RAFAEL NIETO NAVIA | El Nuevo Siglo
Martes, 10 de Julio de 2012

La Triple Alianza

 

En 1864 estalló un conflicto entre Brasil y Paraguay que, en abril de 1865, cuando se unieron Argentina y Uruguay con apoyo del Reino Unido, se transformó en la Guerra de la Triple Alianza. Cuando esta terminó en 1870, Paraguay había perdido cerca de 90% de su población masculina adulta y 169 mil kilómetros de su territorio.

El 27 de julio de 1869 Colombia dio un apoyo formal a Paraguay y, al terminar la guerra, le envió ayuda humanitaria porque la población de ese país carecía de todo. El presidente colombiano Eustorgio Salgar ofreció formalmente a los paraguayos que, si por efectos de la guerra Paraguay desapareciese, ellos tendrían aquí status de colombianos. Esto creó, como es lógico, lazos de hermandad que perduran hasta hoy.

A propósito del juicio político y subsiguiente destitución del presidente Fernando Lugo, algo que los mamertos latinoamericanos de la ALBA califican de legal pero ilegítimo, volvieron a actuar los de la Triple Alianza, esta vez en el seno del Mercosur. En acto clarísimo de intervención política y violando el tratado base de ese organismo, suspendieron a Paraguay y, de inmediato, por debajo de la mesa, admitieron a Venezuela en ese tratado comercial, algo a lo que el Senado paraguayo se había opuesto por considerar al régimen bolivariano como un violador de los derechos humanos. Uno se pregunta si todo fue orquestado por Chávez, cuya mano larga llega a sitios inimaginables. Chávez quiere repetir lo de Honduras.

Pero como estas trampas tienen su lado flaco, el Canciller uruguayo manifestó que admitir de esa manera a Venezuela no era apropiado y que tenía reservas “políticas, legales y éticas” sobre el ingreso de Venezuela al Mercosur, a lo cual Argentina y Brasil respondieron que había habido consenso para ello.

Piense el lector si suena bien que en un tratado se “suspenda” a un Estado con el solo propósito de hacer cosas que no han prosperado por la oposición del suspendido.

Mientras tanto los de la ALBA retiraron sus embajadores del Paraguay y Colombia llamó a consultas al suyo. Pero, además, en un claro acto de intervención política, sobre el cual nadie ha dicho ni pío, el canciller venezolano Maduro y el embajador de Ecuador en Asunción fueron a arengar a los oficiales paraguayos para incitarlos a levantarse contra el nuevo gobierno.

La actitud colombiana, por otro lado, no solamente implica inmiscuirse en los asuntos internos de Paraguay, sino una ruptura histórica con un país amigo, en alianza con países que hoy no lo son tanto. ¿Conocerán las personas a cargo de estos asuntos los antecedentes de hermandad que subyacen entre Colombia y Paraguay? Mejor no apostemos a ello.

 

 

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Coda. El mismo día que el expresidente Uribe ofreció un multitudinario homenaje nacional al doctor Fernando Londoño, el ministro Vargas Lleras dijo que había un complot en su contra orquestado por el hermano del expresidente. ¿Coincidencia?

Nota. Por vacaciones de su autor, esta columna solamente reaparecerá el martes 14 de agosto.