental para los esfuerzos mundiales de adaptación al cambio climático, ya que sus impactos se sentirán más inmediata y agudamente a través del agua”.
Añadió que “los fondos públicos nunca llenarán la brecha de adaptación. Los enfoques financieros innovadores, como Soluciones Financiables Basadas en la Naturaleza de WWF, pueden ayudar a canalizar miles de millones en nuevas inversiones privadas hacia proyectos financiables sostenibles que mejoran la salud de los ecosistemas de agua dulce, lo que impulsará la adaptación, la seguridad hídrica y la biodiversidad de agua dulce”.