En la política como en la guerra los errores son irreversibles. Marco Licinio Craso un acaudalado cónsul romano, quien hizo parte del triunvirato con Julio César y Pompeyo, cometió un grave error táctico cuando enfrentó a los partos, el mismo que permitió la caída de su ejército, el ajusticiamiento de su hijo y de él mismo, causándole la muerte al obligarlo a ingerir oro. De ahí viene la popular expresión “craso error”, cuando por razones subjetivas carentes de sentido objetivo se comete un error que termina siendo letal a una causa.
En el caso que nos ocupa, Oscar Iván Zuluaga, candidato presidencial del Centro Democrático, fue invitado formalmente a integrar la consulta del Equipo por Colombia, dada las afinidades y propósitos democráticos de sus integrantes. Zuluaga esgrime como argumento el hecho de haber sido rechazado en principio por algunos de sus integrantes, cosa cierta, pero también acogido por otros, es decir que en una votación interna de la coalición, Zuluaga ganaría su inclusión. Pero sorprendentemente en una persona de las cualidades de Oscar Iván, pareciera que pudo mas la sensibilidad personal que el compromiso con el país que busca gobernar, pues cuando se advierte la sombra del populismo totalitario sobre nuestro país y que cada día crece mas, no se pueden cometer errores que terminen siendo fatales a la estabilidad democrática del país.
La realidad es que la estrategia de las corrientes populistas es cohesionarse ellos y dividir al contendor. “Divide y vencerás” lo dijo Cesar y lo retomó Maquiavelo, pues entre mas dividida esté la derecha y centro derecha, dará mas cabida a la estratégica izquierda, que finalmente podría terminar con el triunfo. Veámoslo objetivamente: Petro es el único candidato que cuenta con voto duro y propio, además de un posicionamiento casi del 100%; sacó 4.855.069 votos en la 1ª vuelta de 2018; Sergio Fajardo obtuvo en esa jornada 4.602.109 votos, es decir, la izquierda arranca con 9.457.178 y se advierte un crecimiento que podría superar entre ambos los 10 millones de votos en la primera vuelta. Si ellos se unieran podrían ganar en una sola ronda.
Ahora veamos la derecha, Oscar Iván en 2014 logró 3.769.105 votos, solo como CD; Iván Duque remontó en 2018 a 7.616.897 votos, pero con la unión de gran parte del conservatismo que acompañó a Marta Lucía, los partidos cristianos y otras fuerzas. Entonces ir divididos a la primera ronda sería un craso error, porque bajo esa figura lo más probable es que entren a la segunda vuelta Petro y Fajardo, en cambio si Oscar Iván ingresa al Equipo por Colombia, se consolida una fuerza unida que sería invencible y nuestra amada Colombia se librará de aventuras populistas que nos marcarían un futuro incierto y peligroso.
La “Unión hace la fuerza”, axioma irreductible, si el Centro Democrático y Colombia Justa y Libres se unen al Equipo por Colombia, se asegura el paso a la segunda ronda con gran posibilidad de vencer y garantizar un presidente democrático, con cualquiera de sus integrantes que gane la consulta. De no ser así, preparémonos para ingresar al Socialismo Siglo XXI.