“UNA CONSTITUCIÓN que apenas estamos conociendo como la del 91, no es posible quererla reemplazar. Eso es peligroso, sobre todo porque el Congreso está lleno de maletas en efectivo que quiere repartir el Gobierno”, aseguró a EL NUEVO SIGLO la senadora del Centro Democrático, Paloma Valencia, haciendo referencia al anuncio del ministro de Interior, Juan Fernando Cristo, de convocar una constituyente, siguiendo lo establecido en la Carta Magna.

También habló de las expectativas de la nueva legislatura, sobre los proyectos que va a presentar en el Congreso, de lo inconveniente que resulta la reforma laboral y del peligro para las nuevas generaciones de la ley de reforma pensional.

EL NUEVO SIGLO: A días de iniciar la tercera legislatura en el Congreso de la República, ¿cuáles son las expectativas que desde el Centro Democrático tienen para los próximos seis meses?

PALOMA VALENCIA: Que prevalezca la democracia y la Constitución, que los dineros en efectivo que circulan desde el Gobierno no vayan a terminar hiriendo de muerte a nuestra democracia.

ENS: ¿Cuáles son los proyectos que desde la bancada del uribismo van a presentar al Congreso durante esta nueva legislatura?

PV: Voy a presentar nuevamente el proyecto de voucher escolar, que es fundamental para que todos los niños de bajos ingresos de este país puedan escoger entre la educación pública y la privada pagada por el Estado.

También insistiré en el proyecto agropecuario para que los campesinos más pobres de nuestra nación puedan tener mecanismos alternativos para recibir créditos y ser más productivos.

Además de eso, voy a radicar el proyecto de formalidad dos, que busca reducir los costos de ser formales en Colombia, pensando, claro está, en los pequeños y medianos negocios del país.

Por supuesto, volveremos a radicar la reforma estatutaria sobre la salud que creemos que es fundamental para defender los derechos de los colombianos a elegir entre los sistemas público, privados y mixtos.

Las reformas de Petro

ENS: Durante la pasada legislatura el Gobierno Petro sancionó la ley de reforma pensional, cuya aprobación en el Congreso fue duramente cuestionada por sectores políticos de oposición, ¿considera usted que esta norma, tal y como fue firmada por el presidente responderá a las expectativas de la población?

ENS: La reforma pensional no era del todo mala y si hubiesen aceptado algunas modificaciones, hubiese terminado siendo un buen proyecto. Pero hoy, esa reforma pensional se convierte en una reforma tributaria para el año 2045, donde los bebés de este país van a tener que pagar unos ingresos superiores a los que pagamos hoy.

Creo que eso es inaceptable; por eso, presenté una demanda de inconstitucionalidad, aprovechando que la Cámara de Representantes irrespetó el principio democrático y derecho de los congresistas a debatir el proyecto.

ENS: Ante el alud de demandas sobre esta ley de reforma pensional, ¿cree que la Corte Constitucional la hundirá definitivamente?

PV: Estoy segura que se va a hundir. Lo que pasa es que hay que tener lista la alternativa. Hay que eliminar los subsidios a las grandes pensiones, hay que bajar el umbral a un salario mínimo, a fin de que el Estado solo financie y subsidie pensiones de un salario mínimo y menos, y concentremos los ingresos del Estado en los colombianos más pobres.

ENS: Luego de meses de discusión, la reforma laboral pasó su primer debate en la Cámara de Representantes. Ahora que continúa su tránsito por el legislativo, ¿cuáles son los ‘peros’ que hace a este proyecto?

PV: Esta es una reforma que pretende privilegiar a los grandes sindicatos del país, que son la gran minoría. En cambio, perjudica al pequeño negocio y a la mediana empresa, que es la inmensa mayoría en Colombia.

El más grave peligro de esta reforma es esa negociación colectiva obligatoria para los sectores, ya que se vuelve una barrera de acceso para sectores y elimina la competencia entre los sectores.

Segundo tema muy preocupante es que todo lo que buscan hacer es reforzar el sindicalismo, acabar con la posibilidad de los pactos colectivos y eliminar las negociaciones directas entre los empleados.

Porque es que la libertad sindical es la libertad de afiliarse; o, por el contrario, la libertad de no afiliarse.

Acuerdos y constituyente

ENS: El recién electo ministro de Interior, Juan Fernando Cristo, habló de un acuerdo nacional con los diversos sectores, ¿cree que se vaya a concretar durante esta legislatura?

PV: Me parece que el Gobierno habla de acuerdos, pero ninguno de sus integrantes ha intentado buscarlos. Al Gobierno le gusta hablar porque le gusta el titular, que es distinto.

ENS: El mismo ministro Cristo también puso sobre la mesa la posibilidad de una constituyente, pero vía Carta 91, ¿qué piensa?

PV: La constituyente es un tiro en el pie. En un país que tiene tantos problemas de crecimiento económico y que tiene tanta incertidumbre, una constituyente va a generar más incertidumbre todavía. Adicionalmente, va a retrasar aún más la reactivación económica.

El Gobierno dice que está preocupado por la economía y que emitirá leyes para sacar a la nación adelante, entonces, lo primero que debe hacer es no generar más incertidumbre en el país.

Pero, además, una Constitución que apenas estamos conociendo como la del 91, no es posible quererla reemplazar. Eso es peligroso, sobre todo porque el Congreso está lleno de maletas en efectivo que quiere repartir el Gobierno.

ENS: ¿Cómo evalúa el Gobierno en materia de ‘paz total’?

PV: Es muy grave que el Gobierno esté financiando al Eln ilegalmente y rompiendo muchos tratados internacionales, ya que eso significa que la plata de todos los colombianos terminó ayudando a delincuentes a cometer secuestros y muchos asesinatos.

Es muy grave que las guerrillas de izquierda, las cuales se identifican ideológicamente con el presidente Gustavo Petro, estén recibiendo tratamiento de gestores políticos y que les estén ofreciendo impunidad, ya que aquí casi que no hay subversión, pues eso se acabó.

Desde que ganó Gustavo Petro, quien perteneció a esas guerrillas, en Colombia ya no puede haber subversión. Por lo tanto, aquí estamos ante delincuentes comunes que debieron ser tratados como tales. Los criminales donde deben estar es en las cárceles.