
En un paso hacia el desescalamiento de la violencia en la Sierra Nevada de Santa Marta, el Gobierno Nacional y las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada (ACSN) anunciaron un acuerdo para la protección de menores y la promoción de las economías populares en la región.
El pacto, alcanzado en el marco de la mesa de diálogo sociojurídico, establece que las ACSN cesarán cualquier tipo de presión o acoso contra las economías populares y se comprometen a garantizar la no vinculación de niños, niñas y adolescentes a actividades delictivas.
"Ningún niño ni adolescente tiene por qué estar en la delincuencia", señala el comunicado conjunto, enfatizando que la construcción de una Santa Marta en paz será posible cuando "la niñez y la juventud de la región puedan tener las oportunidades para alcanzar su bienestar y el de su comunidad".
El Gobierno y las ACSN coincidieron en que la paz en la Sierra Nevada se construye mediante la transformación del territorio, lo que requiere la participación de actores estatales y sociales, incluyendo comunidades indígenas, sectores económicos y autoridades locales. "Dicho tránsito hacia la paz solo es posible con la concurrencia de la institucionalidad nacional, departamental y municipal, los actores de la sociedad civil; líderes, comunidades, pueblos indígenas y los distintos sectores económicos del territorio", resalta el documento.
Además del compromiso con la infancia, se acordó la protección y promoción de las economías populares en la región. En ese sentido, el comunicado señala que "al tiempo que el Estado colombiano incluye y promueve el desarrollo de estas economías, las ACSN cesan cualquier presión o acoso a las economías populares como un gesto concreto de paz y el inicio del desescalamiento de las violencias".
El documento, firmado por Óscar Mauricio Silva, jefe de la delegación del Gobierno Nacional, y Ffedy Castillo Carrillo, representante de las ACSN, marca un primer paso en el proceso de pacificación de la zona, históricamente afectada por la violencia y la criminalidad.
Este compromiso, que incluye el cese de hostilidades contra las economías locales y la protección de la niñez, representa un avance en el objetivo de construir un "entorno protector de niñas, niños, adolescentes y jóvenes" en la Sierra Nevada. Ahora, el desafío radica en la implementación efectiva de los acuerdos y el seguimiento de las acciones pactadas para garantizar un cambio real en el territorio.