Preocupación manifestaron varios expertos en economía sobre la idea que analiza el Gobierno de presentar una nueva reforma tributaria para cuadrar la caja de ingresos, después de que algunos fallos de la Corte Constitucional dejaron sin efecto fuentes ya previstas, como era prohibir la deducción de las regalías del impuesto de renta.
El pasado 29 de diciembre, el presidente Petro formuló varias propuestas económicas para ser analizadas. Para ello invitó al empresariado a discutir la posibilidad de reformar la reforma tributaria aprobada el año pasado en el Congreso de la República.
“Creo que es el momento de ver sus impactos. La que aprobó el Congreso ha sido radicalmente transformada por decisiones judiciales, no es la misma que presentamos. Pero de cara a elevar la actividad productiva del país, necesita un reexamen”, afirmó Petro.
Dijo que el propósito de esa revisión a la reforma tributaria es fortalecer la empresa y eso implica, sin desfinanciar el Estado y sin pensar en mayores tributos, en bajar la tasa de renta corporativa que pagan, y subirla a personas naturales de mayores ingresos, de tal manera que la empresa se libere para poder competir y ser más productiva.
El presidente Petro explicó que una propuesta podría ser bajar de 35 % a 20 % el impuesto de renta corporativa y a cambio aumentar ese gravamen a las rentas de personas naturales de mayores ingresos.
En tanto que el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, dijo el pasado sábado a "Semana" que “sí vamos a tener unas limitaciones frente a la expectativa de recaudo en 2024, porque la decisión de la Corte (sobre prohibición de deducción de regalías del impuesto de renta) nos reduce el ingreso en 6,8 billones de pesos. Esa disminución se daría en dos partes: 3,8 billones en recaudo en 2024. Y la diferencia es en lo que se obtuvo en 2023 por vía de retención en la fuente. Las empresas energéticas pedirían su reintegro en 2024”.
No obstante, dijo el ministro, “le estamos pidiendo a la Corte que module la sentencia. Y vamos a esperar el resultado de esa solicitud con el argumento del impacto fiscal, porque finalmente lo que se recaudó ya estaba recaudado. La modulación solicitada sería para que lo recaudado no se tenga que devolver. Esperaremos a ver qué sucede”.
Ante la posibilidad de una nueva reforma tributaria el ministro Bonilla indicó que “vamos a mirar frente a las expectativas que tenemos. Si la economía se empieza a recuperar, como esperamos, el ingreso tributario comienza a crecer. Miraremos en el primer semestre qué tanto ha mermado el recaudo, para ver si necesitamos buscar más fuentes de recursos”.
Reacciones al anuncio
Frente a la posibilidad de una nueva reforma tributaria que analiza el Gobierno, el exgerente del Banco de la República Juan José Echavarría dijo a Infobae que “me preocupa mucho que se hable de una nueva reforma tributaria. Yo estaba en el Banco cuando en 2008 Óscar Iván Zuluaga comenzó a hablar de una reforma tributaria. Era el ministro de Hacienda en aquel entonces y solo por anunciarla se paralizó la economía, sin haber dicho nada más, sin haber dicho cómo era la reforma, que finalmente no se hizo”.
Echavarría dijo que la idea que tiene el Gobierno no es mala, en el sentido de que las empresas paguen menos impuestos y las personas naturales más. Sin embargo, anotó que el momento de la economía y del país no es el adecuado para una nueva reforma tributaria.
Mientras que el exministro de Hacienda Juan Camilo Restrepo aseguró que a través de la nueva reforma el Gobierno busca generar un efecto fiscal neutro.
No obstante, Restrepo manifestó varios reparos porque, por ejemplo, la iniciativa advierte que las personas con altos ingresos son escasas. “Por tanto, la elevación de sus tarifas tendrá que ser enorme para compensar la rebaja de las tasas marginales del 35 % al 20 % en que se está pensando para las sociedades”, manifestó.
De acuerdo con el exministro, la discusión de la eventual reforma se tendría que dar en, por lo menos, cuatro frentes. “¿Se justifica una nueva reforma tributaria solo después de un año de haber sido expedida la anterior?”, sería el primero de ellos.
El segundo elemento a considerar sería “si la aritmética esbozada por el Gobierno de la neutralidad, o sea, lo que se sacrifica por el lado de las sociedades se compensa por el lado de las personas naturales, no implicará –casi que inexorablemente– aumentar fuertemente la presión fiscal sobre la clase media”.
El tercer aspecto está relacionado con que si el “evidente decaimiento de la economía (que va en picada) se va a corregir mecánicamente bajándole los tributos a las sociedades y subiéndoselos a las personas naturales; o, más bien, el decaimiento económico que se percibe y cuyos síntomas empiezan a confirmar las cifras, es algo más asociado a la pérdida de confianza del sector privado, a los frecuentes bandazos del Gobierno, al permanente discurso antisector y, claro, a las tasas de interés”.
Por último, según Restrepo, “todo lo anterior se va a arreglar con una nueva reforma tributaria que entre otras cosas (como sucede frecuentemente con este gobierno) ni siquiera está cuantificada ni se han estudiado sus complejos aspectos redistributivos, pero que si se lleva al Congreso en la legislatura próxima (como es la idea) hará congestionar aún más la ya saturada agenda parlamentaria”.
Mientras que el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, expresó que “cualquier anuncio de una nueva reforma tributaria como la que se está planteando es muy peligroso para el país. Es un anuncio que no ha tenido ningún desarrollo, hay que esperar. Pero el hecho de que se les cobren más impuestos a las personas naturales, ya de entrada es quitarle más plata en el bolsillo a la capacidad de ahorrar, a la capacidad de consumir o a la capacidad de invertir en Colombia”.
Además, el dirigente gremial destacó que “no sabemos de qué tamaño es la reducción que quiere plantear para la empresa privada ni de qué tamaño es el incremento de impuestos para las personas naturales. Por lo tanto, creemos que hay que esperar”.
Voces en el Congreso
El senador Humberto de la Calle dijo que “suena bien” reducir los impuestos a las empresas y subirlos de forma progresiva a las personas naturales, “es lo razonable”.
Mientras que la representante a la Cámara Katherine Miranda dijo que “ya hubo un incremento significativo en la pasada reforma tributaria sobre las personas con mayores ingresos en el país. Hay que entender mejor esta propuesta del presidente, pues sería inaceptable que estemos pensando en tocar nuevamente a la clase media urbana del país”.