Australia avanzó a semifinales del Mundial femenino en su casa tras una electrizante definición por lanzamientos de penal ante Francia que terminó 7-6.
Las coanfitrionas se enfrentarán el miércoles por un puesto en la final a las campeonas europeas Inglaterra, que vencieron en el segundo encuentro de la jornada a Colombia (2-1).
Los dos equipos lucharon intensamente durante los 90 minutos reglamentarios y 30 minutos adicionales sin salir del 0-0, por lo que el encuentro se resolvió por penales, con diez lanzamientos cada equipo.
Por Francia fallaron sus lanzamientos Selma Bacha, Eve Perisset, Kenza Dali y Vicki Becho, mientras que por Australia erraron Steph Catley, Mackenzie Arnold y Clare Hunt.
La tanda se resolvió cuando Cortnee Vine anotó el décimo disparo de las "Matildas", tras el lanzamiento de Becho que dio en el poste.
Fue el tercer partido del Mundial de Australia y Nueva Zelanda que se define por penales, y el que más lanzamientos requirió.
El partido presentó una feroz disputa por el balón en los 120 minutos jugados, con incontables oportunidades de gol en ambos marcos.
Maëlle Lakar estuvo cerca de abrir la cuenta para las "Bleues" al minuto 12 cuando elevó sobre el travesaño un balón que recibió en solitario tras un cobro de esquina.
Diez minutos más tarde se repitió una situación similar en el arco francés.
Las australianas, respaldadas por casi 50.000 asistentes al estadio Suncorp de Brisbane, lucharon tenazmente sin su estrella Sam Kerr, quien solo ha podido jugar de cambio en el Mundial debido a una lesión.
La mejor oportunidad de las de amarillo y verde llegó al minuto 40, cuando Mary Fowler remató con el marco desguarnecido y la defensa francesa Elisa de Almeida apareció como un fantasma para impedir la anotación.
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Ingresa Sam Kerr
Fueron los mejores momentos de las Matildas, que se volcaron sobre el arco francés en la recta final del primer tiempo.
Australia mantuvo el impulso al comienzo del segundo tiempo, especialmente por el empuje de la escurridiza Fowler, una pesadilla para la defensa azul.
Y cuando Francia comenzaba a equilibrar el juego, ingresó Kerr al ataque australiano y de inmediato generó una acción de gol que desvió la portera Pauline Peyraud-Magnin.
Kerr no solo reencendió el entusiasmo en las gradas sino que volcó la marea del partido a favor de las locales y puso a trabajar horas extra a la defensa encabezada por la imponente Wendie Renard.
El péndulo osciló de un área a la otra hasta el final de los 90 minutos sin que llegara el gol.
"Iba de derecha a izquierda, de izquierda a derecha. Es difícil decir quién lo merecía más, así que enhorabuena a Australia (...)", declaró el seleccionador francés Hervé Renard a la cadena France 2.
El equilibrio persistió en los 30 minutos adicionales, con oportunidades en los dos marcos sin que se rompiera el 0-0.
La tanda de penales se extendió interminablemente hasta que el vigésimo cobro, de Vine, definió al equipo local como el ganador.
"Tuvimos a un estadio entero, a una nación contra nosotros. Hicimos un partido excepcional. Así es el fútbol, fue el destino el que eligió", añadió Renard.