Inseguridad y confusión | El Nuevo Siglo
Miércoles, 30 de Enero de 2019

Nuevamente los colombianos empezamos a sentir que vienen ocurriendo en diferentes regiones del país, tanto en zonas urbanas como en zonas rurales, mayores hechos de delincuencia e inseguridad.
No sólo nos enteramos a diario de atracos en carreteras, para lo cual los delincuentes primero simulan un choque de vehículos o en otros casos simplemente le chocan el carro a las víctimas para atracarlos, también hemos visto que, en las ciudades, cada día son mayores los casos de robos y atracos e incluso masivos a plena luz del sol en restaurantes altamente concurridos.
En los casos de robos de objetos de valor, como celulares y relojes, es impresionante que difícilmente alguien se salva de vivir una de estas malas experiencias. Ni la mayor precaución nos exime del peligro en nuestras calles, casas, y prácticamente cualquier lugar. En conclusión, el ambiente de inseguridad que estamos viviendo hace que las autoridades con urgencia tomen medidas adecuadas para controlar esta situación.
No podemos dejar que esta situación continúe. La Policía Nacional debe coordinar con las autoridades de cada región un plan de acción rápido y eficaz que pueda controlar estos casos y que vuelva la tranquilidad que la ciudadanía espera.
Si bien es cierto que en estos casos son muchos los ciudadanos venezolanos que se han visto involucrados y que la desesperación y desempleo que ellos viven pueden llevarlos a esto, este tema no es nuevo en nuestro país y no podemos simplemente escudarnos bajo ese argumento y esa excusa que hace que las autoridades no reaccionen como deberían hacerlo.
No solo se requiere acción policial sino también políticas de Estado que controlen la situación de los inmigrantes venezolanos.
A propósito de Venezuela, ha sido muy importante la declaración del Ministro de Relaciones Exteriores, Carlos Holmes Trujillo, después de la divulgación en distintos medios de comunicación, tanto nacionales como internacionales, del apunte en su libreta de trabajo del asesor de seguridad de los Estados Unidos el señor John Bolton de enviar 5.000 soldados americanos a territorio colombiano en el sentido que Colombia no ha pactado ninguna intervención militar en Venezuela y que sólo continuará su tarea desde el punto de vista diplomático para restablecer la democracia en el vecino país y lograr que los venezolanos que se han ido y de los cuales han ya más de un millón en Colombia puedan lograr regresar a su país, porque Colombia no puede permitir que se nos coloque como una base militar, pues entraríamos en un alto riesgo de ser el centro de ataque.

Finalmente, no podemos dejar pasar sin mirar y repudiar el ya muy elevado número de dirigentes sociales y defensores de derechos humanos que han sido asesinados en diferentes regiones de nuestro país. Porque lo que se observa es que hay una verdadera estrategia de muerte contra estos dirigentes que el Estado tiene que parar y descubrir quiénes son sus responsables. En Colombia son tan dinámicas las noticias que una tapa la otra y no podemos dejar que eso suceda. Estamos hoy en día lamentando lo sucedido con el ataque del Eln a la escuela de formación de la Policía Nacional donde ya van más de 22 los muertos como producto de ese atentado atroz, pero también van cerca de 400 muertos de dirigentes sociales que no podemos olvidar. Y qué decir de la acción también con maquinarias de muerte que han venido presentando los grupos y bandas del narcotráfico. O actuamos con rapidez e inteligencia en acciones que permitan contener la inseguridad, o la intranquilidad generalizada va a colmar las esperanzas de un mejor futuro.