ANDRÉS FELIPE RANGEL GÓMEZ | El Nuevo Siglo
Sábado, 7 de Julio de 2012

Liderazgo en crisis

 

Quizás una de las mayores riquezas o miserias que pueda tener una nación es su liderazgo. El liderazgo determina hacia donde irá la nación. Las naciones son lo que son en gran parte debido al liderazgo que han tenido. Un liderazgo corrupto y sin visión genera pobreza, injusticia y violencia. Un liderazgo con visión, íntegro y formado genera una nación próspera y con futuro.

Esto se ve de manera frecuente en la historia. Estados Unidos, Noruega, Inglaterra, Alemania, Corea del Sur, Canadá, China, Suiza, etc., son algunos de los países líderes en el mundo, ya que su liderazgo, en gran parte, ha estado a la altura del reto de llevar a estas naciones al lugar que ocupan hoy día.

Por esto es tan preocupante la actual crisis política que sufre Colombia. La reforma a la justicia, que no tiene nada de reforma y mucho menos de justicia, es un penoso espectáculo de la corrupción, codicia y pobreza que padece el liderazgo del país. ¿Qué se puede esperar de un liderazgo que juega con la Constitución a su conveniencia?

Las reformas constitucionales deberían desarrollarse con la seriedad política y jurídica requerida. Una reforma de la Constitución no puede ser un juego de intereses, ni un zoológico lleno de micos. Las reformas, de las cuales el país requiere varias, deberían darse buscando el mejor destino para la nación y sus habitantes. La dificultad de hoy es que al parecer no tenemos el liderazgo que realice las verdaderas y profundas reformas que el país requiere.

Colombia necesita una verdadera reforma a la justicia que permita que el país tenga estabilidad jurídica, una justicia con mayor celeridad y transparencia. ¿Cómo puede tener paz o generar prosperidad y desarrollo una nación en la que la justicia se compra, muchos de los procesos son lentos, demorando años para resolverse, y en donde la Constitución se modifica en armonía con los intereses de sus dirigentes?

Justicia, temas sociales, salud, educación, son apenas algunos de los temas en los que el país necesita reformas profundas. ¿Quiénes realizarán estas reformas? ¿Qué tipo de liderazgo tenemos hoy en Colombia? ¿Nuestros líderes son íntegros, tienen una visión de país a futuro y la preparación requerida para llevar el país a un mejor destino? La respuesta a estas preguntas marcará la diferencia entre una Colombia que no sale de su triste historia de nación ultrajada por su endeble liderazgo o la de una nación reformada con una clase dirigente que le lleve a desarrollar su potencial como país.

El liderazgo de una nación es producto de su cultura y de las decisiones que toman sus habitantes. Si hoy empezamos a tomar decisiones por un liderazgo mejor cosecharemos una nación desarrollada y más próspera en los próximos años. La Colombia del mañana se forma hoy en nuestras manos.

@feliperangel81