JAIME PINZÓN LÓPEZ | El Nuevo Siglo
Miércoles, 30 de Octubre de 2013

Ojo con los edificios

 

Obra importante de la administración López Pumarejo, hace más de setenta años, fue el campus de la Universidad Nacional, la Ciudad Blanca, que ya no lo es  porque con el tiempo fueron construyéndose  edificios con arquitectura diferente, que cambiaron el objetivo inicial.

Urge poner atención a su deterioro. De los 129 que se encuentran dentro de la ciudad universitaria, (17 declarados patrimonio cultural de la Nación), 6 amenazan ruina con grietas y asentamientos. El edificio de Artes, por ejemplo, necesita reconstrucción total. Por lo menos 60 más, es decir, miles de metros cuadrados, intervención inmediata ante la alta vulnerabilidad. Existe riesgo para personal administrativo, profesores, alumnos y visitantes. Si ocurre una tragedia está anunciada. Hace algunos meses, el Rector y 18 exrectores se dirigieron al Presidente de la República para solicitar una operación salvamento, que no arranca, para la cual se calcula una inversión aproximada de 2 billones de pesos, que ninguno sabe cómo pueden conseguirse.

Los egresados de la Nacional hemos manifestado preocupación que hoy reitero. Nos imaginamos la sorpresa del expresidente Alfonso López Pumarejo, del arquitecto Leopoldo Rother, del profesor Bruno Violi y de quienes participaron en el histórico proyecto en beneficio de la educación superior colombiana si tuviesen  que transitar entre inmuebles deteriorados, en abandono de los propósitos culturales que ellos impulsaron.

Símbolo de la República es su Universidad y si el país se encuentra en tan lamentable estado físico, como ella, estamos muy mal. Recomiendo a los lectores buscar en Internet “PDF situación física de la Universidad Nacional de Colombia”, que contiene fotografías de los problemas que afectan al Auditorio Alfonso López,  a la Facultad de Diseño Gráfico, a la torre de Enfermería, al edificio de Derecho en el cual se halla una valiosa bibliografía a punto de perderse y en cuanto a Ingeniería, falta el mantenimiento adecuado. Las residencias Universitarias Diez de Mayo, cerca de la Corporación de Ferias, por fortuna, se han recuperado parcialmente.

Asiste razón al vocero de los estudiantes cuando, a propósito del simulacro de emergencia realizado en Bogotá sobre la forma de actuar en caso de sismo, advierte que si ocurre un acontecimiento de tal naturaleza la Universidad es área de peligro, en la cual residen miles de personas que diariamente están dentro de los edificios.    

El rector Ignacio Mantilla, los vicerrectores y decanos son conscientes del problema, tienen actitud positiva, pero sin recursos poco puede hacerse. El Estado, -especialmente las ramas ejecutiva y legislativa-, debe continuar el esfuerzo para encontrar (con la propuesta de recaudar ingresos gracias a una estampilla o sin esta) la solución de las dificultades. Quienes viven en Bogotá, en su  mayoría, desconocen la debilidad de la estructura física de la Nacional. Bien hacen los medios de comunicación al divulgar el S.O.S. en cuanto a  edificios que forman parte de la historia de Bogotá y de Colombia.