“Es un deber moral devolverle a Colombia el Tesoro Quimbaya” | El Nuevo Siglo
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Jueves, 1 de Noviembre de 2018

TRAS su última novela “La inexistencia” publicada en 2015, el escritor Mario Jaramillo regresa a las librerías, esta vez con una crónica sobre los guaqueros y la guaquería: “Escarbar entre muertos”, libro editado por Planeta. EL NUEVO SIGLO dialogó con el autor.

¿En cuáles aspectos se centra el libro?

MJ.- El libro es una crónica escrita a través del oficio de la guaquería y los precolombinos. Se ocupa del tema desde el momento en que una guaca es hallada hasta la venta final de los artefactos u objetos encontrados por los guaqueros. En consecuencia, aborda la excavación hecha por el guaquero, los lugares donde se encuentran las guacas, las señales extrañas que anuncian un hallazgo, la moda de tener precolombinos y los esfuerzos de las autoridades nacionales e internacionales para combatir el comercio ilegal de bienes culturales.

¿Es un libro especializado o está dirigido al público general?

MJ. Es un libro para el público general. Hay situaciones, historias, teorías, muchas veces complejas, relacionadas con la antropología y la arqueología, pero escritas en un lenguaje sencillo. El lector puede estar seguro de que se encontrará con una crónica agradable e interesante.

¿Qué significan los precolombinos para los guaqueros? ¿Constituyen simplemente un negocio?

MJ. Para los guaqueros auténticos, los precolombinos son objetos que pertenecen a los indios y ellos creen que, al sacarlos de las guacas, se produce una liberación espiritual. Le dan a su oficio un sentido metafísico, sobrenatural, difícil de entender desde las creencias occidentales. Para ellos, pues, es algo más que un simple negocio.

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¿En cuánto se multiplica el valor de un precolombino desde el momento en que es hallado hasta la venta final a un coleccionista?

MJ. El valor final no siempre es el mismo para todos los precolombinos. Pero puede llegar a multiplicarse hasta cien veces en el mercado internacional. El guaquero se queda con apenas un 2 % o 3 %. Los intermediarios, con el resto. Un precolombino pueda llegar a costar hasta mil millones de pesos por fuera del país de origen.

Según afirma en el libro, algunos guaqueros recurren a la ayahuasca para saber dónde están las guacas. ¿No es esto ciencia ficción?

MJ. No es ciencia ficción, aunque lo parezca. Los efectos de la ayahuasca o yagé son imprevisibles. El chamán puede ayudar a encontrar una guaca. Los guaqueros recurren a los chamanes. Para ellos, no es nada extraño. Lo ven con absoluta normalidad. Creen en ello y aseguran que la ayahuasca es realmente efectiva. Muchos guaqueros participan en los rituales. Van, por ejemplo, al Putumayo donde consumen la bebida con ese propósito.  

¿Cuál es la importancia de los guaqueros para los arqueólogos?

MJ. Lo fue, sobre todo, en el pasado. Los guaqueros enseñaron a los primeros arqueólogos a excavar y hallar guacas.  Fueron protagonistas de sus hallazgos. La guaquería es una vieja actividad y los arqueólogos se han servido del conocimiento y experticia de los guaqueros. Ha habido una relación inconfesable, pero cierta. Aún hoy se conserva. Los guaqueros conocen el terreno y el oficio. Para ellos es parte de su vida casi desde que nacen.

¿Qué dice la ley sobre las guacas?

MJ. La guaquería es un oficio ilegal. Los precolombinos no son del que se los encuentra. Forman parte del patrimonio arqueológico y cultural del país.  Es un delito. Pero los guaqueros no comparten esa realidad jurídica. No se sienten delincuentes. Su realidad metafísica los lleva a otras conclusiones.

¿Usted cree que España debería devolverle a Colombia el Tesoro Quimbaya?

MJ. Creo que España no tiene la obligación jurídica de devolver a Colombia el Tesoro Quimbaya.  Pero ese no es el problema. Es un deber moral lo que debería animar a este país a entregarlo a los colombianos.