Confinar no vacunados, ¿solución a esta creciente pandemia? | El Nuevo Siglo
EUROPA es desde hace semanas el epicentro de la pandemia del covid-19. De allí que se estén reimponiendo restricciones
Foto archivo AFP
Sábado, 13 de Noviembre de 2021
Redacción internacional con Europa Press

En pleno apogeo de la cuarta ola de covid-19 que volvió a tener como epicentro a Europa, fruto en gran parte de la negativa de vastos sectores poblacionales a inmunizarse contra el virus, varios gobiernos estudian medidas para hacer frente a esa pandemia de no vacunados.

A casi dos años de la aparición del coronavirus en la ciudad china de Wuhan, éste ha dado varias vueltas al mundo con un alto poder de contagio, el que ha logrado frenarse ante el desarrollo de varias vacunas en tiempo récord, lo que se convirtió no sólo en un hito científico sino en la salvación de la humanidad.

Con una decena de inmunizantes aprobados para uso de emergencia, comenzó la campaña de vacunación masiva y global, aunque con las desigualdades históricamente existentes por el poder económico de las naciones. De esta forma, tanto Estados Unidos como los países del Viejo Continente estuvieron a la vanguardia de la misma.

Sin embargo, por una variopinta de razones, que van desde las religiosas hasta fake news absurdas como que las vacunas alterarán el ADN o permitirán la implantación de un chip para controlar las personas, se ha registrado en el mundo y paradójicamente en las naciones más industrializadas una marcada resistencia a la inmunización, lo que se bautizó como la ‘pandemia de no vacunados’.

Ante esta incalculada situación, que amenaza con convertirse en una nueva crisis y en momentos en que el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades advirtió que “la situación sanitaria debido a la pandemia de coronavirus sigue agravándose  en la Unión Europea (...) y es muy preocupante en diez países y preocupante en otros 13”, varios de ellos comienzan a reimplantar restricciones y, otros más arriesgados como Austria, adoptarán una medida que aunque puede considerarse ‘extrema’ la califica de necesaria.

Y ello, porque la ofensiva sanitaria se dirige a los no vacunados, quienes entrarían a forzoso confinamiento a partir de la próxima semana, en aras no sólo de frenar los nuevos contagios récord que registra desde semanas atrás, sino de preservar tanto la salud de los que se inmunizaron y mantener la lenta pero segura reactivación económica.

El gobierno austriaco dirigido por el canciller Alexander Schallenberg se mostró confiado en recibir, este domingo, el aval del Parlamento donde se debatirá el tema y que tiene como objetivo declarar un estado de confinamiento nacional para la población no vacunada del país, que es aproximadamente el 35% de sus de 9,8 millones de habitantes.

Sostuvo que las autoridades terminarán de concretar los términos de este posible confinamiento, que comenzaría en principio el lunes, tras un encuentro virtual con los gobernadores estatales, una reunión del comité principal del Consejo Nacional y el espaldarazo del Congreso, todo lo cual tendrá lugar el domingo.


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Sin embargo, el canciller austriaco insistió en la urgente necesidad de imponer una "solución nacional", de allí que requiera tanto el aval del Parlamento como la implementación de sus pares a nivel regional.

También reiteró su rechazo a un posible cierre "general" para toda la población.

"No debería haber solidaridad con los no vacunados", expresó el canciller austriaco.

Por su parte, el ministro de Salud, Wolfgang Mückstein, sostuvo que después de consultas con los estados federales, se abre el debate la vacunación obligatoria de los trabajadores sanitarios del país, en un esfuerzo por mitigar el alto impacto que ya tiene la cuarta ola de la pandemia en ese país. De igual forma dio casi por seguro el confinamiento de la población no vacunada en los estados de Alta Austria y Salzburgo, que tienen los registros más altos en las dos variables que miden el comportamiento del coronavirus, como venía anunciando desde días atrás.

Ese país, al igual que la mayoría del Viejo Continente, se encuentra en un apogeo de la pandemia por número de casos, al registrar en torno a los 10.000 nuevos afectados diarios desde mediados de semana. Los decesos diarios también han vuelto a subir hasta alcanzar aproximadamente la veintena, una cifra nunca vista desde mediados de mayo. Austria ha registrado unos 923.000 contagios y 11.600 fallecidos desde el comienzo de la crisis.

