¿Está Colombia preparada para acoger el Mundial Femenino de 2023? | El Nuevo Siglo
Foto Dimayor
Domingo, 15 de Diciembre de 2019
Alejandro Munévar*

El fútbol femenino ha venido tomando una gran popularidad en América Latina en los últimos 10 años. Las actuaciones de las selecciones nacionales de esta disciplina en los campos del mundo han logrado que un mayor número de personas ponga en la mira lo que sucede con el balompié femenino.

Por tal motivo, Colombia se ha postulado para albergar la cita mundialista en 2023. Ahora bien, realmente nuestro país estará preparado para recibir un evento de esta magnitud, ¿o simplemente es un acto demagógico por parte de un Gobierno que busca popularidad a toda costa?

Desde 2012 la FIFA ha puesto especial atención al desarrollo del fútbol femenino en las diferentes naciones adscritas a la entidad, es por esta razón que obliga a las federaciones de fútbol nacionales a destinar un porcentaje de su presupuesto para el fútbol femenino, se cumpla o no, no será el motivo de estudio de este trabajo, sin embargo es importante mencionarlo.

Ahora bien, es evidente que el mundial de fútbol femenino ha tomado cierta popularidad en todo el planeta, lo vimos en Francia 2019, estadios llenos, una selección estadounidense superlativa, mediática y popular. El fútbol femenino ha subido de nivel y por consiguiente los requerimientos para albergar un mundial también han tomado otro grado dificultad.

Ya no solamente es una cuestión de tener una buena infraestructura en temas de estadios, vías y medios de transporte, que no dejan de ser importantes para la FIFA, a esto hay que sumarle el hecho de tener el público y el mercado para llenar los estadios, el dinero suficiente por parte de la federación o el país organizador para garantizar el buen desarrollo del mundial en términos futbolísticos y extra futbolísticos.

Pues bien, según el documento oficial de la FIFA para el proceso de presentación de candidaturas y así, selección de la federación o de las federaciones que albergarán la Copa Mundial Femenina 2023, es importante que tengan estos elementos presentes para garantizar un proceso justo y transparente”.

Vale la pena recordar, que Colombia en una oportunidad ya declinó la posibilidad de albergar un mundial, el del año 86, que terminó siendo en México, de igual forma en 2011 se llevó a cabo el Mundial Sub-20, un evento que sin lugar a dudas partió la historia de los eventos deportivos del país.

Si se analiza punto por punto, Colombia tendría que mejorar muchísimo, sobre todo en el aspecto de la visión del evento y los parámetros clave para aspirar a albergar el mundial, en cuanto a infraestructura los estadios necesitarían una remodelación, esto tendría un costo que deberán asumir las alcaldías de las ciudades donde decida hacerse la competencia, de igual forma la adecuación de las instalaciones para selecciones y arbitras tendrían un costo significativo que también deberá asumir la federación. En cuanto a servicios del evento, Colombia en los últimos años se ha establecido como un país turístico y cuenta con la infraestructura hotelera para albergar un gran evento, el problema quizá estaría más en términos de transporte y seguridad, el transporte un poco más solucionable en ciudades como Bogotá, en donde podrían utilizar el carril del Transmilenio como un carril mundialista”, pero la seguridad o más bien la falta de ella es un flagelo que viven todas las ciudades del país y un punto muy importante a tener en cuenta.

Gastos

En términos de gastos al menos en cuanto al desarrollo del mundial se refiere, no dista mucho de lo anteriormente realizado en el mundial Sub-20 de 2011, ahora bien, de realizarse un mundial en Colombia el Gobierno tendría que aceptar el levantamiento de impuestos a la FIFA, es decir por motivo del evento, Colombia no recibiría dinero de impuestos, teniendo en cuenta que la situación actual del país da para pensar si realmente el Gobierno vaya a aceptar, recordemos que para el mundial de 2014 en Brasil, los ciudadanos mostraron una gran indisposición en términos del manejo del dinero que se estaba dando por parte del gobierno, puesto que para albergar el mundial subieron los impuestos para poder compensar la cantidad de dinero que tenían que invertir en la adecuación de las sedes, a los colombianos no les cabe un impuesto más.

En términos estructurales Colombia está preparado para albergar un mundial, los estadios luego de la adecuación para 2011 quedaron en un buen nivel, necesitarían algunas reformas, como lo expresaron los emisarios de la Conmebol hace unas semanas cuando pasaron por el Eje Cafetero para estudiar la posibilidad de realizar allí un campeonato pre olímpico, ahora bien, si vamos a pensar en todo el tema de visión del evento y el legado que pueda dejar, en la actualidad estamos muy lejos de garantizar lo que la FIFA propone, el comienzo de la liga femenina, fue eso un comienzo de un camino muy largo que hay que recorrer, es evidente que el legado que dejaría sería importante, siempre y cuando hubiera una entidad o al menos una parte de la federación nacional que se encargara de manera concisa y correcta a velar por el desarrollo del fútbol femenino, algo que supuestamente existe pero que como han dicho en varias oportunidades miembros del fútbol nacional no tiene ni voz ni voto.

En cuanto a lo económico, el país tendría que ceder mucho en términos de impuestos y regalías, recordemos que una vez se firma un contrato de este tipo, la nación tiene que desembolsar una muy buena suma de dinero a la FIFA, pasa lo mismo con los  Juegos Olímpicos, los Panamericanos etc.

La parte social, en Colombia se ha demostrado que ante la voz de un gran evento el público siempre responde, quizá los estadios no se llenarían como en Francia, porque es parte de una cultura que tiene que irse construyendo con el tiempo y en Colombia apenas está empezando. Esa cultura del fútbol femenino precisamente tiene que ir de la mano con los medios de comunicación que hasta el momento se han hecho los de la vista gorda con el tema del fútbol femenino, la difusión es poca, eso sí con la situación del país como está, con tanto descontento social, en vez de lograr el cometido de unir a la sociedad podría ser otro gran catalizador para alborotar el inconformismo de las personas al darse cuenta de la cantidad de dinero que costaría albergar la cita mundialista.

El camino, si se quiere albergar el mundial, es largo, complicado y peligroso, al menos si se quiere hacer para dejar un legado, como dice la FIFA, en cambio si se quiere hacer por un acto de populismo, estamos más que preparados, los estadios estarían listos en un año, o menos, los impuestos se levantarían sin importar la ciudadanía, esconderían o guardarían por un par de meses a los ladrones y recibiríamos con los brazos abiertos a los extranjeros. Pero acá entra otra pregunta, cual es la verdadera razón que tiene la FCF, Coldeportes y el Gobierno nacional para albergar el mundial, crear una base para el fútbol femenino, un acto populista o una excusa para gastarse un dinero que podría ser invertido en salud, educación y deporte.