Evelyn Matthei Fornet, alcaldesa de Providencia, Chile, viajó a la capital antioqueña el pasado 15 de agosto para conocer “el milagro de Medellín”.
La favorita en todas las encuestas presidenciales en Chile −y aún no candidata−, había decidido visitar la ciudad por sus logros en reducción de homicidios y sostenibilidad y urbanización. “Tenemos mucho que aprender y mucho que copiar”, dijo la alcaldesa de la Providencia, que estaba acompañada de una delegación interesada en el tema de seguridad, en especial. “Nos interesan las medidas tomadas contra el narcotráfico”, agregó.
El tema de la seguridad no ha sido ajeno a su vida. Desde niña, Matthei oyó hablar de operativos y estrategias en la Base Aérea de Cerro Moreno, norte de Chile, donde su papá lideró la base en equipo con Alberto Bachelet, padre de Michelle. Los giros que da la vida llevaron a que cada uno tomara posiciones distintas frente a la dictadura de Augusto Pinochet (1974-1990). Matthei se convirtió en ministro de Salud; a Bachelet lo torturaron hasta morir. Sus hijas, sin embargo, y a pesar de la política, siguieron siendo amigas.
Semblanza
Con un semblante tranquilo que contrasta con la ansiedad típica del novato de Gabriel Boric, Evelyn Matthei, de 69 años, está dando de qué hablar no solo en Chile, sino también en el mundo. La revista The Economist, recientemente, escribió un perfil suyo, motivada por el absoluto liderazgo de Matthei en los sondeos presidenciales, a pesar de que ella no ha hecho oficial su candidatura.
Esta semana, el Panel Ciudadano UDD −encuestadora contratada por El Mercurio− publicó que si las elecciones fueran hoy Matthei lograría el 29% de los votos, seguida por el líder republicano José Antonio Kast (13%), y la exmandataria Michelle Bachelet (13%). La encuesta también preguntó por la segunda vuelta, escenario más probable. Si llegan a pasar Matthei y Bachelet, triunfaría la alcaldesa de Providencia con un 47%. De competir contra Kast, también sería la vencedora con un 44%. Un último escenario descrito es el de Kast con Bachelet, en el que esta última le ganaría por dos puntos al candidato republicano.
En mayo de 2023, cuando los republicanos de Kast ganaron la mayoría de la Asamblea Constitucional, la sensación en Chile fue casi que compartida: es irreversible el triunfo de Kast en 2025. Líder del partido, excandidato presidencial durante las elecciones de diciembre de 2021 y principal opositor al Gobierno, el líder de derecha logró un triunfo que no solo le permitió dominar el Legislativo, sino controlar las fuerzas políticas para derrotar el proyecto que cursaba en el Congreso para escribir una nueva constitución, iniciativa presentada por el impopular Gabriel Boric como parte de sus promesas de campaña.
La dinámica política en Chile, sin embargo, ha cambiado su curso. Durante 2023 y lo que va de 2024 Kast ha venido cayendo en las encuestas. Aunque su partido es de lejos la mayor fuerza política en el Congreso, los australes se han empezado a desentender de sus propuestas, que van desde la legalización de las armas y la prohibición del aborto, hasta la deportación de migrantes ilegales y el apoyo a la dictadura de Augusto Pinochet. Se trata de premisas por las que los mismos votaron en las elecciones legislativas y que, con el empeoramiento del gobierno Boric, parecía que iban a tomar más fuerza.
Este cambio de preferencias electorales se puede entender desde experiencias como la de Francia, donde en las pasadas elecciones presidenciales el candidato del lepenismo, Jordan Barella, perdió en segunda vuelta con Emmanuel Macron, quien despertó los miedos a la “ultraderecha” y “los extremos”. En Chile, anticipadamente, podría estar pasando algo así.
Moderada
Si se mira el pasado de Matthei, los fantasmas de la dictadura de Pinochet no parecen ser tan ciertos, pues en su momento fue miembro del partido centroderechista Renovación Nacional en 1992 y protestó en Londres por la captura del dictador chileno en Londres, en 2000.
Como se ve, Mitthei ha sabido vender la idea de que en política “uno va cambiando” y la flexibilidad, aunque en exceso puede desintegrar países, resulta necesaria para gobernar sobre la base de los consensos.
Exministra de Trabajo en 2014, Matthei participó en el exitoso primer gobierno de Sebastián Piñera, con quien tuvo una relación cercana desde los tiempos de Renovación Nacional y su apuesta por renovar la derecha tras la transición a la democracia en Chile. Piñera se reeligió en 2016 y sus posibilidades presidenciales quedaron relegadas por la popularidad del expresidente, fallecido en un accidente de helicóptero en febrero de este año.
“Los chilenos están hartos de extremismos y anhelan moderación y sentido común”, le dijo Matthei a La Tercera. Ella representa una centroderecha pactista, de la misma línea que la de Eduardo Frei (hijo) y otros políticos chilenos que dieron lugar a la Concertación, ese modelo político en el que los partidos de centroderecha y centroizquierda se repartieron el poder en los primeros años de democracia.
Por lo visto, Chile está cansada de la inestabilidad. Primero vinieron las protestas de 2019 por el alza de los pasajes de bus, luego la llegada de Boric y después la tediosa y fallida apuesta para cambiar la constitución. Todo ello acompañado de una crisis económica que ha hecho que el país solo crezca menos del 2,0% este año y enfrente la peor oleada de violencia desde hace décadas.
La moderación de Mitthei llega en el momento indicado, piensan muchos. Chile busca recuperar la senda del progreso con más consenso y menos pugnacidad como la que representa Boric. Es ahí donde el discurso de Kast pierde fuerza y el de Mitthei se catapulta sin siquiera ser candidata. Aunque, sin duda lo va a ser. En CNN (Chile) dijo hace poco que invita a Amarillos (un partido que convoca a la Democracia Cristiana y a por La Democracia, ex- Concertación) a firmar las bases de un proyecto moderado.
Mitthei es un fenómeno de centroderecha en momentos en que la derecha más dura viene ganando en varios países, en especial por su discurso a favor de la seguridad. En Chile, con ella, está por verse si será distinto durante las presidenciales de noviembre de 2025.
* Analista y consultor. MPhil en Universidad de Oxford.