La Sub-20, a ganar y convencer | El Nuevo Siglo
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Domingo, 2 de Junio de 2019
Redacción Deportes

Los aficionados al fútbol en el país tienen fresco en sus mentes el recuerdo del pasado partido de la Selección Colombia en el Mundial Sub-20 de Polonia por la goleada que le propinó a la frágil Tahití, pero saben, como también el técnico Arturo Reyes, que el equipo tiene que mejorar.

Hoy  es la ocasión propicia para que la tricolor empiece a demostrar su verdadera dimensión, frente a una Nueva Zelanda que viene de perder con Uruguay 2-0 en la última fecha de la fase de grupos, y que se supone, es más fuerte que Tahití.

Hasta ahora el rendimiento del onceno nacional ha sido desconcertante. Doblegó a Polonia jugando un buen partido, pero se deslució frente a Senegal, volvió a sufrir de los mismos males que en el Campeonato Suramericano y perdió.

Frente a Tahití no se puede medir el verdadero potencial de la Sub-20. Se necesitaba ganar, como ya lo habían hecho los otros dos rivales del grupo, y lo hizo sin contemplaciones.

Hoy las cosas serán a otro precio. Nueva Zelanda debe oponer mayor resistencia, enredarle las acciones y es ahí en donde deben aparecer la magia y los goles de Juan Camilo ‘Cucho’ Hernández y compañía.

Para sacar adelante el partido y clasificar a los cuartos de final del Mundial, Colombia tendrá que ser equilibrado: fuerte en defensa, como lo fue en el Suramericano y eficaz en la definición.

Sin tener en cuenta el último duelo de la fase de grupos en el torneo de Polonia, se evidenció que se mantiene el control de balón, se generan acciones ofensivas, pero se sigue fallando en la puntada final.

Para lograr su objetivo y siendo este ya el cuarto partido que disputa en la cita ecuménica sub-20, el onceno criollo debe lucir más sólido en todas sus líneas y traducir en goles las oportunidades que cree frente al arco contrario.

Se tiene confianza en que se clasificará, pero se debe jugar con precaución, sin sentirse más que el rival porque se nos podemos llevar una sorpresa mayúscula.

La Selección tiene que salir a jugar seria, sin menospreciar al rival. Ya lo hizo contra Tahití y hoy debe asumir el cotejo con la misma exigencia, si es que quiere seguir avanzando.

El rival es un equipo que le pone corazón a cada jugada, que no baja los brazos, que ante Uruguay enredó, intentó hacerse fuerte en defensa, cuando se esperaba una goleada y logró que no fuera así.

Las esperanzas están puestas en que los jugadores llamados a ser líderes digan presente y se vea una Selección que no deje dudas, que por el contrario, convenza, que juegue bien y que guste.

Carlos Cuesta, defensor central de Atlético Nacional, será el encargado de organizar la zona del fondo. El hombre de los verdolagas es el capitán de la tricolor y con su experiencia espera ayudar a sus compañeros a mejorar en los cierres y en las transiciones ataque- defensa.

De igual manera, Colombia espera manejar la pelota para dominar el encuentro y salir a ganar desde el primer minuto. El equipo cuenta con jugadores de categoría que son buenos moviendo el balón como Luis Sinisterra, volante del Feyenoord, que se transformó en uno de los referentes del conjunto.

El mayor inconveniente de la tricolor en el torneo ocurre cuando el rival recupera el control del balón y busca el arco de Kevin Mier. A la defensa le cuesta regresar y mostrar orden, cosa que debe mejorar si quiere dar la pelea por el título.

Una victoria y con ella la clasificación, servirá para que el plantel nacional se tome más confianza y cumpla su objetivo de llegar a la final. Para hacerlo tiene que rendir en todas sus líneas, no cometer errores como los que le valieron la derrota ante Senegal y demostrar que lo hecho contra Tahití no se debió únicamente a que el oponente era débil, sino a que el representativo criollo tiene los argumentos suficientes como para brillar y demostrar que en la cantera hay con quienes reemplazar a los que ya están de salida en la de mayores.