El mindfulness es una técnica que enseña a auto-regularse y auto-observarse. La meditación es otra de ellas. Lo clave es dar un tiempo vital a nuestra mente 

Hoy día la mayoría de la gente pasa horas y horas sentada, gran parte por motivos laborales, que sumados a los nervios que se viven en nuestro trabajo, las tareas, exigencias, presiones, problemas socio-laborales pueden ocasionar grandes problemas de salud. Por eso es necesario poner en marcha formas para reducir dicho estrés laboral.

El estrés está considerado como una respuesta de nuestro cuerpo por una situación con falta de equilibrio entre demandas y los recursos que posee esa persona para hacer frente a esas demandas. Este “reflejo” permite a los sujetos sobrevivir y poder adaptarse a las distintas situaciones que afrontamos. En el momento en que las demandas superan la percepción de recursos es cuando se reaccionamos con estrés.

Uno de los consejos que podemos darte es que mientras estés en tu ámbito laboral te desconectes por unos minutos ¿Qué queremos decir con esto? Que reserves un tiempo para ti mismo, puedas enfocarte y recuperar las energías que te hacían falta. Esto lo podrás hacer alejándote del trabajo no solo con el cuerpo sino también con la mente y así  puedes tomarte unos minutos para salir de la oficina, respirar, desconectarte y luego volver.

En la actualidad las empresas están implementando cada vez más para sus empleados programas de reducción de estrés en donde se abarcan distintas técnicas como el mindfulness. Esta es una técnica basada en la atención que les va a permitir a quienes lo practiquen desarrollar sus recursos propios de auto-regulación y auto-observación, los que posibilitarán eliminar las reacciones de estrés que se dan en forma crónica, solamente con observar los distintos comportamientos emocionales y corporales que manifiesta nuestro cuerpo.

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Los sujetos van aprendiendo a detenerse en sus tareas para  observar y poder responder, de forma acertada, pudiendo de esta forma desactivar todas las series de actitudes que conllevan a un estrés crónico. Lo que se entrena es la mente, dándole la capacidad de estar atenta en el presente. En el estrés suele suceder lo contrario, la mente está muy enfocada en el pasado o en el futuro, generando ansiedad o depresión.

El sitio especializado www.relajemos.com nos puede dar un gran panorama del tema, y entre muchas otras cosas nos afirma que esta técnica, además atravesar muchas religiones y ser practicada a nivel mundial intenta conectar a la gente con su momento presente. Lo que se intenta en el mindfulness es alejar a nuestras vivencias del sufrimiento y está basado en la técnica Vipassana del budismo.

El mindfulness es excelente para reducir el estrés que sufrimos en la oficina, ya que podremos enfocar nuestra mente solo en el presente, nada de preocupaciones por tareas y exigencias futuras o pasadas. Al lograr sanar las emociones relacionadas con el estrés y la ansiedad nos dará una sensación reconfortante de bienestar, en forma general, permitiéndonos seguir adelante en nuestro trabajo, día tras día, de forma natural.

Esta práctica también nos otorgará una capacidad de poder visualizar en nuestros compañeros de trabajo sus pensamientos e inconvenientes, así podremos entender a los demás y tratar de ofrecer ayuda. Ello, en consecuencia, generará una mejoría en las relaciones sociales aumentando la empatía. Otro punto a tener en cuenta es que si nuestra mente esta despejada, nos permitirá aumentar nuestro rendimiento laboral, minimizando las posibilidades de errores y equivocaciones, En pocas palabras, estaremos más despiertos y rápidos a la hora de realizar las tareas.

Otra de las formas en las que podemos reducir el estrés que se genera en nuestra oficina es la meditación, técnica en la cual el individuo ejercita su mente para obtener algún beneficio. Entre las técnicas de meditación para practicar en la oficina podemos tomar agua en forma consciente (3 minutos cada 1 hora), lo ideal es poder tomar el agua sintiendo los sabores, temperaturas, etc. También puedes tomar consciencia de tu respiración, lo ideal es hacerlo 2 minutos cada una hora y media. Esto puedes hacerlo cerrando los ojos y llevando absolutamente toda tu atención a inhalar y exhalar por dos minutos. Por último, puedes tomar registro de momentos felices anotándolos y al finalizar el día repasar el escrito y revivir el momento mentalmente.