Lima. Antes de viajar a los juegos Panamericanos 2019, EL NUEVO SIGLO dialogó con el jefe de la misión de la delegación colombiana, Rafael Lloreda, y en ese momento el directivo del Comité Olímpico Colombiano expresó que la intención o al menos lo que se tenía presupuestado para estas justas era igualar lo realizado en 2015 en Toronto.

Lo cierto es que en este momento, cerca de semana y media después de haber iniciado los juegos, la meta de los 27 oros está lejos, no será fácil llegar a la meta, al final y siendo sinceros, las proyecciones que realizan los metodólogos del Comité Olímpico Colombiano, miden solamente tiempos, marcas y rivales, pero no la situación real de los competidores, el clima o si durmió bien o mal la noche anterior el atleta.

Con esto les demostraríamos a los profesores de matemáticas de los colegios que a veces los números, las proyecciones y las estadísticas fallan, para bien o para mal, ahora bien, esto no es una excusa para directivos, entrenadores y atletas por no haber respondido ante el reto que se les puso y al cual se comprometieron.

Las escapadas

Las pesas quedaron debiéndole a Colombia en los Panamericanos, si bien se obtuvieron varias medallas de oro importantes, que seguramente le salvarán la papeleta a unos cuantos, hombres como Óscar Figueroa quedo debiendo, salió por una molestia en la pierna y no pudo demostrar las capacidades propias de un campeón olímpico, Luis Javier Mosquera se quedó con una plata y terminó anunciando que cambiaría de categoría para buscar un cupo a Tokio 2020, Leidy Solís no pudo superar el cuarto lugar en su competencia, claro también hubo oros meritorios, pero las figuras, los nombres de cartel no supieron rendir ante el reto.

En el boxeo, Yuberjen Martínez cayó en la pelea final y se quedó con la presea de plata en la categoría de los 49 Kg. Al término de la competencia Martínez anunció un cambio de categoría y empezó a dar luces de lo que será su futuro al terminar el ciclo olímpico, es probable que haga la transición al profesionalismo.

El tenis fue sin lugar a duda el más duro batacazo que recibió la delegación colombiana, seis tenistas viajaron y seis tenistas quedaron eliminados. Se tenía una nómina de lujo, en medio de las posibilidades que había para escoger: Santiago Giraldo, quien durante muchos años fue la raqueta numero 1 de Colombia; Alejandro González, que de a pocos iba volviendo al nivel que lo llevó hace unos años a figurar en los grand slams; y Nicolás Mejía, la joven promesa que venía de deslumbrar en los M15 de Cancún.

En el cuadro femenino estaba la raqueta numero 1, María Camila Osorio, que venía de hacer un buen papel en el Wimbledon Junior; Emiliana Arango y María Fernanda Erazo, todos eliminados, Mejía, Osorio y Arango en primera ronda, los demás en segunda.

En el caso específico del tenis nos deja un sin sabor, puesto que era el momento exacto para pelear por las medallas y posterior clasificación a los Juegos Olímpicos. La nueva camada del tenis colombiano arrancó mal en el ciclo olímpico, esperemos que puedan seguir cosechando frutos por su cuenta, mientras en cuatro años se vuelve a presentar la oportunidad de jugar en unos panamericanos, lo bueno, es que la nueva generación ya empezó a hacer parte del ciclo, van adquiriendo experiencia y al menos de momento el cambio generacional está asegurado.

Acá no se trata de buscar o señalar a uno o varios culpables, al fin y al cabo del árbol caído jamás hay que sacar leña, es un tema más de advertir ciertas situaciones que son evidentes, pero que con la emoción de un par de medallas de oro se pueden olvidar.

Es necesario, urgente y prioritario invertir en los semilleros y en la formación de nuevas figuras, Catherine Ibarguen no nos durarán toda la vida, Mariana Pajón desde su lesión no ha vuelto a ser la misma, Miguel Ángel Rodríguez no podrá competir al más alto nivel toda la vida en el squash, Ingrit Valencia no durará toda la vida metida en un ring de boxeo, era evidente que hace cuatro años, cuando se obtuvieron las 27 medallas de oro, nuestros atletas estaban en las mejores condiciones físicas y mentales, hoy en día se puede decir que los años no pasan solos, que todos los días se hacen más experimentados y al mismo tiempo más viejos y eso desgraciadamente en una pista atlética, piscina o cancha, afecta.

No se pide que se aceleren los procesos de los jóvenes atletas que vienen en camino, pero sí que se les ponga más cuidado, que empiecen a hacerlos parte del cambio y de los ciclos, que vayan cogiendo experiencia, porque de lo contrario cuando se llegue el momento, les hará falta fogueo y eso sí que pesa.

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Lo cierto es que en este momento, cerca de semana y media después de haber iniciado los juegos, la meta de los 27 oros está lejos, no s