“Todos debemos ser responsables del rescate moral de nuestra sociedad”
A las graves situaciones, señaladas por el Episcopado en su mensaje del 03-11-17, ya resaltadas en la primera parte de esta reflexión, agregaron los Obispos otras serias fallas que es preciso enmendar en Colombia. Fueron la ya crónica falta de respuesta a la problemática de la salud, la falta de adecuado y bien convenido enfrentamiento a cultivos ilícitos, “el drama lacerante de la droga”, cuyo consumo esclaviza a personas de toda edad. Advirtieron que esto sustenta el nefasto negocio del narcotráfico, que ha sido fuente de recursos para personas, asociaciones y grupos delincuenciales.
Hay en el mensaje episcopal llamado a superar la profunda polarización que tenemos en el país, por la falta de acuerdo con toda la ciudadanía colombiana, así como se ha tenido con los grupos que han estado impulsando la violencia armada. Esa falta de acuerdo, amplio y dialogado, ha impedido que se llegue al “proyecto común” que reclama el país, con superación de odios y rebatiña política.
Denuncia el Episcopado, como algo que es preciso afrontar, “los atentados contra la vida y la familia”, así como la manipulación ideológica de la educación, sustentados, también, desde los ámbitos legislativo y judicial. Además lamentan que el país se está acostumbrando a recibir decisiones que tocan y afectan la dignidad de las personas y de la identidad de la familia, que son valores fundamentales de la sociedad.
Pero no se queda el Episcopado con denunciar, sino que hace llamado urgente a aplicar soluciones para “sanar heridas”, comenzando por el arrepentimiento real de los delitos, en vez de exaltarlos, con decisión colectiva de una convivencia basada en la justicia y necesaria aplicación de ella, con sincera “cultura del encuentro”. Habrá solución si se dejan de lado posiciones altivas y meramente partidistas, y se busca, en cambio, acuerdo de todas las personas de buena voluntad, colocando al centro de toda acción la altísima dignidad de la persona humana, y obrando todo con gestos de honesta búsqueda de bien común. “Todos debemos ser responsables, con hechos de bondad y rectitud, del rescate moral de nuestra sociedad”.
Se hace énfasis, en el mensaje, sobre la necesidad de que el Gobierno dé soluciones eficaces frente a la crisis de la prestación de la salud, con especial cuidado que llegue a los pobres, algo que es un derecho y no se convierta en desalmado negocio. Se pasa a dar enfático llamado a la búsqueda de efectiva solución si “fortalecemos valores esenciales como la verdad, la libertad, la justicia, el perdón y la reconciliación, sin los que no se llega a una paz auténtica e integral”. También es parte de la solución, que “nos reconciliemos con la naturaleza, prodigando cuidado y protección a las maravillas que Dios nos ha dado en la biodiversidad de nuestra tierra”.
Se exhorta, de nuevo, a que “no tengamos miedo” a dar el paso hacia esa superación de las fallas, y a tener fe y esperanza en buscar con optimismo la aplicación del contenido de los valores, con respeto al pensamiento de los demás y reclamándolo para el sentir cristiano de la inmensa mayoría del pueblo colombiano. Eso sí es un verdadero sendero de paz, basado en lo enseñado por Jesucristo, y recordado con efusivo amor por el Papa Francisco. “¡No nos podemos quedar parados!”
*Obispo Emérito de Garzón