MIENTRAS EN el Congreso de la República, los proyectos de reforma pensional, de salud y laboral están atascados, el Gobierno insiste que ante la necesidad de recursos va a presentar otro ajuste a la carta tributaria.

Esta sería la segunda reforma impositiva de la actual administración. Este hecho fue confirmado por el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, quien en el foro: ‘¿Cuál es la reforma tributaria que el país necesita?’, que se llevó a cabo en la Universidad EAN, dio los primeros abrebocas de lo que será un nuevo ajuste a los impuestos que pagan los colombianos.

Esta insistencia del Ejecutivo por otra reforma tributaria, cuando todavía las empresas y las personas hacen cuentas para pagar el aumento de impuestos para este año, fue criticada con dureza por los exministros de Hacienda, Juan Camilo Restrepo y José Manuel Restrepo, que también participaron en el foro.

Desacierto

El exministro Juan Camilo Restrepo, estimó que, por el contrario, no ve ninguna posibilidad política de que la reforma tributaria pase en el Congreso. De hecho, expresó que “es un desacierto en el momento político”.

Por su parte, el exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, dijo que la mejor reforma tributaria es hacer crecer la economía. Por ello, criticó que “el año pasado el ingreso por recaudo cayó en $11 billones, y en enero de este año solo crece $4,76 billones”.

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Restrepo indicó que “se necesitan menos reflexiones filosóficas y dogmatismo con temas de transición energética y más consenso con el sector empresarial. De igual manera, se requieren menos errores no forzados como el recientemente cometido con el Presupuesto 2024”.

En su intervención, Bonilla presentó los argumentos de la iniciativa, sobre la cual, se busca recuperar la confianza del sector privado, toda vez que quedaron con una tasa nominal en el impuesto de renta, del 35%, que es fija y permanente.

La fórmula

Aparentemente, la fórmula que busca el Gobierno apunta a reducir la tarifa de renta que hoy pagan las empresas, que está en 35%, y empezar a reducirla paulatinamente para impulsar la competitividad de las compañías, y a cambio compensar esos recursos con recaudo de personas naturales de ingresos medios y medios altos.

Señaló el ministro que “ya hubo dos reformas en las que se insistió en revisar a las personas naturales que quedaron en un nivel que ya se puede decir que es en el que quedó la tarifa para las personas naturales de medianos y altos ingresos, pero las dos reformas dejaron un problema para las personas jurídicas, la primera subió la tarifa a 35%, la segunda tenía previsto un instrumento para bajar esa tarifa progresivamente, pero eso no se aprobó en el Congreso”.

El funcionario aseguró que se necesita una herramienta que permita bajar gradualmente la tarifa de renta corporativa, pero con las reformas tributarias de 2021 y 2022 esto no se resolvió.

Bonilla agregó, además, que se buscará la mejor oportunidad para llevar el proyecto al Congreso, teniendo en cuenta que el Gobierno tiene otras reformas en curso en el Legislativo, y si no se aprueban en este semestre, quedan en riesgo de hundimiento.

Asimismo, el ministro habló de la importancia de separar los gastos que pueden deducir las empresas que, según el ministro, en muchos casos pasan como gastos de representación de las compañías.

Explicó que en países como los de la OCDE, el aporte del impuesto de renta está entre el 10% y el 12% del producto interno bruto (PIB), mientras que en Colombia es cerca de 3% a 6%.

Además, aseguró que en los países de la OCDE el aporte en impuesto de renta recae un 75% en personas naturales y 25% en personas jurídicas. “En Colombia es casi al revés, es 80% en personas jurídicas y 20% en personas naturales”, aseguró Bonilla.