Ernesto Rodríguez Medina | El Nuevo Siglo
Sábado, 18 de Abril de 2015

El debate notarial

 

La apuesta que ha hecho la Nación por descongestionar los asuntos del Estado y entregarles a los notarios públicos diversas competencias ha sido afortunada, valiosa, práctica y ante todo ha gozado de celeridad administrativa en beneficio de la gran comunidad de usuarios de los servicios notariales que se descontrolan cuando acuden a las oficinas públicas y languidecen ante la lentitud paquidérmica de los servidores públicos solicitando certificaciones y documentos de la órbita pública.

Los servicios de los registros civiles que son gratuitos y la entrega de copias, de declaraciones extrajuicio, de documentos escriturales y en general los servicios que prestan los notarios relativamente son rápidos contribuyendo con la celeridad administrativa, también en la disminución de la pavorosa corrupción estatal que nos apabulla por los cuatro costados. 

Los matrimonios y los servicios a domicilio, entre ellos, la recolección de firmas a domicilio de discapacitados y a internos en las cárceles, son también en muy buen grado rápidos y eficientes, aunque no ofrezcan los mejores dividendos monetarios para los notarios. El notario goza del imperativo de la productividad: o produce buen servicio y es eficaz en la prestación de los servicios notariales y gana por estas actividades o se duerme en los laureles y empieza a perder mercado, a disminuir  usuarios y ello derivará en la pérdida paulatina de sus ingresos. Ciertamente, la notaría es una empresa privada con funciones públicas y está sujeta a los vaivenes del mercado y de la competitividad, inevitablemente

Ahora bien, por consiguiente, el servicio notarial tiene imperiosamente que modernizarse, cada vez más, con la integración de las tecnologías actuales disponibles. No significa el propósito lanzarse en brazos de todas las soluciones TIC sin pensar ni analizar. Al contrario, una adecuada integración, parte primero de un adecuado análisis que determine cuáles son aquellas soluciones que al integrarlas aporten a los despachos notariales más ventajas competitivas, siempre pensando en beneficiar a los usuarios que definitivamente son quienes pagan, en algunos casos, altas tarifas que no son propiamente baratas en casos propios de la escrituración de inmuebles, por ejemplo.

Conviene, entonces, que los servicios notariales sean prestados con la mayor eficiencia y eficacia en el grado portentoso de las soluciones TIC y que todos los procesos en estos despachos estén correlacionados e integrados sólidamente. La optimización tiene que ser permanente. La modernización constante y la innovación para beneficio del núcleo creciente de usuarios que no da tregua.

Si a ello se comprometen los despachos públicos notariales y se avanza cada día con mayor productividad y beneficio a los usuarios, las notarías como las cámaras de comercio, que también prestan servicios por delegacióndel Estado, sobreviven de manera natural y crecen además de manera exponencial como las cajas de compensación familiar, que por su peso específico, hoy son imposibles de eliminar de la faz institucional así provengan desde el Congreso Nacional grandes torpedos en su contra.

 

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Adenda

Los comandantes militares no deben dar papaya a los terroristas. No se puede bajar la guardia.

ernestorodriguezmedina@gmail.com