UNO DE los retos más importantes tras dos años del Gobierno nacional de Gustavo Petro, está relacionado con la lucha frontal contra las organizaciones del narcotráfico que debe mantener el país en razón a los acuerdos antidrogas con la comunidad internacional. Según datos suministrados por el Ministerio de Defensa, en cabeza de Iván Velásquez reveló que entre enero y mayo de 2024 fueron eliminadas 1.587 hectáreas, frente a las 4.511 del mismo periodo del año anterior y las 33.454 hectáreas de los primeros cinco meses de 2022, lo que sigue generando preocupación a nivel nacional e internacional.
Una de las preocupaciones más importantes en este sentido es que Estados Unidos, uno de los países aliados de Colombia en la lucha contra las drogas ha manifestado recientemente que reducirá los aportes a Colombia en materia antidrogas en un 50%.
Al respecto, EL NUEVO SIGLO indagó con juristas, y consultó además con el general (r) y exdirector de la Policía Nacional, Hoover Penilla quienes explicaron cómo está el país tras estos dos años de gobierno en materia de lucha antidrogas y la efectividad de las políticas que aplica el ejecutivo en esta materia.
Una de las voces autorizadas en esta materia es la del general Hoover Penilla, exdirector general de la Policía Nacional, asegurando al respecto que “se viene registrando de manera preocupante un aumento en cultivos ilícitos de coca y de producción del alcaloide. Con esto nos han metido el cuento que el precio del narcótico ha bajado por motivo de las intervenciones en seguridad, eso es una mentira. Existen otras fuentes de financiación que utilizan las estructuras armadas al margen distintas al narcotráfico y a la compra de la hoja de coca a los productores”.
En torno al mismo aspecto, el abogado y exministro Juan Carlos Esguerra señaló a este Diario que “hay un estancamiento, y yo suelo dar una respuesta porque me parece que no ha habido una política de Estado que es necesaria para que esa lucha pueda avanzar significativamente”.
A su turno, el también exministro y exfiscal Alfonso Gómez Méndez declaró que ha visto avances en algunos aspectos de la política antidrogas “yo creo que sí ha avanzado en cuanto al cambio de política que viene de tiempo atrás inclusive y particularmente del gobierno de Juan Manuel Santos. En el sentido de hacer más énfasis en lo que es el tráfico propiamente dicho que en el consumo, además hay que mirar que la política antidrogas no se puede aislar del contexto internacional. Me parece equivocado que se centre el éxito, exclusivamente en el número de plantas ilícitas destruidas porque incluso eso va como en contravía de la idea principal del Gobierno que consiste en que el problema no está en el cultivo de la hoja sino en el tráfico. Ha habido avances en cuanto a la incautación de las toneladas de cocaína que reporta el gobierno a través de los medios, no se sabe es cuántas personas han sido capturadas, quienes y en donde han sido detenidos o en donde están”.
De igual manera, el exfiscal Guillermo Mendoza Diago manifestó que “vemos que se tiene muy poca información sobre el tema de parte del gobierno y de las autoridades encargadas de la erradicación y desde esa perspectiva uno podría decir que eso no es mucho lo que ha avanzado. Pero lo que sí también es importante reconocer es que no se ha detenido, es decir, los programas diseñados para eso han continuado, pero no se ve un resultado que permita considerar que ha sido efectivas ciento por ciento el procedimiento de erradicación de cultivos”.
Resultados no esperados
Al respecto de si esta política ha alcanzado los resultados esperados en estos dos años, los expertos manifestaron. Inicialmente el general Penilla explicó que el alcaloide presenta una sobreoferta en el país, no solo por el cambio en el modo de delinquir de las estructuras armadas, sino que, además, por la minería ilegal en relación con la explotación ilícita de oro se convirtió en una fuente de ingresos mucho más importante para las organizaciones al margen de la ley, que el narcotráfico. “Actualmente hay demasiada sobreoferta de hoja de coca en el país, y esto porque es el oro ilegal es lo que tiene interés para los grupos armados actualmente. Esto significa que mientras exista delincuencia, la criminalidad no se va a reducir en ningún espacio”.
Sobre el mismo particular, el exministro Juan Carlos Esguerra sostuvo que “ha habido políticas del Gobierno nacional que además han sido erráticas y que han variado la una de la otra, en un gobierno y en el otro e incluso dentro del mismo gobierno. Esto necesita una política de Estado y un compromiso de Estado que se extienda a lo largo de los gobiernos y en todas las ramas del poder público”.
Ante el mismo cuestionamiento, Alfonso Gómez Méndez agregó que “la actitud del gobierno en general me parece correcta en cuanto a que el problema del narcotráfico es un problema de la comunidad internacional que no lo puede resolver un solo país y que hay que mirar más hacia el tráfico de los insumos químicos, el lavado de activos y el enriquecimiento ilícito, me parece que unos de los lunares del gobierno es adelantar diálogos con grupos que más que ideológicos son particularmente narcotraficantes”, dijo.
Asimismo, mencionó que “la erradicación es parte de los resultados, pero a mí juicio no es el tema central del problema, el problema central es las conexiones del narcotráfico con la política, con sectores de la sociedad, porque se puede erradicar una gran cantidad de cultivos. De hecho, cada gobierno tiene cifras para mostrar, pero lo más importante sería ver la política de sustitución real de cultivos que comprende también reformas sociales y económicas en los sitios donde se producen estos cultivos”.
Posteriormente, Mendoza Diago acotó en lo referente a los resultados de la política antidrogas que “ahí tiene que irse programando o diseñando mecanismos en función de los resultados que se vayan obteniendo, sí se ve que eso no avanza, pues, obviamente, que se debe hacer cambios y mejoras a los procedimientos”.
Consideró que “en ese sentido, hay que estar permanentemente buscando los medios para la erradicación, nosotros no sabemos exactamente sí se le hizo tanto daño a ese medio de erradicación prohibiendo las fumigaciones. No podemos decir exactamente eso o si ha habido otros aspectos que no se han tenido en cuenta y advierte resultados negativos en dicha política. Pero lo que sí es un hecho es que un solo procedimiento no puede continuar perpetuamente en el tiempo para ver qué pasa, ¡no!, sino que se debe ir ajustando, mejorando, y aplicando medidas efectivas para contrarrestar el accionar de los grupos delincuenciales que están relacionados con el tráfico de estupefacientes en cuatro a producción y distribución, en fin. Hay que estar buscando continuamente formas que hagan más efectivo el asunto de la lucha contra las drogas”.