Doctor Mata | El Nuevo Siglo
Miércoles, 11 de Agosto de 2021

Buenaventura Nepomuceno Matallana, abogado “titulado e inscrito”, perpetró por lo menos 35 asesinatos, aunque le fueron probados solo unos. El en realidad tinterillo, el “Dr. Matallana” azotó a una pueril Bogotá de la década de los 40’s. La actividad criminal de Matallana comenzó antes de sus 30 años, cuando organizó una cuadrilla criminal que cometió varios asesinatos y otros crímenes entre 1916 y 1924, como el intentó de robar el templo de Caldas, Boyacá, durante un Viernes Santo, que dejó un par de muertos. 

Lo más seguro es que Matallana era oriundo del municipio de Caldas, Boyacá, en donde fue encontrado por una joven que lo adoptó. Envuelto en una ruana y vestido con una bata femenina, y habiendo sido abandonado a su suerte, la vida del criminal más famoso de Bogotá otrora; transcurrió luego en la Alcaldía de Caldas, lugar donde se desempeñó como secretario, o más bien “tinterillo”, y aprendió de leyes, códigos, y en especial, desarrollo tácticas jurídicas. 

Llegó a Bogotá y no tardó en presentarse como un abogado genuino, aludiendo a que se había titulado de una extinta universidad Republicana. Dado su sibilino origen, se presentaba como Matallana, y para la prensa luego sería el “Dr. Mata”.  

En su precoz prontuario aparece que había estafado a condenados por la ley, engañándolos y quedándose con sus propiedades. Hasta al párroco del pueblo estafó y también atentó contra su integridad.  

Matallana demostró habilidades histriónicas y demagógicas, asimismo ser un gran orador. Además, impresionaba a quienes lo conocían, citando apartados de la ley de memoria. Fue de tal nivel su habilidad que, logró infiltrarse en la sociedad bogotana, amasar considerable fortuna y ostentar cierto reconocimiento. 

El Dr. Mata se convirtió en una leyenda. Más que un criminal era una leyenda. Sin embargo, fue juzgado por el asesinato del desaparecido comerciante Alfredo Forero Vanegas, conocido como el “Crimen de Calderitas” dado que acaeció en el páramo de Calderitas. Del mismo modo, fue condenado a 24 años de prisión por ese crimen, aunque, dilató la ley durante años y se fugó dos veces de la cárcel, una de ellas durante “El Bogotazo”. Murió de forma natural en la recién fundada cárcel Modelo de Bogotá en 1960.  

Así bien, aunque no son muy inusitadas ni ajenas las historias de personajes símiles a Matallana (así sea, en alguno de sus aspectos) en Colombia. Llama mucho la atención, que el pseudoescritor y tinterillo de Petro, Gustavo Bolívar, no solo ha promovido una cultura basura, narcotraficante, sexista y de muy mal gusto, por encima de todo, sino que, como salió a la luz recién, estafó al hijo del recordado actor y político bruno Díaz por una considerable suma. También como afirmó la alcaldesa y bien es sabido, Bolívar tiene una cuadrilla criminal que se denomina la “primera línea” y es responsable junto con otros subrepticios grupos de haber vandalizado a la ciudad. 

Pues bien, personajes como los antes mencionados son un verdadero peligro para la sociedad, pues su forma zalamera de engaño solo deja entrever sus tenebrosas y demenciales ambiciones, que no escatimarían en utilizar cualquier medio, con tal de lograr sus pérfidos fines. 

@rosenthaaldavid