El Comité Olímpico Internacional comenzó este jueves en Catar conversaciones con los talibanes, cuando la comunidad olímpica trata desde mediados de agosto de evacuar de Afganistán a centenares de miembros del sector deportivo y de proteger a los que se quedaron en el país.
"Ambas partes reafirmaron el derecho fundamental de acceder al deporte y de practicarlo con total seguridad para todos los individuos, sin discriminación", declaró el COI en un comunicado, en momentos en que la suerte de las deportistas afganas y de los deportistas jóvenes preocupa especialmente.
La delegación afgana, liderada por Mohammad Mutmaeen, el nuevo director general de Educación Física y Deportes, se "comprometió firmemente a seguir y respetar la Carta Olímpica", según el COI, que tiene sede en Lausana (Suiza).
Catar acogió este primer encuentro en Doha, tras haberse implicado en la evacuación de deportistas, entrenadores y funcionarios afganos desde que los talibanes asumieron el poder en ese país, en agosto.
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En este sentido, la FIFA reveló el 15 de octubre que "cerca de cien miembros de la familia del fútbol, incluyendo a jugadoras" fueron trasladados de Kabul a Doha en un vuelo de Qatar Airways, "con el apoyo" del emirato, anfitrión del Mundial de fútbol 2022.
Por su parte, el COI apuntó a fines de octubre que había "dado refugio" a más de 300 "miembros de la comunidad olímpica afgana", con la ayuda del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados y los visados humanitarios obtenidos por varios comités olímpicos nacionales ante sus gobiernos.
"Sin embargo, quedan más de 700 personas en peligro en el país, principalmente mujeres y chicas que hacen deporte, así como defensores del deporte femenino", precisó en aquel entonces el COI.