JOSÉ MANUEL RESTREPO ABONDANO | El Nuevo Siglo
Jueves, 5 de Julio de 2012

Alerta nacional
 

Arrancó siendo un problema en la gestión de una Reforma Constitucional, pero con el paso de los días ello se convirtió en un golpe contrario de opinión y de paso en un deterioro de la imagen del Gobierno nacional. Todos creíamos que el efecto teflón iba a durar un poco más, sin embargo, en el caso de este gobierno dicho efecto no existe por cuanto la sociedad lo percibe desganado, alejado, y tremendamente concentrado en sus propios intereses (reelección). Un gobierno más preocupado de las encuestas que de sus propios problemas y creyendo que es en la acumulación de reformas legislativas que se alcanza una buena gestión.
De allí en adelante no hay mucho que pueda levantar cabeza, y eso significa un gobierno que bordeará por un tiempo largo el 50 por ciento de opinión favorable. De aquí en adelante será casi imposible llegar de nuevo al 70 por ciento. Lo triste del asunto es que se perdió un capital político con el cual hubiese sido posible avanzar en la reforma tributaria o la propia reforma pensional. La verdad ambas enmiendas legislativas podría uno anticipar están muertas con el serio deterioro de las relaciones con el Congreso.
Pero al caído, caerle. No superados estos escollos internos, le apareció un nuevo golpe al Gobierno. Se trata del más reciente resultado en materia de competitividad de los indicadores de la prestigiosa escuela de negocios IMD de Suiza. En la edición mas reciente del 2012, Colombia pierde seis puestos y queda casi en la cola de los países medidos en dicho sistema de referenciación. En tal estudio sobresale el pésimo desempeño en materia de infraestructura, educación básica y media y eficiencia en los negocios. En lo primero, el mensaje es que no se han realizado las inversiones previstas y seguimos igual de mal, en lo segundo se muestran como preocupaciones la baja calidad, la ausencia de bilingüismo y la poca pertinencia, y en lo tercero los peores mensajes vienen por unas políticas laborales que inquietan a la par que un deterioro en los mensajes públicos al sector privado.
Afortunadamente aún hay tiempo de corregir el rumbo, hecho que naturalmente nos interesa a todos los colombianos. Se hace indispensable retomar la senda real del buen gobierno y definir un norte claro que permita aprovechar el gran momento que vive el país de cara al mundo. No podemos perder los grandes logros de llegada de recursos de inversión extranjera o el reconocimiento que hacen los inversionistas de Colombia como toda una potencia internacional.
En el entretanto hay que agilizar y organizar la tarea internamente de mejor manera, y a toda costa evitar "osos" como los que soportamos con la Reforma a la Justicia, que dicho sea de paso no será tampoco reformada en el curso del actual Gobierno. Esa posibilidad ya se desperdició ingenuamente.
Gobierno: urge revisar el camino, apretar tuercas y corregir el rumbo. El país lo reclama y lo necesita.
Jresrtep@gmail.com