Luego de diez etapas, el joven prodigio del equipo Ineos, Egan Bernal, está cumpliendo los pronósticos que le situaban como uno de los favoritos para conquistar el Tour de Francia y convertirse de esta manera en el primer colombiano que sube a lo más alto del podio de los Campos Elíseos.
Pese a su fractura de clavícula poco antes de comenzar el Giro de Italia, primera gran vuelta que iba a disputar como jefe de filas, el ciclista de 22 años marcha en estos momentos 3º de la clasificación general a 1 minuto y 16 segundos del líder, el francés Julian Alaphilippe, y viste el maillot blanco de mejor joven.
“No venía pensando en un resultado y ahora estar tercero en la general de un Tour de Francia es increíble, supercontento con lo que llevo hasta el momento, falta mucho pero la verdad es que para mí es increíble”, declaró ayer durante la primera jornada de descanso.
No es muy frecuente que un ciclista tan novato cuente con aspiraciones serias de llevarse una de las tres grandes vueltas, para las que la experiencia es fundamental.
Pero la atronadora irrupción del nuevo ‘escarabajo’ colombiano en la élite ciclista en 2018, ratificada con un buen desempeño en este Tour, le amerita para ser tenido en cuenta en la ronda gala más abierta de los últimos años por las ausencias de Chris Froome, Tom Dumoulin o Primoz Roglic.
Bernal se dio a conocer al gran público en el pasado Tour, como gregario de lujo del británico Geraint Thomas y de Froome, finalizando 15º en la general.
Buen retorno
No estaba previsto que este año volviera a la ‘Grande Boucle’. La intención era ver cómo se desenvolvía en el Giro en su estreno como cabeza de cartel del poderoso Ineos, antiguo Sky, pero su caída a principios de mayo, cuando entrenaba a pocos días de la salida en Bolonia, dieron al traste con el test.
Un incidente muy inoportuno luego de su magnífico inicio de temporada, en el que estaba consolidando su nuevo estatus de estrella.
En marzo se adjudicó el que hasta el momento es el triunfo más brillante de su recién montada estantería de trofeos, la París-Niza, por delante de su compatriota Nairo Quintana (Movistar), y una semana después participaba en la Vuelta a Cataluña, en la que finalizó 3º por detrás de otro colombiano, Miguel Ángel ‘Supermán’ López (Astana).
Tras la lesión volvió en la Vuelta a Suiza, competición de acondicionamiento para el Tour, de nueve etapas, que dominó incontestablemente.
“Esta es una de las carreras más grandes que he ganado. Estoy realmente contento”, dijo el colombiano al término de la ronda helvética.
El enemigo en casa
Bernal, llegado a la estructura británica en 2018 procedente del Androni Giocattoli italiano, se ha convertido en la nueva esperanza de Colombia para que, de una vez por todas, uno de los suyos se haga con la grande francesa.
No solo las fantásticas cualidades de Bernal llenan de razones a los que defienden su candidatura.
El hecho de competir en una escuadra tan granítica como el antiguo Sky le hace sumar enteros, aunque uno de sus grandes rivales está precisamente en su propio equipo: el vigente campeón de la prueba, Thomas, que le saca 4 segundos en la general.
El de Zipaquirá, que viene de “una temporada de desgaste y presión psicológica”, como dijo este martes, se ha sometido por el momento a la jerarquía de equipo que sitúa al galés por delante.
Pero las próximas etapas en los Pirineos dictarán si está en mejor condición que Thomas y Alaphilippe para vestir de amarillo en la capital de Francia o si necesita aún el empujón de la experiencia. La presión por obsequiar a Colombia su primer Tour recae sobre sus hombros.
Y si Bernal, el mejor colombiano de la general, fallase, el país cafetero sigue contando con otras bazas como Quintana, que figura 8º en la general a 2 minutos y 4 segundos del maillot amarillo.
A la espera
Por su parte Nairo Quintana, 8º en la general a más de dos minutos del líder Julian Alaphilippe, asumió ayer que perderá “algo de tiempo” respecto al resto de favoritos en la contrarreloj del viernes en Pau, aunque afirmó que llega “con ganas” al tramo decisivo de la ronda gala.
“Casi que es una fortuna llegar a esta altura del Tour perdiendo, quizás, el menor tiempo de estos años con los rivales directos”, señaló el líder del equipo Movistar.
“No será fácil, pero estamos en condiciones e intentaremos jugar de la mejor manera para recortar tiempo, y en la crono, estar a tope pero para perder lo menos que se pueda. Pienso que llego bien a la crono, con ganas. El cuerpo está bien, en condiciones. Habrá pérdidas y lo sabemos, porque al contrario que otros no soy especialista. Cederé algo de tiempo, pero espero que no sea demasiado”, añadió Quintana, a 2 minutos y 4 segundos del maillot amarillo.
“Estamos a once días de París y queda mucho por delante. Hay etapas de montaña que nos pueden venir muy bien. El trabajo del equipo todos estos días fue muy, muy bueno, ayer en especial estábamos todos delante hasta el infortunio de Mikel”, se refirió el escalador boyacense a la caída sufrida por su compañero Mikel Landa, que dejó al corredor vasco casi sin opciones de victoria en París.
Última oportunidad
Entre tanto, una última llegada al esprint antes de la montaña, será la de hoy. La undécima etapa del Tour de Francia, entre Albi y Toulouse, se presenta apta para los velocistas.
El recorrido de 167 kilómetros en forma de gran 'S' camino a los Pirineos concluye con una larga recta de más de dos kilómetros.
“Una etapa bastante corta y sin mayores dificultades”, estimó el director de carrera, Thierry Gouvenou. “Es una elección intencionada para preparar los cuerpos antes del tríptico de los Pirineos y la contrarreloj individual. Después sólo le quedarán a los velocistas dos oportunidades”, en Nimes y en los Campos Elíseos.
La última presencia del Tour en la capital de la región de Occitania, en el sur de Francia, data de 2008, cuando Mark Cavendish se impuso al esprint./ENS-AFP
EGAN BERNAL acapara las miradas en el Tour de Francia, en el que es candidato al título. Por ahora es tercero y el mejor joven.