RAFAEL GÓMEZ MARTÍNEZ | El Nuevo Siglo
Miércoles, 11 de Julio de 2012

La dictadura de Unasur

 

América Latina también se merece los gobernantes que tiene. Ellos son el fiel reflejo de la sociedad en que viven. Unos gobernantes mediocres, zarrapastrosos y faltos de preparación corresponden a una sociedad mediocre, zarrapastrosa y carente de preparación.

Para la muestra. En Argentina, una exsecretaria a quien la llaman la infanta caprichosa. En Venezuela, un militar tan cobarde que nunca disparó un solo tiro. Al igual que los Castro en Cuba. Mujica, un extupamaro en Uruguay... Santos en Colombia… Petro en Bogotá. Antes, es que América Latina sobrevive.

Y para complementar Lugo, en Paraguay. Con esos amigos, para qué enemigos. El viernes 22 de junio el Congreso paraguayo, este sí con mayúscula, decidió por mayoría derrocar a Lugo por múltiples anomalías durante su mandato. Al parecer, una masacre de indígenas guaraníes al sur del país rebosó la copa.

Según el expresidente Álvaro Uribe en su columna de opinión en El Colombiano: “Con una votación de 76-1 y tres ausentes en la Cámara de Representantes, y de 39-4 y dos ausentes en la Cámara de Senadores, el presidente Lugo fue destituido por la causal invocada de ‘mal desempeño de sus funciones’”.

Al unísono, las reacciones de los mejores amigos de Santos no se hicieron esperar. La canciller Madame Holguín Bovary le dio por meter las patas en el barro del chavismo. Y bien metidas. Mandó a llamar a consultas a nuestro embajador en Paraguay. ¿Qué diablos hace la Cancillería colombiana entremetiéndose en los asuntos internos de un digno país como Paraguay?

José Luis Chilavert, tan bien recordado por Faustino Asprilla, encabezó la rebeldía paraguaya. Chilavert le dijo a la caprichosa infanta Cristina que por qué no más bien les explicaba a los argentinos de dónde sacó toda la riqueza que tiene a su haber y que se dedicara a gobernar su nación, bien empobrecida que se encuentra.

A tal punto ha llegado la intromisión de Unasur, Mercosur, Telesur y demás del sur en Paraguay y en la vida diaria de todos los países de la región, que el chofer de bus Maduro, digo el canciller Maduro, quien era chofer de bus, manejó esta crítica situación como un verdadero chofer de bus de la carrera décima en Bogotá. Lo cual es una ofensa. Nuestros choferes de buses lo harían mejor.

Para complementar nuestra desgracia, a Chávez le llegaron no una sino cinco, 5, plataformas para lanzar misiles nucleares de largo alcance bajo el silencio cómplice de Santos y la insulsa Madame Bovary Holguín. ¡Ay! Dios santo… lo que se nos vino pierna arriba no es cualquier cosa.

Puntilla. Les dejo un video para que se rían un rato en medio del berenjenal en que estamos metidos. Lo pueden buscar en la web: Santos el inocente en Quac el noticiero. Les recomiendo cuando Santos dice: “Colombianos, pueden estar tranquilos”: http://www.youtube.com/watch?v=03ygpsr7xls&feature=share