Cincuenta historias sobre secuestro, maltrato, violación, desarraigo y toda clase de violencia se condensarán en Pazharela,una puesta en escena en el que se hace eco de las voces de las mujeres que no son escuchadas.

Después de 20 días consecutivos de presentaciones de obras de teatro, encuentros de poesía, foros y actividades académicas, finaliza con broche de oro la edición número 22 del Festival  Mujeres en Escena por la paz.

La Corporación Colombiana de Teatro presenta Pazharela este miércoles y jueves en el Teatro Camarín del Carmen. Patricia Ariza, directora de esta obra y de la Corporación, la define como “una especie de performance en contra de la imposición de un modelo de mujer”.

Pazharela, que será el acto central de la clausura del festival, utiliza unlenguaje polifónico con testimonios de 3 minutos, algunos reales y otros actuados, de mujeres mayores, jóvenes, adolescentes y niñas. Entre ellas, algunas de las Madres de Soacha, aquellas mujeres que luchan para que los falsos positivos de sus hijos no queden en la impunidad. Cocola Salazar, productora de este certamen, cuenta que a través de éste “ellas han ido recuperando la fuerza para seguir creciendo y luchando por que cada día se visibilicen más sus casos”.  

Esta pieza cultural ha sido presentada con éxito en países como Japón, Perú, Noruega y Dinamarca, entre otros, con la participación de artistas profesionales, estudiantes de teatro, líderes, víctimas y mujeres de la sociedad civil.

Movimiento emergente

Hace 23 años Patricia Ariza empezó a reunir mujeres directoras y dramaturgas. El primer festival contó con la participación de 5 o 6 grupos, mientras que este año se presentan un total de 100 obras escritas e interpretadas por mujeres, en 18 salas y 20 espacios no convencionales.

El evento se ha consolidado como un espacio de reflexión sobre el arte y papel que desempeña el género femenino en la cultura y construcción de paz. “El festival surge como una necesidad importantísima,  pues el movimiento teatral era tremendamente masculino. Era necesario en función de la justicia y para ofrecerle al público otra visión de la vida, desde el punto de vista de ellas”, cuenta Patricia.

Mujeres campesinas, trabajadoras, o intelectuales, personajes legendarios como Manuelita Sáenz o Antígona se darán cita, hasta este sábado, en el encuentro.

 Además de las piezas teatrales, en las que participan 11 países como México, Cuba, Perú y Brasil, la Corporación ha ofrecido talleres, seminarios y debates con mujeres de diversa procedencia.

Para la productora, Pazharela era el performance destinado a convertirse en el acto central del cierre pues “es una voz que concientiza y llama a la inclusión, ahí condensamos lo que queremos proyectar”.