Las miserias cotidianas reveladas en “Un lugar que no tenía nombre” | El Nuevo Siglo
ALZATE CONVERSARÁ hoy con el cineasta Diego García Moreno.
Cortesía
Martes, 14 de Febrero de 2023
Redacción Cultura

Este miércoles  el escritor Gabriel Alzate lanzará su libro “Un lugar que no tenía nombre”, con el que pretende escudriñar en las emociones y sentimientos del ser humano y sacar a relucir las “miserias cotidianas”.

Alzate conversará hoy con el cineasta Diego García Moreno en la librería Lerner, sede de la 93, a las 6:00 de la tarde, para hacer el lanzamiento oficial de su libro.

El escritor y docente universitario ha publicado “Los viejos tienen que morirse”, “El viajero en el umbral” (Premio Nacional de Novela de Bogotá) y “Más que un forastero”; los libros de cuentos “La hora del lobo”, “Piedras en la boca”, “Cuentos infieles”, “Volver a casa” y “La música secreta del pasado”; la biografía de Francisco de Quevedo: “Entre la mordaza y la pluma”, y el poemario “Oficios de la noche”.

EL NUEVO SIGLO: ¿Por qué el título del libro?

GABRIEL ALZATE: Hay algo particular en el libro y es que las ciudades que se mencionan allí son muy escasas. En todo el relato hay un lugar que no tenía nombre y un lugar donde suceden las cosas. En el primero de ellos pasan cosas pero ninguno podría decir qué lugar era, porque no tenía nombre, y el otro lugar sí, que es donde siempre suceden las cosas inesperadas de los personajes.

ENS: La crítica dice que en el libro usted escudriña las grietas humanas…

GA: Sí, es así. Por ejemplo, Sara Jaramillo dice que “Con una prosa clara y sin artificios, Alzate nos va adentrando en algunas de las grietas más oscuras del alma humana”. Y realmente es una lectura muy particular que ella hace como lectora y escritora. Yo podría hablar mucho de esas grietas en el sentido de todo aquello que les pasa a los personajes y a los seres humanos, que permanece siempre oculto y muy pocas veces se muestra, sobre todo las cosas que dan vergüenza y que las mantenemos escondidas, como las tendencias al suicidio, los desamores o los amores no compensados, la soledad, la deslealtad, la traición, situaciones que no son ruidosas pero ocasionan mucho daño. Esos silencios son los que resultan más violentos.

ENS: ¿Por qué hacer un libro sobre las emociones humanas?

GA: Porque me parece que las emociones son lo más importante en los seres humanos. Y es que las emociones están a la orden del día, son relevantes en la medida que constituyen el día a día de las personas. Recuerdo que alguien me decía: “tus personajes piensan mucho”, y yo respondía: es que no son mis personajes los que piensan, es la gente, solo que no se atreve a contar lo que piensa; todos lo hacemos, el señor que va por la calle, el que tiene el puesto de dulces en la esquina, el que maneja el bus, el magistrado… solo que no siempre nos atrevemos a contar eso que pasa por nuestra mente. Entonces, esos personajes se van mostrando por momentos y después se dan a conocer; es como si un reflector les iluminara y les permitiera ver al lector esas esas pequeñas miserias o colección de miserias cotidianas: la nostalgia, el aislamiento, la locura, etc.



ENS: ¿Es un llamado a reflexionar?

GA: Pienso que todo lector debe reflexionar frente a los libros que tiene en sus manos. Todo buen lector está obligado a enfrentar una serie de realidades. Uno puede leer para sentirse muy contento con lo que lee, pero igualmente eso no le quita la posibilidad de pensar lo que esos personajes están viviendo, en este caso, las relaciones familiares, las que a veces resulta ser más violentas de lo que se piensa. La violencia no solamente es insultar y disparar; hay acciones dañinas que suceden en el interior de las casas, de las familias, que son muy destructivas.