En enero de 2020, cuando el mundo era otro, Ricky Gervais hizo un monólogo apoteósico en el marco de los Golden Globes. Si pueden vayan a YouTube y lo vuelven a ver. Es maravilloso. En uno de sus apuntes, el comediante insiste en que Hollywood desaparecería por cuenta de las plataformas de streaming.
Eso sí, Gervais les dijo a los actores que su ética era inexistente. Que, mientras que les pagarán ellos saltarían en los brazos de Netflix, Amazon o Apple. Claro, siempre y cuando haya dinero en el medio. Bueno, ese idilio entre las plataformas y las grandes estrellas del ahora paralizado Hollywood se acabó. Y quizá sea el inicio de un gigantesco cambio de era.
Los actores se han sindicalizado muy rápido. Hemos sido testigos de discursos elocuentes en los que aseguran que las plataformas de streaming se quieren quedar con todas las ganancias que deriven las producciones. También han surgido varias hipérboles. Por ejemplo, que aseguran que les pagarían por una semana de trabajo y la producción se completaría utilizando Inteligencia Artificial.
Exageraciones o no, la historia dirá que los primeros seres humanos que protestaron de frente contra la irrupción de la inteligencia artificial fueron los actores de Hollywood. Toda una paradoja. En medio, de la convulsión, las plataformas no se han pronunciado y siguen dedicando sus esfuerzos en revertir unos números operaciones que cada vez son más rojos.
Disney y Warner que se convirtieron en los abanderados del streaming han anunciado cifras que dan pérdidas en el primer trimestre de 2023. Por ejemplo, Disney anunció que, 5.500 millones de dólares de ingresos y 6.200 millones de gastos, lo que arroja apenas 659 millones de pérdidas. Warner, por su parte, ha tenido 2.500 millones de ingresos y 2.400 de gastos, lo que les deja con unos beneficios 100 millones de dólares. Muy poco para un gigante con tanto contenido.
Pero eso no es lo más grave. Distintos estudios están alertando sobre el decrecimiento de nuevos usuarios para las plataformas de streaming y, peor aún, que los usuarios le están dedicando cada vez menos tiempo a las series y películas.
Según datos del Global Streaming Study 2023 de Simon-Kucher, sólo el 40% de los usuarios aumentó su consumo en comparación con el año pasado: nueve por ciento menos que en 2022. En paralelo, el 12 por ciento afirma haber disminuido su consumo, mientras que la cantidad de suscripciones por usuario ha bajado a 2,4, un 14 por ciento menos que el año pasado.
Y quizá el dato más preocupante es que, el Global Streaming Study 2023 señala que aproximadamente el 30% de los encuestados canceló una suscripción en el último año, mientras que el 40% tiene la intención de cancelar una en el próximo año.
Entonces estamos delante de un escenario entre estrambótico y convulsionado. Las plataformas juran que sólo invierten a pérdidas. Los actores gritan que los están robando y corren el riesgo de ser remplazados por las máquinas. Y, para completar, los usuarios de a pie están dejando atrás a las películas y series. Mundo difícil este que vivimos.