RAFAEL GÓMEZ MARTINEZ | El Nuevo Siglo
Jueves, 26 de Diciembre de 2013

Juan Carlos Osorio

 

Para quienes somos seguidores del fútbol, la campaña del Atlético Nacional durante el 2013 debe quedar enmarcada para la historia. No solamente por los títulos alcanzados, que fueron tres, sino por los números: 118 partidos: 46 ganados, 20 empatados, 12 perdidos. Una campaña formidable.

Dicen los que saben del fútbol que los resultados del Nacional no deben sorprender. Primero, por la asignación de recursos, como diría Adam Smith: U$ 7.000 millones. Eso es una cifra bien importante para un torneo como el colombiano que sufre, precisamente, de recursos económicos para su subsistencia.

No solamente basta con asignar los recursos. También lo es la administración de los mismos. En el caso del Nacional, la manera como se administran los recursos es fundamental. El técnico Osorio, le dio una lección a todos.

Este año sufrimos con Santa Fe, precisamente, por la escasa administración de los recursos con que se contaban. Y, cuando se tomaban las decisiones de cambio o recambio no había con qué.  Comenta Franciso Najera, ex Santa Fe, que las decisiones que toma Osorio no son nada personales sino que lo que buscan esas decisiones es lo mejor para el equipo en el momento. Los cuatro acuerdos pareciera que hacen parte de la vida de Osorio.

Vi al Nacional en tres partidos en el Campín, todos contra Santa Fe. En la primera fecha, durante el primer torneo, ya se veía que este Nacional estaba para cosas grandes. Después vino la final. Y, en el último partido, nos pasaron por encima ante un Santa Fe sin alma, sin corazón, sin jugadores.  

Tan así que, terminamos aplaudiendo a los jugadores del Nacional. Hay un joven, Pérez, que hace una labor silenciosa pero que bloquea todo en la mitad del campo. Aparte de Medina, de Neko y los demás jugadores de la cantera que comienzan a salir a flote.

Hay un detalle que hace que este Nacional cuente con esa actitud ganadora. Es Juan Carlos Osorio. Una persona decente. Correcta. Honesta. Ética y profesionalmente impecable.  Siempre bien puesto. Siempre sereno. Siempre en sus cabales. Bien vestido. Gran estratega.

Cuando la cabeza tiene esa mentalidad de vida, eso se inyecta a los jugadores y se ve en la cancha. El Nacional de Osorio siempre sale a ganar los partidos, nunca a especular. Siempre es leal con su estilo de juego y con el contrincante. Sus jugadores cuando salen a la cancha imprimen respeto. Cuando cantan los himnos patrios todos están firmes respetando el principal símbolo nacional. No tienen tatuajes en los brazos. Felicitaciones al Nacional. Es un gusto ver a un profesional como JCO en el fútbol colombiano.

 

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Puntilla. Gracias a El Nuevo Siglo por brindarme la oportunidad de expresar mis opiniones ante ustedes desde 1995. Feliz año. Que la paz llegue a sus corazones y que el 2014 les traiga crecimiento individual y económico.