Cuando el cuerpo no obtiene las calorías suficientes de la comida, el cerebro envía una señal para decir que aún necesita más alimentos. El estómago puede gruñir, y puede sentir que se desvanece. Esto es lo que comúnmente se conoce como hambre, pues se siente y experimenta cada ciertas horas durante el día.

Sin embargo, cuando tiene deficiencias de un micronutriente en específico, como la vitamina D o magnesio, su cerebro no recibe la misma señal. Este tipo de hambre, conocida como hambre oculta o deficiencia de micronutrientes, es ignorada comúnmente o eclipsada por el hambre relacionada con el déficit energético.

A continuación, Kent Bradley, director de salud y nutrición de Herbalife Nutrition, aclara este tipo de síntoma alimenticio y su influencia.

¿Qué es?

De acuerdo con el Índice Global del Hambre: El reto del hambre oculta, más de dos mil millones de personas sufren de hambre oculta o deficiencia de micronutrientes. La deficiencia de micronutrientes, a menudo ignorada y difícil de detectar, puede modificar el normal funcionamiento del sistema inmunitario, frenar el crecimiento físico e intelectual e incluso provocar la muerte.

La desnutrición, al igual que el hambre, pueden no ser perceptibles a simple vista, ya que la desnutrición puede traslaparse con la obesidad. Los cuerpos pueden no estar pasando hambre por falta de calorías, sino por falta de micronutrientes esenciales.

Esto forma parte de lo que se conoce como la triple carga de la malnutrición, la coexistencia de:

La desnutrición: Mil millones de personas pasan hambre debido a que no reciben los alimentos suficientes.

El sobrepeso y la obesidad: 2.500 millones de personas padecen sobrepeso, a menudo porque consumen alimentos poco nutritivos y con aporte considerable de calorías.

La deficiencia de micronutrientes: 3.000 millones de personas están desnutridas por falta de alimentos nutritivos.

Aunque las mujeres embarazadas, los niños y los adolescentes suelen considerarse como la población más vulnerable afectada por el hambre oculta, esta puede perjudicar la salud de las personas a lo largo de su vida.

Vencer el hambre y la desnutrición en todas sus formas (incluyendo la subalimentación, la deficiencia de micronutrientes, el sobrepeso y la obesidad) no solo se trata de asegurar suficiente alimento para sobrevivir.

El papel de la nutrición

La nutrición es una de las claves para el bienestar de las personas. Los micronutrientes, como las vitaminas y los minerales, son igual de esenciales que los macronutrientes como las proteínas, las grasas y los carbohidratos, debido al papel que desempeñan en el normal funcionamiento del organismo.

Aunque el cuerpo solo requiere pequeñas cantidades de micronutrientes como el hierro, la vitamina A, la vitamina D, el yodo, la vitamina B9 y el zinc, la deficiencia de los mismos puede resultar en: fatiga general, modificación en el normal funcionamiento del sistema inmune, modificación en el normal funcionamiento de la función cognitiva, como pérdida de atención, concentración y enfoque, memoria y estado de ánimo y consecuencias para el normal funcionamiento del organismo a largo plazo.

Llevar una alimentación nutritiva es esencial para prevenir el hambre oculta, pero la educación nutricional también juega un papel muy importante, ayudando a las personas a tomar decisiones más nutritivas.

Finalmente, entender la información nutricional en la etiqueta de los alimentos puede ayudarle a tomar mejores decisiones al comer y a elegir una variedad de alimentos y bebidas con una concentración adecuada de nutrientes.

La densidad nutricional mide cuántos nutrientes puede obtener por porción y caloría consumida. Es una métrica importante para llevar una dieta saludable.

Al elegir entre dos alimentos que aportan la misma cantidad de calorías, los alimentos altos en nutrientes pueden brindar al cuerpo la proteína, fibra, grasas, vitaminas y minerales que se requieren para su normal funcionamiento.