Giselle, amor y perdón en el más allá | El Nuevo Siglo
Miércoles, 6 de Noviembre de 2013

Gisellese tomará el escenario del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo de la mano de El Ballet Nacional de Holanda. La llamada “El Hamlet del Ballet” será el deleite este fin de semana entre los amantes de la danza.

Con la participación de la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, bajo la dirección del maestro Benjamin Pope, Giselle se presentará mañana a beneficio de la Fundación Cardio Infantil, y el viernes  y sábado para el deleite de los bogotanos. Las funciones iniciarán a las 8:00 p.m.

Conformado por 77 bailarines de 22 países, el Ballet Nacional de Holanda  es la compañía de danza más grande de ese país.  Mientras que otras compañías de danza de los Países Bajos ofrecen un repertorio exclusivamente moderno, el Ballet Nacional de Holanda baila una mezcla de obras clásicas, modernas y contemporáneas. Hans van Manen es uno de los representantes más importantes de la danza  moderna y su contribución al Ballet ha sido de vital importancia.

Los ballets clásicos completos y a gran escala forman una parte importante del  repertorio del Ballet Nacional de Holanda, pues esta es la única compañía en Europa que tiene en su repertorio 25 de las obras del  coreógrafo ruso-norteamericano George Balanchine (1904-1983). Junto a las compañías de narrativa clásica, el Ballet Nacional de Holanda también ha construido a nivel internacional un trabajo extensivo con lo más importante de la danza contemporánea y del siglo XX.

Giselleha sido ganadora del premio de Críticos Europeos de Danza en 2009. El respeto por la tradición encabeza esta nueva producción de Rachel Beaujean y del colombiano Ricardo Bustamante, con escenografía y vestuario de Toer van Schayk.

La obra

Este espectáculo narra una dramática y atemporal historia llena de amor, decepción, venganza y perdón, que tiene como protagonista a Giselle, una joven de pueblo que tiene dos admiradores: los aldeanos Hilarión y Loys. El último es en realidad el Conde Albrecht, quien siempre se disfraza de aldeano antes de encontrarse con Giselle.

El celoso Hilarión no confía en Loys  y descubre su verdadera identidad, así que la revela ante Giselle quien al enterarse enloquece de pena y muere con el corazón roto. Hilarión vigila la tumba de Giselle, pero cuando el reloj da las doce de la noche, Hilarión es rodeado por seres extraños y huye al bosque.

Esos seres, las Wilis, espíritus de jóvenes que mueren antes del matrimonio, son guiados por la reina Myrtha para que cobren venganza con cualquier hombre que se atraviese por su paso bailando con él hasta matarlo.

Las Wilis van en busca de Hilarión y lo llevan a su muerte. Luego se dirigen hacia Albrecht, pero Giselle lo protege. Justo cuando él va a caer de rodillas para rogarle a Myrtha, rompe el alba y las Wilis se desvanecen. El espíritu de Giselle también desaparece y Albrecht queda solo.  El muchacho aventurero que alguna vez fue, madura y se da cuenta que el amor verdadero puede superar todo.