Johnson se la juega por un Ejecutivo “duro” | El Nuevo Siglo
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Jueves, 29 de Agosto de 2019
Redacción internacional
El Primer Ministro le pidió a Isabell II suspender el Parlamento hasta el 14 de octubre. Con esto, busca asegurar un paquete legislativo para “la renovación” después del Brexit y sellar un acuerdo de salida. Oposición ha calificado la medida de “ultraje constitucional”

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COMO UN “ULTRAJE CONSTITUCIONAL” han calificado en Reino Unido la suspensión del Parlamento hasta el 14 de octubre por parte del primer ministro, Boris Johnson. La decisión, cuyo tiempo de aplicación es de 35 días, terminará dos semanas antes de que venza el plazo para que el Brexit se haga realidad -con o sin acuerdo- y la reina Isabel II, quien ha tenido la última voz, dé su discurso para inaugurar la segunda parte de la legislatura del Parlamento.

Para un sector importante de parlamentarios y de la opinión pública, la medida ha representado una afrenta en contra de los principios de la democracia parlamentaria, base del sistema político en Gran Bretaña. Sin embargo, Johnson ha explicado que se trata de un mecanismo para impulsar de manera expedita un paquete de reformas que permitan enfrentar la salida de la Unión Europea.

En la carta enviada a los diputados, el Primer Ministro ha dado una serie de razones que explican su decisión. “Tengo la intención de presentar la nueva agenda legislativa nacional audaz y ambiciosa para la renovación de nuestro país después del Brexit”, escribió.

El hoy jefe de Gobierno y líder del “Brexit duro” ha dicho que: “La característica central del programa legislativo será la prioridad legislativa número uno del Gobierno, si se llega a un nuevo acuerdo en el Consejo de la Unión Europea, para introducir un proyecto de ley de retirada y avanzar a un ritmo para asegurar su aprobación”.

 

Más sobre la salida del Reino Unido: 7 consecuencias de un Brexit sin acuerdo 

 

Jugada política

La intención de Johnson, plasmada de manera corta en esta carta, va mucho más allá. Tras finalizar su visita al G7, ha insistido en que este es el momento más crítico para Reino Unido “desde la Segunda Guerra Mundial”.

Empezar con este tipo de medidas puede darle, al menos, el reconocimiento de que es un líder político diferente, pero también lo puede llevar al precipicio a menos de dos meses de haber reemplazado a Theresa May.

Leyendo entre líneas la carta y sus últimos anuncios, el Primer Ministro le apunta a debilitar a la oposición quitándole tiempo para que pueda legislar en contra del acuerdo de salida, que ahora pasa de tener dos meses a escasas dos semanas.

Esta decisión la ha tomado consciente de que en la Cámara de los Comunes (Parlamento) no cuenta con mayorías para un acuerdo de retirada y sabiendo que la oposición, liderada por el laborista Jeremy Corbyn, busca que se logre una nueva prórroga para salir del bloque europeo, y así generar que su plan de salida el 31 de octubre no se pueda ejecutar.

Efectivamente, el lunes, en un encuentro de la bancada opositora, así lo dio a conocer Corbyn, quien aseguró que usarían todos los mecanismos legislativos para no llegar a un acuerdo, en lugar de citar a un “voto de no confianza”, una figura constitucional que le fue aplicada a May y podría conllevar a que Reino Unido se quede sin gobierno (de manera temporal) en vísperas de la fecha clave del 31 de octubre.

Frente a los planes opositores, Johnson parece haber reaccionado teniendo en cuenta que Corbyn, le ha dicho a The Telegraph, que propuso su nombre para “liderar un gobierno interino” que negocie “la extensión del artículo 50” y convoque a “elecciones generales”.

Al tratarse de un régimen parlamentario, Johnson logró hace un mes el apoyo de la mayoría de los conservadores (tories), miembros del partido de gobierno y mayoritario, y se convirtió en Primer Ministro, en reemplazo de May, quien igualmente había sucedido a David Cameron, aquel político que prometió en 2016 renunciar si los británicos votaban a favor de abandonar la Unión Europea. 

Para la oposición, es claro que el actual Primer Ministro no llegó al poder tras unas elecciones generales, por lo que se necesita convocar a nuevas elecciones, no sin antes negociar la extensión del Brexit.

 

Constitucional pero…

El líder torie en el Parlamento, James Cleverly, ha dicho que la suspensión de la Casa de los Comunes es constitucional, una práctica que, aunque en Reino Unido no ha sido tan usada, se ha visto en otros países como Canadá, cuando en 2008 Stephen Harper suspendió el legislativo para eliminar el financiamiento público de los partidos políticos.

Para que esta medida se hiciera efectiva, Johnson le envió una misiva a Isabel II, quien aceptó la suspensión y así finaliza toda la gestión legislativa hasta el discurso de la Reina, el próximo 22 de octubre.

Hasta ahora, el Parlamento ha tenido el mayor número de sesiones en 400 años, según The Guardian.  La extensión de las sesiones y debates se ha debido principalmente al Brexit, que derivó en dos “votos de no confianza” contra May y, posteriormente, en su renuncia.

Inédita por sus formas, la suspensión del Parlamento puede significar una debacle para Johnson. Analistas han advertido que conllevará a que la oposición, que agrupa no sólo laboristas sino también conservadores del partido de gobierno, se radicalice, impulsando la extensión del artículo 50 a como dé lugar.

Además, puede abrir la puerta a un voto de “no confianza” contra Johnson a solo tres meses de haber asumido como Primer Ministro y con minorías en el Parlamento. Pero no parece haber tiempo para esto.

Para muchos, el mensaje más claro que ha dejado la suspensión es que Johnson ha obligado a la reina Isabel II a entrar en política, ya que la oposición le puede pedir que se oponga a la medida. ¿Qué va hacer, Isabel II?