Otras dinámicas posibles (IV) | El Nuevo Siglo
Sábado, 29 de Enero de 2022

Necesitamos avanzar hacia la plena solidaridad, a la construcción de redes colaborativas en todos los ámbitos de la vida. 

La tarea es difícil, como también posible. Difícil, porque estamos acostumbrados a otra cosa.  Llevamos milenios basados en lógicas de competencia, creyendo que eso nos va a hacer mejores personas y conducir a mejores sociedades. Lo aprendemos desde que estamos en el vientre materno, pues incluso nos han dicho que la fecundación se logra por un espermatozoide que gana la carrera a los otros millones, más lentos que el ganador. Todo lo miramos con ojos de confrontación, pues le hacemos caso a Darwin y su teoría de la evolución de las especies, sin detenernos a reconocer que una teoría es una mirada sobre la realidad, no ella.  Teoría y teatro tienen la misma raíz griega: thea, visión. Así que los postulados darwinianos son solo una visión de la realdad; pero la vida es otra cosa. 

Sí, es complicado dejar la competencia, porque desde pequeños nos obligan a luchar: en el colegio, con las medallas al primer puesto, que desconocen los procesos particulares de cada estudiante, sus intereses y condiciones individuales; en los deportes, que podrían ser sin confrontación. ¡Pero entonces, ¿cuál es la gracia?!, podríamos preguntarnos.  ¡La gracia está en cooperar, no en competir!  En las contiendas (palabra de la guerra) deportivas alguien pierde y alguien gana; las solidaridades son a medias, solamente entre los miembros de un equipo, para jugar en contra del otro y lograr una victoria.  Miles de millones de personas siguen con pasión -bastante diferente del amor- estas dinámicas de competencia, sin siquiera preguntarse si puede haber algo diferente.  No tenemos de dónde pensar otra cosa, pues estamos adoctrinados desde niños, cuando nos enseñan que tenemos que ganar a toda costa y llegar a la meta, pase lo que pase.  Nos lo recuerdan diariamente los realities y partidos de fútbol, baloncesto o béisbol, así como las carreras de ciclismo…

¿Cómo, entonces, transitar hacia otras dinámicas?  Se trata de ampliar la consciencia, de reconocer múltiples posibilidades que van mucho más allá de lo evidente, para no tragar entero todo lo que nos venden y atrevernos a reconocer que en la solidaridad crecemos todos, que si cooperamos es más fácil alcanzar los objetivos, que si nos honramos mutuamente podemos salir de nuestras pequeñas guerras cotidianas con nosotros mismos, con los vecinos, con la vida misma.  La verdadera evolución se da colaborando, no compitiendo. Nos transformamos en colectivo, no solo con tres en un podio como campeones. Claro, esto puede sonar para muchos a barbaridad, negligencia o utopía.  Pero, si no creamos otras dinámicas estamos condenados a sobrevivir entre las guerras o a morir en ellas.

@edoxvargas