El español Rafael Nadal pasó por encima este miércoles del serbio Filip Krajinovic y avanzó con paso firme a los cuartos de final del Masters 1000 de Indian Wells.
Nadal, segundo sembrado y máximo favorito al título junto al suizo Roger Federer tras la derrota en la víspera del serbio Novak Djokovic, no pasó apuros para vencer a su rival en sets corridos de 6-3, 6-4 en apenas una hora y 26 minutos de juego.
Ahora, el español chocará en cuartos contra el ganador del duelo entre el estadounidense John Isner (N.8) y el ruso Karen Khachanov (N.12).
Nadal venía de ganar el martes al argentino Diego Schwartzman, "uno de los mayores talentos" del tenis, según sus propias palabras, y debía enfrentarse al desafío de jugar en el primer turno de la mañana -a las 11H00 locales- y con la incógnita de hacerlo frente a un oponente con el que nunca se había cruzado.
El serbio, 113 del ranking de la ATP, firmaba ya el mejor resultado de su carrera en Indian Wells al haber dejado por el camino al belga David Goffin (N.20) y al ruso Daniil Medvedev (N.14).
Con el estadio a media capacidad por lo temprano del encuentro, Nadal no tardó en entrar en calor, firmando el primer quiebre de la contienda en el segundo juego tras un error no forzado de su oponente, que envió la pelota a la red.
Mientras el español volaba sobre la pista y no acusaba ni el horario ni el fuerte calor del desierto californiano, Krajinovic parecía superado por las circunstancias, con tres golpes con el marco en los dos primeros games.
Con el paso de los juegos, el serbio se fue asentando y recuperó el break en el quinto (2-3) tras mandarla Nadal por el fondo con un revés malogrado.
Sin embargo, su felicidad duró poco. La segunda raqueta mundial selló otro quiebre (4-2) a continuación y se adjudicó la manga en 39 minutos.
La segunda siguió el mismo guión. Nadal continuó apretando, buscando las líneas con su poderoso brazo izquierdo y obligando a Krajinovic a jugar a su merced y así llegó el break decisivo en el tercer juego (2-1), con un golpe marca de la casa muy celebrado por el público.
Ahora, el español espera contrincante en cuartos... pero ya mira de reojo a Federer, su hipotético rival en semifinales.