¿Sabe que es la Oniomanía?, vea el caso de Adriana | El Nuevo Siglo
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Sábado, 1 de Diciembre de 2018
Diana Sofìa Maldonado*

La navidad  para los colombianos es una fecha para pasar tiempo en familia y amigos e incluso premiarse con un autoregalo, una tendencia que según los expertos está en auge desde hace cinco años.

Más del 80% de los ciudadanos recurre al autoregalo, de acuerdo a una encuesta realizada por Groupon Latam, que asegura que las personas adquieren algo que siempre habían querido, pero por diferentes razones no lo habían podido comprar, o simplemente para darse un gusto.

Es el caso de Adriana Belalcazar, una mujer de 45 años que se considera adicta a las compras desde hace 22 años, un problema que comenzó por influencia familiar, ya que en su casa le enseñaban a comprar de tres a cinco chaquetas cada semana, para que nunca repitiera prendas frente a sus conocidos.

“Muchas veces es simplemente ver los avisos de rebaja, descuento o promoción y yo digo que tengo que llevarlo porque algún día lo usaré y en algún momento será necesario. En la casa acumulo cosas que no uso, como una aspiradora cuando el piso es baldosín o una lavadora que usé solo en dos oportunidades”, le aseguró Adriana a EL NUEVO SIGLO.

El hábito del autoregalo es muy frecuente en esta época de festividades, pero puede llegar a convertirse en una adicción o en un trastorno si no se tiene un control completo sobre ello. Un ejemplo claro es la Oniomanía o la Shopaholic: una dependencia a las compras, la enfermedad de la modernidad.

La adicción parte de la inestabilidad emocional de las personas, que en su mayoría intentan sanar realizando actividades físicas, saliendo con su círculo de amigos o haciendo compras. Así lo confirmó en charla con este Diario Alexandra López Camacho, psicóloga del Hospital Militar, quien dice que “las compras compulsivas se convierten en la acción de adquirir las cosas para tratar de llenar un vacío”.

 

Recompensa o adicción

Para Rodrigo García, country manager de Groupon, el autoregalo es “una tendencia que hemos visto fortalecerse en los últimos cinco años, donde encontramos que las personas cada vez piensan más en ellas y buscan opciones para sí mismas”.

Así como García, piensan cientos de colombianos, que ven esta adicción como una recompensa al arduo esfuerzo que hacen en sus labores diarias, un detalle después de un día duro o simplemente lo consideran como una obligación consigo mismos y con los demás.

Pero esta tendencia está poniendo en peligro el bolsillo y el bienestar emocional de las personas, ya que expertos de la psicología aseguran que el hábito del autoregalo puede ser un primer paso para llegar a convertirse en un comprador compulsivo.

“Los llamados autoregalos creo que son las primeras formas de enviciarse porque uno piensa que finalmente se merece el regalo por el esfuerzo del trabajo, pero finalmente uno tiene que mirar qué tan necesarias son esas cosas para uno”, confiesa Adriana, quien en su impulso por practicar esta tendencia ha comprado prendas que solo ha usado tres o hasta una vez en su vida, acumulando en su armario voluminosas pilas de ropa.

La Oniomanía no solo representa una gran pérdida de dinero para los compradores, sino que también la persona se arriesga a que a medida que el problema aumenta, este tome control de su vida y sus decisiones hasta llegar al punto de perderlo todo.

Ese era el problema al que se enfrentaba Adriana, quien creaba necesidades que no existían: “A veces resulto pagando de más por la tarjeta de crédito que me la gasté porque de pronto fui hacer mercado y resulté comprando ropa o accesorios, entonces sí termino gastando demasiado dinero”.

Una solución efectiva

Las compras compulsivas tienen un origen 100% psicológico y “la forma de sanar o evitar esta adicción es llegar a la génesis del problema, que muy seguramente tiene algo que ver con sucesos dolorosos en la vida de esa persona como con sus cuidadores en la infancia”, explicó la experta Alexandra López. 

El proceso de combatir esta adicción es complejo y lento, ya que la persona debe empezar por definir cuál es el vacío que está intentando llenar por medio de las compras y así mismo reconocer que puede estar inmerso en esta adicción.

Estas iniciativas se pueden tomar por cuenta propia, pero generalmente se recomienda acudir a un experto para que de esta manera se tenga un mejor control sobre el problema, sumando esto con la fuerza de voluntad de cada persona.

“En el último año me he dado cuenta que he gastado mucho dinero que pude haber invertido en mí pero de otra forma, en algo más provechoso. Por eso decidí conseguir ayuda psicológica hace algunos meses y ya las cosas están mejorando poco a poco, me he vuelto un poco más organizada y he comenzado a tener prioridades”, dijo Adriana.

Adriana ahora ve documentales que le ayudan a controlar el consumo: “Realmente lo que me ha hecho reflexionar son los documentales que muestran la cantidad de basura que uno genera con las compras y el paradero de todo eso. Entonces eso ha sido lo que más me ha hecho entrar en razón”.