JUAN ÁLVARO CASTELLANOS | El Nuevo Siglo
Jueves, 13 de Junio de 2013

Colombia Mayor

 

Así   como los tejedores de sombreros ´vueltiaos´ de Córdoba y Sucre, iniciaron la protesta para defender producción y trabajo del ciudadano del común, el modelo como ejemplo se extiende ahora a pequeña y mediana empresa, por encima de los TLC y el frenesí de la globalización con importaciones, aunque sean legales. Los pasos los siguieron los zapateros del Restrepo en Bogotá, Bucaramanga y Pereira, centros de producción de calzado de calidad para el mercado nacional y exportación.

Ahora los confeccionistas, una de las comunidades laborales de más ancestro  después de los campesinos, emprenden  su protesta,  en más del 80 por ciento de regiones, con hilo conductor que nace en grupos familiares y se ha multiplicado al paso de los años. Son sectores que están ahogados por la invasión de China y Corea, donde operan al exterior, transnacionales del comercio ilegal, basado en contrabando y falsificación. Se suma, además, creatividad delictiva criolla.

La contaminación está en mercados populares, en los considerados como de nivel medio, y nada extraño que, haya penetrado a centros comerciales de prestigio, dicen expertos del comercio.

El Gobierno tiene que bajarle el volumen de la fiesta, por  la inversión extranjera y  los TLC. Por debajo del baile están filtraciones del contrabando y el desequilibrio con importaciones legales que dejan en desventaja a pequeños y medianos productores.  

Detrás de importaciones legales de leche en polvo de Argentina y Brasil quedan cuantiosas pérdidas para los  productores lecheros de regiones ganaderas de Cundinamarca y otras zonas del país. Esa importación, la hacen industrias de lácteos que operan en distintos frentes comerciales con marcas de prestigio. 

Ni todos los TLC, son malos por ser presuntamente desequilibrantes de la producción nacional, ni todas las importaciones son falsificación de productos o contrabando. El comercio limpio existe, aunque la reglamentación sea desordenada.  

Pequeña, mediana y gran empresa reclaman filtros para modular  importaciones. El gremio reconoce que en algunos casos, los cierres temporales, protegerían producción nacional.

Es oportunidad para establecer orden comercial y crear fuentes de trabajo, en negocios legales y capacitación, ahora que el Ministerio de Trabajo, proyecta  política laboral para mayores de 50 años. Puede funcionar mediante alianza entre empresa, incluido el comercio exterior  y Gobierno, para formalizar mercados populares, protección laboral de Ley y venta de producción nacional, sin marginar la importación legal y original en marcas. Esas empresas comunitarias funcionan en distintos lugares del mundo.

Se despejarían vías públicas de las ciudades  y, se crearían centros populares, con atractivo turístico y autóctono. Sería la empresa de la Colombia Mayor, pero sin monopolios.