Esas cifras se están registrando pese a que el 64% de los austríacos están vacunados por completo, un porcentaje levemente inferior a la medida de la Unión Europea (67%) y que es considerada por las autoridades como una tasa “lamentablemente baja”.

Alerta de agencia sanitaria

Según el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (Ecdc), la situación sanitaria debido a la pandemia de coronavirus sigue agravándose en la Unión Europea, donde de los 27 países miembros, Bélgica, Polonia, Holanda, Bulgaria, Croacia, República Checa, Estonia, Grecia, Hungría y Eslovenia generan una gran preocupación.

"La situación epidemiológica en la UE está caracterizada por un alza rápida e importante de los casos y una tasa de mortalidad débil, pero en lenta alza. Los casos, las hospitalizaciones y el número de muertos deberían aumentar en el curso de las dos próximas semanas", advierte la agencia sanitaria.

En los países que figuran en la categoría "preocupante" se hallan precisamente Austria, Alemania, Dinamarca, Finlandia, Irlanda, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Rumanía y Eslovaquia.

Tres países están en la categoría "preocupación moderada" (Francia, Portugal, Chipre) y cuatro en preocupación débil (Italia, España, Suecia y Malta).


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Ante esta situación la mayoría de los gobiernos han reimplantado restricciones como el uso del tapabocas, el aforo en lugares públicos y la exigencia del certificado de vacunación para acceder a bares, restaurantes, cafeterías, cines y otras instalaciones.

De igual forma, el ministro de Empleo danés, Mattias Tesfaye, sugirió la posibilidad de que las empresas también puedan pedir este documento en el futuro y dijo que la razón es que se busca mantener a la sociedad danesa "a salvo".

Dinamarca levantó las restricciones por la pandemia a nivel nacional el pasado 10 de septiembre, incluyendo la obligatoriedad de usar el tapabocas por considerar que su nivel de vacunación era alto. Sin embargo, ha enfrentado una dura cuarta ola. Hasta el momento acumula más de 400.000 contagios y 3 mil fallecidos.

Situación similar ocurre en Noruega que había levantado todas sus restricciones a finales de septiembre, y evalúa nuevas medidas ante el repunte del coronavirus, pero descartando confinamientos o restricciones de viajes. Simultáneamente propondrá una tercera dosis para todos los mayores de 18 años.

Igualmente, los casos de contacto no vacunados de más de 18 años están obligados a hacerse la prueba de detección a partir del 16 de noviembre y el personal sanitario no vacunado deberá hacerse la prueba dos veces por semana, así como usar tapabocas.

Tras reafirmar ese gobierno que al igual que en el resto del mundo las personas no vacunadas son, sin duda, las más afectadas, instó a sus 5.4 millones de habitantes a observar las normas mínimas de autocuidado ante el inesperado aumento de casos diarios, que se aproximan a 1.500.

Entre tanto, las autoridades de Países Bajos confirmaron un nuevo récord de contagios luego de presentar, en las últimas 24 horas, 6.364 nuevos casos en la última jornada y tras una semana en la que las cifras han superado los 10.000 casos diariamente. Igualmente se han elevado los pacientes hospitalizados. Ante ello se espera que hoy se reintroduzcan algunas restricciones.

La situación más grave, aparte de Rusia, la enfrenta desde hace semanas Alemania y se espera que se prolongue durante varias más.

Los casos de contagio aumentaron de manera drástica estos últimos días en el país. Ayer el instituto sanitario (RKI, por sus siglas en inglés) registró 48.640 nuevos contagios y 191 muertos en 24 horas.  

Lothar Wieler dio la voz de alarma. "Tenemos que asumir que la situación seguirá empeorando en toda Alemania" y que esta evolución "no puede detenerse sin nuevas medidas…Nos esperan semanas y meses difíciles (...)", dijo, expresando su preocupación por una situación ya tensa en algunos hospitales, que sufren la falta de personal médico”, indicó el funcionario gubernamental, quien también instó a limitar los contactos en lugares públicos y llamó a los no vacunados a dar ese paso, “por el bien de todos”.

Cerca de un 67,4% de la población está totalmente vacunada, muy lejos del objetivo de 75%.

Entre tanto el gobierno se reunirá el jueves con los responsables de las regiones para definir las medidas a tomar y entre ellas estarán, sin duda, la cancelación tanto la temporada del carnaval como la de los tradicionales mercados de navidad.