Si las dos superpotencias disminuyen su crecimiento este efecto se trasladará a la economía nacional
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Si la “guerra comercial” entre Estados Unidos y China se agrava, la economía colombiana podría recibir el impacto y con ello disminuiría su crecimiento entre 0,1% y 0,3%, de acuerdo con las estimaciones de la Asobancaria.
En efecto, el gremio de los banqueros señala que “nuestras estimaciones sugieren que una pérdida de tracción en el crecimiento de los Estados Unidos y China de un 1 punto llevaría a que la economía local se desacelerara entre 0,1 punto y 0,3 punto porcentuales en un semestre”.
En su informe semanal, el sector bancario indica que “este escenario ampliaría el déficit en cuenta corriente a un nivel superior al 4,2% del PIB que estimamos para 2019, suponiendo así una mayor vulnerabilidad externa”.
Apunta además que ante este panorama la volatilidad de los precios del petróleo constituye una variable relevante para la estabilidad económica colombiana. En efecto, el promedio del precio del crudo de referencia Brent en el primer semestre del año en curso bordeó los US$66 por barril, cifra superior a los estimativos del gobierno para 2019 (US$63).
Presiones
En lo que resta del año no se espera un significativo deterioro en la cotización, si se tiene en cuenta que existen presiones alcistas generadas por el conflicto diplomático entre Estados Unidos e Irán y que los miembros de la OPEP extenderán el acuerdo que restringe la oferta de crudo. En esta línea, la agencia americana de energía (EIA por sus siglas en inglés) pronostica una relativa estabilidad en la cotización en los siguientes meses que llevaría a que el promedio del año se acerque a los US$65,1 por barril.
Sostiene Asobancaria que “el desempeño de la economía colombiana en el primer semestre del año, en línea con nuestras expectativas desde comienzo de año, da muestra de la consolidación del proceso de recuperación pese al entorno de mayor riesgo global y la falta de dinamismo de sectores como el de edificaciones. Factores como el anclaje de las expectativas inflacionarias, las condiciones expansivas de la política monetaria y la consolidación de la actividad productiva, han atenuado los riesgos macroeconómicos que se exacerbaron en 2016, diferenciando el panorama actual al de otros periodos como el de la crisis financiera internacional de 2008 o el posterior al choque petrolero de 2014”.
Crecimiento
Señalan que “cabe anotar que el comportamiento de la actividad económica, cuyo crecimiento estaría bordeando 3,2% en 2019, se encuentra expuesto a riesgos asociados a un menor crecimiento de nuestros socios comerciales y el escalamiento de las tensiones comerciales, la ampliación del déficit en cuenta corriente, principalmente asociado a un menor dinamismo de las exportaciones, el deterioro del mercado laboral y la volatilidad en los precios del petróleo”.
Indican que “en este escenario, si bien nuestro índice señala que la economía colombiana se encuentra en un rango de riesgo macroeconómico medio-bajo, muestra una clara tendencia creciente a lo largo de 2019 que debe ser monitoreada. Señalamos que un eventual deterioro del mercado laboral y del sector externo podrían exacerbar en el corto y mediano plazo el escenario de riesgos local”.
Aseguran que “resaltamos que en el mediano plazo la consolidación de la sostenibilidad fiscal será fundamental para mitigar los riesgos externos que esperamos persistan en los próximos años. En este sentido, es imperativo que el Gobierno adelante las reformas estructurales en los frentes fiscal (gasto), pensional, laboral y educativo, además de impulsar la mejoría de la infraestructura vial y de telecomunicaciones, lo que nos permitiría recuperar las otras sendas de crecimiento económico en torno al 4,0%-4,5%”.